Personal doméstico en Argentina: mujeres, pobres y migrantes

Por Enrique de la Calle

En general se usa el genérico “personal doméstico” pero el concepto es engañoso. En realidad, se trata de una actividad que en su mayoría (90%) involucra a las mujeres. Y algo más: se trata de mujeres pobres, con bajos niveles de educación formal y en muchos casos, migrantes (internas como provenientes del extranjero).

Según diferentes estudios, el universo comprendido va de los 800 mil al millón de empleadas. Representa el 8% de la masa laboral argentina. Se estima que alrededor de 400 mil trabajan en Capital y Gran Buenos Aires. Hasta la reciente ley de “personal de casas particulares” (de 2013), era la actividad por lejos más castigada por la informalidad laboral: si bien se duplicó el personal registrado en dos años, el déficit sigue estando en el orden del 40%.    

De acuerdo con una investigación de Fernando Groisman y María Eugenia Sconfienza “una de cada dos mujeres con bajo nivel educativo (hasta secundario incompleto) se desempeña como trabajadora de servicio doméstico”. El estudio, con datos de 2012, permite un perfil más completo de la empleada doméstica: el 80% tiene más de 30 años y el 60% pertenece a un hogar ubicado por debajo de la línea de la pobreza.

Además, el trabajo destaca que en el caso de las trabajadoras que viven en Gran Buenos Aires el 54% es migrante, ya sea interna como proveniente del exterior (en su mayoría, de Bolivia, Perú y Paraguay).

Una ley para comenzar

En 2013 se sancionó la ley de personal de casas particulares, que regula una serie de trabajos englobados bajo la figura del “personal doméstico”. La norma propone un salto cualitativo al establecer el valor de la hora trabajada, aportes mensuales, vacaciones remuneradas, aguinaldo, licencias por enfermedad, protección por maternidad, indemnización, entre otros derechos.

Ahora, una comisión tripartita (Estado, sindicato y organización que  representa a los empleadores) discutirán por primera vez paritarias para el sector. El año pasado, el aumento, del 30%, lo estableció el Ministerio de Trabajo. El de este año podría estar en torno al 35%, a pagar en dos cuotas. Como sea, el salario mensual establecido para 2015 va de $ 4100 a $ 5300 (por 8 horas diarias) de acuerdo a la categoría.

La ley ya elevó notablemente el piso de legalidad en una actividad que hasta 2012 tenía 80% de informalidad. Esa cifra se redujo a la mitad lo que es un avance pero también una demostración de todo lo que falta.     

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