Visteon: crónica de una recuperación
Por Nahuel Placanica
Agencia Paco Urondo: ¿Cuándo empiezan los problemas en la empresa?
Pablo Pérez: Veníamos de un arrastre de varios años. Se fueron agotando los plazos de producción de los productos que trabajábamos. La fábrica salía a cotizar los productos nuevos y no los ganaba. Así, llegó a acumular 29 cotizaciones perdidas.
Su argumento era la falta de competitividad por el valor de dólar y los salarios altos de los trabajadores metalúrgicos. Al ser una multinacional, esta empresa tiene su propio escalafón salarial a nivel mundial. Como el salario se mide en dólares, ellos median que un operario de Visteon Quilmes ganaba cuatro o cinco veces más que en cualquier parte del mundo.
Hace tres años atrás se abrió un retiro voluntario al 120%. En ese primer retiro se fueron casi cien compañeros de una planta permanente de más de 400 operarios. Seguimos trabajando y se abrió un nuevo retiro voluntario.
Este año se ganó un negocio para hacer repuestos de piezas viejas que se habían dejado de producir. Como fabricas que hagan repuestos no hay muchas en el mundo, con nuestra capacidad y experiencia pudimos estirar la situación. Como esto no es producción de línea, llegó un momento que se terminó. Ahí arrancaron las conversaciones con la fábrica.
Vinieron directivos de EEUU a plantear que la planta estaba dando pérdida y no había trabajo para todos. Nosotros siempre pusimos por delante los puestos de trabajo y la buena voluntad de repartir horas y aceptar suspensiones.
En esas idas y vueltas la seccional Quilmes y el cuerpo de delegados siempre estuvo presente. Lo mismo el secretario general de la UOM Nacional, Antonio Caló. Nosotros creíamos que a lo sumo la empresa iba a plantear despidos o retiros voluntarios. Es por eso que en su momento les propusimos que aumentaran el valor del retiro que estaba en 110%, un 40% más, ya que muchos compañeros estaban dispuestos a aceptar un retiro a cambio de un oferta más grande. Ellos no lo vieron posible.
En el medio de las negociaciones, un día nos citan en un hotel del microcentro porteño. Fuimos con el secretario adjunto de la seccional. Con abogados y traductora de por medio los directivos nos informaron que la fábrica cerraba las puertas. Fue un baldazo de agua fría para todo el cuerpo de delegados que estaba presente.
Al otro día los abogados de la fábrica presentaron la liquidación de sueldos. Automáticamente el intendente y titular de la UOM Quilmes, Francisco Gutiérrez, paró las negociaciones y nosotros en asamblea acompañamos.
Luego nos reunimos con representantes del Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Industria. La empresa se presentó y dio sus argumentos. El gobierno les ofreció créditos y hasta sentar a las terminales automotrices, pero ellos ya tenían una decisión tomada. De esa reunión sólo obtuvimos un compromiso de tramitar un proceso preventivo de crisis.
APU: ¿Qué implicaba ese proceso preventivo de crisis?
PP: Por el tiempo de 90 días los operarios teníamos que ir a la fabrica de 6 a 15hs a cumplir horario, porque la fabrica no funcionaba. Nosotros estábamos haciendo una "toma parcial" de la fábrica porque los representantes de la empresa no venían. El compromiso de ellos fue pagar las quincenas a pesar de que no había trabajo.
Al abrir el preventivo de crisis, los Ministerios de Trabajo e Industria le solicitaron documentación a la empresa y les advirtieron que mejor que no tuvieran una "una coma fuera del renglón".
Después de eso los directivos de la empresa se acercaron al municipio de Quilmes para negociar. Plantearon que su idea no era irse completamente del país sino cerrar sólo Visteon Quilmes, no así las plantas de Pacheco, que es de interiores de autos, ni la de Rio Grande, donde se ensamblan los equipos de aire para la Ranger nueva y el Focus nuevo.
En esa reunión en el municipio el intendente "Barba" Gutiérrez les planteó que si no les interesaba la fábrica, los trabajadores la iban hacer andar. Ellos creyeron que el municipio les quería comprar la empresa pero el "Barba" les aclaró que la querían como capital de trabajo para cuidar las fuentes de trabajo y que no iba a poner un peso. La reunión terminó mal.
Nos volvimos a reunir en Capital Federal y ahí nos dijeron que no querían seguir con el preventivo de crisis hasta octubre y que querían irse lo antes posible. Ahí conseguimos el 150% de indemnización y la fábrica.
APU: ¿Ahí formaron la cooperativa?
PP: Hoy está en proceso de conformación. Ya firmamos en el INADES los miembros de la comisión directiva. Ahora estamos haciendo los trámites para poder hacernos cargo de la fábrica a través de un convenio marco que deja al municipio de Quilmes como custodio de los bienes hasta tanto se pueda concretar la donación a la cooperativa.
Hoy quedamos cien compañeros. Esto representa todo un desafío pero creo que la lucha valió la pena. Creemos que se habla mucho de burocracia sindical pero por lo menos la UOM Quilmes es un mundo aparte. El sindicato fue el primero en ponerse a la cabeza de la lucha con el cuerpo de delegados y los trabajadores atrás. Eso se articuló con una tarea clave de los Ministerios de Industria y Trabajo que presionaron donde tenían que presionar porque creo que Visteon no tenía la ropa demasiado limpia y es por ello que quisieron cerrar este conflicto de la forma más elegante posible.
APU: ¿La UOM de Quilmes tiene una red metalúrgica de fábricas recuperadas?
PP: La UOM Quilmes es pionera en fábricas recuperadas y cooperativas de trabajo. Visteon va a pasar a ingresar a esa red convirtiéndose en la empresa recuperada más grande . En general, cuando una fabrica se recupera está embargada, concursada o quebrada. Visteon se fue al día sin siquiera deber impuestos municipales. Tenemos una fábrica al día con un potencial enorme. Sabemos que solo no vamos a poder pero el Estado estuvo presente y no creo que nos suelte la mano después de un logro como éste.