SMATA respaldó la ley de autopartes en la calle
Por Redacción APU
El Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina (SMATA) que conduce Ricardo Pignanelli se movilizó al Congreso para apoyar la media sanción del proyecto de ley que busca fortalecer y desarrollar el autopartismo de producción local. La manifestación de los mecánicos fue convocada a través de un comunicado titulado "Todos al Congreso", para "fortalecer y desarrollar el autopartismo de producción local".
Pignanelli señaló que el proyecto de ley “comprometerá a las terminales automotrices locales con la compra de autopartes, sistema de autopartes, herramentales, moldes y matricería a cambio del otorgamiento de un bono electrónico de crédito fiscal”.
El proyecto
El proyecto fue impulsado por el peronista disidente del Bloque Justicialista y número dos del sindicato de mecánicos SMATA, Oscar Romero, y tuvo el respaldo del presidente Mauricio Macri. Según el diputado Romero el proyecto permitirá generar más de 100.000 puestos de empleo.
En concreto, la iniciativa propone otorgar un reintegro a las compañías automotrices a través de un bono electrónico de crédito fiscal para el pago de impuestos nacionales, sobre la compra de autopartes locales.
Las terminales deberán alcanzar un nivel mínimo de integración local y los vehículos a los que están destinadas deberán ser de producción en los países del Mercosur. El reintegro irá del 4 al 15 por ciento, dependiendo del nivel de integración nacional. También se establece financiamiento para inversiones con adelantos desde el Estado nacional, entre otros puntos.
Al reducir el pago de impuestos mediante la compra de partes locales, se vuelve más competitivo el fabricante nacional frente al extranjero. El beneficio impositivo que prevé el proyecto de ley tiene una vigencia de diez años y se calcula como un porcentaje sobre las compras de piezas locales descontados los impuestos y las bonificaciones.
La delicada coyuntura del sector
El impacto del proyecto en la economía en general podría ser muy auspicioso en términos de divisas. El déficit comercial en el sector automotor implica una enorme merma de dólares para la economía nacional. El año pasado se importaron autopartes por 7.984 millones de dólares mientras que las exportaciones de piezas llegaron a 1.654 millones, lo que representó un déficit comercial de 6.330 millones de dólares. La integración promedio de partes nacionales en los autos argentinos está en el 22 por ciento y el objetivo del gobierno es llevarla al 38.
No obstante, el contexto de la industria en la actualidad no es el más favorable. Los niveles de producción están muy por debajo de los máximos de los últimos años. Los datos de Adefa muestran una caída de la producción del 12,5 por ciento en los primeros cinco meses con respecto a 2015.
Las exportaciones de autos bajaron un 26,5 por ciento en el mismo período y las ventas a los concesionarios locales aumentaron un 28,9 por ciento a pesar de que las ventas en el mercado local registran una caída acumulada del 5 por ciento. En el sector hay suspensiones y riesgo de despidos, según los gremios.
Apoyo casi unánime: la izquierda votó en contra
La iniciativa contó con 197 votos a favor y 4 en contra del Frente de Izquierda. La diputada Myriam Bregman (PTS-Frente de Izquierda) defendió su voto arguementando que “ya en la década del 90 se hablaba de la ‘ley del derrame’. Esta ley, que ha generado indudablemente tantas expectativas, se basa en la misma lógica: se dice que si se ayuda a estas empresas, por derrame, los trabajadores se van a ver beneficiados. Pero ya vimos que esa ley es falsa y que siempre se beneficia a los de arriba y se perjudica a los de abajo”.
Por su parte, el impulsor del proyecto destacó que “con la llegada de Néstor Kirchner (a la Presidencia en 2003), se potenció la industria y crecieron los sindicatos”.
Romero sostuvo que la ley “favorece el trabajo y la industria nacional”. La integración de autopartes locales ascienda actualmente a 20 por ciento y el objetivo con ese proyecto es elevar esa participación a un nivel del 30 por ciento. “Por cada punto que podamos subir son cinco mil puesto de trabajo directos y otros cinco mil de trabajo indirecto”, dijo el diputado justicialista.
Entre aquellos que respaldaron la medida, el diputado José Ignacio de Mendiguren, del bloque Federal Unidos por una Nueva Argentina, destacó que el proyecto se haya trabajado en conjunto con representantes de los gremios y de los sectores empresarios.
“La región es una de las pocas que tiene en el mundo industria automotriz. Argentina y Brasil tienen juntos un mercado potencial de 5 millones de autos por año. Por eso la importancia de esta iniciativa”, sostuvo Mendiguren, quien consideró que el país puede ser un gran jugador en maquinaria agrícola. La industria de maquinaria vial y agrícola se había incluido en el proyecto por pedido del bloque FpV.