Heber Ríos: “Milei viene a hacer daño a los trabajadores y lo estamos padeciendo”
APU Stream, el programa de la Agencia Paco Urondo que sale los sábados de 11:30 a 14 hs por el canal de Youtube y Twitch de Gelatina, dialogó con Heber Ríos, secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (ATILRA) General Rodríguez, quien reflexionó sobre el contexto sociopolítico del país.
Agencia Paco Urondo: Hace poco UNICEF lanzó un spot planteando que hay un millón de chicos que se van a dormir sin comer, cuyo principal alimento es la leche. ¿Cuál es la situación?
Heber Ríos: Más allá de los datos estadísticos, que son reales, uno que camina los barrios y asume un compromiso aparte de su responsabilidad gremial, que nos delegan los compañeros y las compañeras que nos toca representar, esto es una decisión política y una mirada de la vida que uno tiene que tener un compromiso social con los vecinos y vecinas, y podemos dar certeza de que son ciertos. Lo vivimos, lo padecemos y nos tiene que interpelar a todos y a todas.
Si hablamos pura y exclusivamente de la leche, un producto indispensable que consumen los pibes y las pibas, y los bebés, y un consumo preferencial masivo, porque se divide de acuerdo a la particularidad de cada región pero en Argentina tenemos que reconocer que se consume mucho, la realidad a veces también va por datos estadísticos. Más allá de lo que uno ve reflejado, por lo que expresan los vecinos y vecinas, tiene que ver con datos concretos que uno, al representar a los trabajadores y tener conocimiento del movimiento dentro de las usinas lácteas de nuestro país, estamos viendo la caída del consumo per cápita que son números para evaluar la industria láctea.
APU: ¿Es comparable a los 90?
HR: En 1990 el consumo per cápita era bastante bajo, rondaba los 170 litros de leche año. Eran números alarmantes ya. En 2015 ascendió el consumo de productos lácteos por habitante, que incluye todo, a 217 litros per cápita. Hoy ya estudios realizados que indican que vamos a finalizar el año con 156 litros per cápita, por debajo de los 90. Todos tenemos conocimiento, hemos padecido lo que fue la crisis de los 90.
Ingresé en la industria láctea en 1997 a trabajar en una usina de General Rodríguez en La Serenísima. Lo viví como hijo de un padre que trabajó toda su vida en la construcción, que hoy lamentablemente lo está padeciendo con su salud, y una madre limpiando casas de familia. Mi infancia y adolescencia fue feliz porque se sacrificaron para tratar de criarnos de la mejor manera posible, tengo tres hermanos, y voy a estar eternamente agradecido por ese esfuerzo. La crisis de los 90 la padecí, la falta de trabajo y no tener lo necesario para darle de comer a tus hijos. No sólo yo, sino todos los pibes de mi barrio. La misma situación se veía replicada. Me crie Moreno, me fui a vivir a General Rodríguez cuando empecé en La Serenísima, pero no era ajeno a la realidad.
APU: ¿Hoy está pasando esa realidad?
HR: Tengo el concepto de que uno tiene que considerar si es una crisis grave cuando empieza a caer el consumo de leche. Cuando entra en una determinada situación de crisis se ven afectados el sector de la construcción, porque uno empieza a especular las mejoras que puede contemplar realizar y las deja, o se deja de ir de vacaciones, pero ya cuando la gente deja de consumir lácteos, pan, carne o medicamentos, nadie por decisión personal deja de comer. Eso nos tiene que llamar poderosamente la atención y en esta discusión, si hay o no crisis, la hay no sólo por los números.
Puede ser que muchos quieran dar opiniones en medios de comunicación, sentados plácidamente en su casa, pero uno que lo vive, lo ve y colabora, con comedores y casas de familias que ponen a disposición espacios para que los vecinos y las vecinas vayan a comer, es otra cosa. Nosotros, por suerte cuento con una cantidad enorme de compañeros que no se miran el ombligo, intentamos colaborar. Resalto el compromiso y la solidaridad del que tiene un salario digno. Considero que tenemos condiciones de trabajo y cobertura médico asistencial dignas, pero no somos muchos los argentinos que tenemos la posibilidad de acceder a un trabajo de estas características.
Por eso valoro que no se miran su situación personal. A toda la clase trabajadora nos está afectando esta crisis, ellos comen y mandan a sus pibes a la escuela, pero miran alrededor a sus vecinos, parientes y amigos que no la están pasando bien. No es lo que le sobra sino ir y ponerle el cuerpo, sacarse lo que uno tiene y poner tiempo de tu vida a servicio de los que menos tienen. Me siento orgulloso de los compañeros y las compañeras que me toca representar porque tienen ese compromiso con la sociedad, pero resalto lo del salario digno.
APU: Afectado también por la crisis.
HR: Sí, hemos tenido épocas donde era considerado uno de los peores salarios del país. En los 90, por ejemplo, cerca del 2000. En nuestro sector, a partir de la llegada de Néstor Kirchner al gobierno, uno de los primeros sectores que convocó fue al movimiento obrero, donde se abrieron las paritarias. A partir de ahí cada dirigente sindical aprovechó los momentos de la mejor o peor manera, tuvimos en nuestro salario un crecimiento exponencial donde empezó a cubrir y a satisfacer las necesidades de nuestros compañeros y compañeras.
APU: ¿Eso generó discusiones en casa?
HR: Vengo de una familia peronista al palo, no se hablaba de otra cosa. Hemos tenido discusiones porque a partir de que uno va creciendo va teniendo sus propias apreciaciones. Uno se cría con Perón y Evita, eso es indiscutible en el ámbito familiar. Cuando tengo la primera experiencia del peronismo me encuentro con Carlos Menem y no coincide con la idea que tenía sobre lo que me decían mi papá y mamá. Lo empecé a ver con Néstor y Cristina, vi la participación del movimiento obrero, con hechos concretos. La realidad efectiva de cómo se puede hacer política de otra manera, crecen los sectores más bajos de nuestra sociedad y un vecino o vecina que pueda tener o no la posibilidad de un trabajo. Ves el crecimiento ascendente desde de lo básico.
APU: El rol del gremio de los lecheros es muy destacado en la comunidad de General Rodríguez.
HR: A veces resulta incómodo hablar de uno o de la organización a la cual le toca representar, pero sí está claro que es uno de los mejores si no el mejor salario del distrito. Tuvimos distintas etapas, por eso hay una discusión de si la política o quien gobierne tiene que ver con la realidad que viven los trabajadores y las trabajadoras. Algunos pueden estar confundidos que una cosa no tiene que ver con la otra, nosotros tuvimos distintas etapas. La Serenísima tenía uno de los peores salarios dentro de General Rodríguez, hoy tiene un buen salario digno. Por ejemplo, se habla tanto de la dolarización. En los 90 ganábamos 426 dólares, en 2015 llegó a un salario promedio de 2.830 y en la actualidad, tenemos que hacer una relación peso dólar, es de 1900. Tuvimos una caída.
APU: Más allá del gobierno, también está la postura empresarial.
HR: Claro. Agradezco que muchos trabajadores tengan sentido de pertenencia y tener bien en claro dónde uno está parado. Está bueno que lo digan quienes vivieron las distintas etapas. Quizás hoy llegan compañeros y podemos considerar que está todo hecho, pueden llegar a confundirse que fue por una decisión política de la empresa y no, y tampoco la imagen respecto a la organización sindical.
Cuando tomé la decisión de involucrarme, para poder cambiar la realidad a mi familia pero también para mis compañeros y compañeras, había un plantel de casi 2.500 trabajadores en La Serenísima, dentro de los cuales 65 estaban afiliados. No puedo cuestionar que hayan sido corruptos, pero no generaban lo necesario ni tampoco el trabajador consideraba que podía llegar a cambiarle algo estar afiliado. Valoro mucho que al menos reconozcan el trabajo porque uno trata de todos los días de capacitarse y formarse para que sus compañeros se sientan orgullosos de la responsabilidad que le delegaron, que la está desarrollando en la mejor manera posible.
APU: ¿Cómo fue el proceso de organización posterior a ese dato?
HR: Tomamos la decisión, con los muy poquitos afiliados que éramos, de decir que vamos a cambiar la realidad de nuestros compañeros. Si tenemos un ejemplo que pudo cambiar la realidad de los argentinos, que le está dando participación a los trabajadores, tomemos la iniciativa, dejemos de estar sentado y criticar, y vamos a ponerle el cuerpo, con todo lo que implica a veces meterse en una interna sindical. Tuve quince compañeros que tomaron la firme determinación de postularse, atravesar un proceso de elecciones y la mayoría determinó que tengamos esa posibilidad. Hoy la realidad efectiva tiene que ver con transformar la realidad de los trabajadores.
APU: ¿Tuvieron que parar la fábrica?
HR: Hay momentos que quedaron en la historia, nunca se le había parado a Pascual Mastellone. Lo conocí y tuve muy buena relación, independientemente de los intereses que defendíamos. Aprendí mucho de la lechería y del sector, y atravesamos situaciones conflictivas. Para que los trabajadores también entiendan, uno no le quiere hacer daño a la empresa sino que le vaya bien y venda cada vez más leche, pero que exista una distribución justa con sus colaboradores y trabajadores que van y ponen el cuerpo.
Tiene que considerarse hasta normal que existan esas fricciones o cortocircuitos porque cuando se negocian salarios no es ni más ni menos que el traslado de recursos de un sector a otro, y eso va a generar con cortocircuitos. Nadie quiere sacar de lo que tiene y dártelo gratuitamente. ¿Por qué pudimos lograr cambiar la realidad de los compañeros? Porque hubo un acompañamiento de los trabajadores, que también cambiaron su mirada con respecto a la organización y al comprometerse con el otro. Entendieron que había que unirse. La importancia que tiene la unidad cuando un empresario se sienta a negociar y mira que tenés en la espalda al conjunto de los trabajadores. No hay negociación, pasemos a la acción. Tuvimos que llevar adelante un paro, ahí se da cuenta el sector empresario.
APU: Se paró la planta.
HR: Claro, hoy hace rato que no tenemos conflicto. Estamos negociando paritaria, no fue necesario. A veces hay que tratar de evitar eso. Nosotros, sabiendo y conociendo la realidad, me siento casi mensualmente para ver los números y cómo viene el desarrollo de la empresa. Me interesa y ocupa, y a la hora de sentarse a negociar con el sector empresario, más allá de defender los intereses de los trabajadores, también tenes que entender cómo le está yendo.
APU: En este contexto, la unidad es muy importante.
HR: Sí, pero hay desconcierto, duda e incertidumbre que está viviendo el peronismo y también muchos trabajadores y trabajadores. Me incluyo, hay un montón de cuestiones que no entiendo de compañeros y compañeras que forman parte del mismo espacio, como que le tengamos que salir a pegar gratuitamente a un gobernador que tiene, ni más ni menos, la tarea de llevar adelante y defender los intereses de 17 millones de argentinos. Se puso al frente, se le plantó a Javier Milei y trata de hacer todo lo contrario a lo que quiere el Gobierno Nacional, pagando los costos. De la derecha podés entender cuál es la lógica, no de un compañero del mismo espacio.
Salir a pegar y tirar nafta, no para fogonear positivamente a la unidad sino todo lo contrario, para que haya más desunión. Si voy a Berisso soy un traidor para algún compañero del movimiento obrero que quizás radicalmente adopta la decisión de enfrentar a Cristina con Axel. Creo que Kicillof fue clarito, seguí línea por línea y palabra por palabra, fue un mensaje completo y dejando bien en claro dónde está parado, cuáles son las intenciones y qué es lo que quiere hacer con respecto a la provincia. Lo vemos en la gestión, hay compañeros que ocupan cargos ministeriales que son de La Cámpora y estamos todos en el mismo barco.
APU: ¿Cómo ve a la Confederación General del Trabajo (CGT) en esta etapa?
HR: Me sorprendió ver casi a la totalidad de la CGT en el acto. Estuvimos con Pablo Moyano y muchos dirigentes, que entre ellos capaz que hasta no hay una muy buena relación.
APU: Han tenido desencuentros con Camioneros.
HR: Sí, pero son diferencias. Los camioneros que defiendan a los camioneros, los lecheros defendemos los lecheros. Puedo tener diferencias en cuanto a la decisión política con respecto a algunas acciones, pero no soy quien sino que quienes lo juzgan son los trabajadores camioneros a sus dirigentes. A nosotros nos juzgan e interpelan los trabajadores lecheros. Por cuestiones políticas podemos tener diferencias, dónde estuviste parado y dónde no históricamente, si siempre estuviste bancando al peronismo o acompañaste algún proceso con algún actor político que le hizo muchísimo daño, y principalmente a los argentinos.
Es un tema amplio, pero vi a toda la CGT, a todos los representantes de los trabajadores. Me interesa remarcar que muchas veces las diferencias existen entre los dirigentes pero, uno que participa en las regionales de CGT y CTA de los actos, convocatorias, plenarios y multisectoriales, abajo en las bases no hay desunión. Muchas veces es de parte de los dirigentes porque toman distintas posiciones. No soy un dirigente sindical que participa activamente en la CGT ni tampoco revista de relevancia mi participación o no. Tengo mis diferencias con decisiones políticas, si son tibia o no o si corresponde o no.
APU: ¿Cree que con Milei tiene que haber una confrontación total?
HR: No hay posibilidad de diálogo con la gente que viene a hacernos daño y lo demuestra no sólo con hechos concretos sino también en la parte discursiva. Sabemos bien qué es lo que piensa de los trabajadores, jubilados y estudiantes, de la educación y salud pública. Está demostrado, lo estamos padeciendo y lo lamentable es que ya nos lo había adelantado. Teníamos bien en claro cuál era el concepto y su favoritismo claramente al sector de los poderosos.
APU: ¿En ese aspecto ve bien a la CGT?
HR: Sí, podría haber un poquito más, pero va encaminado. Creo que están bien parados, tendríamos que ordenar. La foto de del acto de Axel fue de unidad donde, al menos con el ejemplo y la participación, el movimiento obrero dijo que nosotros nos ordenamos. Hablamos de unidad y acá la estamos demostrando. Podemos tener diferencias, capaz que no somos amigos, pero está la unidad y tenemos identificado quién es el enemigo. Es Milei y todos los sectores que acompañan y se ven favorecidos con sus políticas.
Nosotros aportamos un mensaje a los políticos: “Muchachos, muchachas, dejémonos de perder el tiempo y empecemos a reconstruir el peronismo”. Empecemos a generar una unidad verdadera, dejémosle bien en claro a la militancia que estamos todos del mismo lado y que esto lo podemos revertir únicamente con más unidad.
APU: ¿Ha encontrado trabajadores que lo votaron a Milei?
HR: Sí, muchos. Hay un arrepentimiento y una toma de conciencia de muchos. Dentro de nuestra organización se va a generar una interna pero se ve trasladado claramente muy similar a la campaña de Milei porque no hay propuesta. Acá se disputa la política y la antipolítica. Me comprometo con otras causas, los trabajadores y las trabajadoras tenemos que involucrarnos en política o mirarnos el ombligo. Lo veo muy similar a lo que fueron las elecciones, donde resultó electo lamentablemente Milei con el 56% de los votos de los argentinos y argentinas. Hoy lo están padeciendo y hay muchos que se están arrepintiendo.
Estoy trabajando mucho tratando de entender y me parece que no tenemos que cometer ese error de que porque esa gente se está desencantando del gobierno interpretemos que inmediatamente esos votos van a trasladarse al peronismo.
APU: Los desencantados.
HR: Esos ya se desencantaron con Mauricio Macri, hay compañeros que en su momento por el tema del Impuesto a las Ganancias lo votaron. Hubo una propuesta de este pseudo-peronismo, que significó Alberto Fernández, apostaron a modificar todo lo que se estaba haciendo mal y el daño que había hecho, y se desencantaron todos. Hay que entender que la gente vota a futuro, no pasado. Tenemos que construir una alternativa nueva, volver a enamorar a esa gente, que no sé si son peronistas, libertarios o del PRO. Quieren un futuro mejor y solucionar lo que están padeciendo ahora. Generemos una alternativa, ¿vamos a llegar nuevamente todos amontonados y alguien va a tomar la determinación otra vez?
Me molesta cuando llegan las etapas preelectorales que muchos te terminan arrastrando y diciendo que por el enemigo y la coyuntura tenemos que ir todos abrazados. Miras para el costado y te preguntas si en serio lo tenes que militar. Tenemos que estar juntos, trabajo eso con los trabajadores. No cuestiono, cada uno tiene sus motivos. Todos me conocen y nunca oculto cuál es mi posición política partidaria, pero también mis compañeros son testigos de que puedo generar un marco para que se hable de política. Estoy hace catorce años en la seccional como secretario general, el que asumió la responsabilidad en 2010 es el mismo que está ahora.
APU: ¿Cómo fue durante el macrismo?
HR: Tengo la seguridad que no los traicioné con Macri y lo enfrenté, sobradas muestras. Peleando en la calle, tratando de frenar la reforma laboral y enfrentándonos sin contemplar cuáles son las consecuencias que sufrimos con muchos compañeros. Balas de goma, piedrazos, causas penales bueno, no medimos nosotros y lo enfrentamos. El mismo dirigente, que asumió en 2010 y generó negociaciones para tener salarios dignos, fue el mismo que se tuvo que sentar durante la presidencia de Macri y los trabajadores lecheros perdimos 25 puntos de aumento.
¿Los entregué o el contexto del país, y cómo estaba posicionado el gobierno, nos hizo perder eso más la reforma de nuestro convenio colectivo de trabajo? Lo que hubiésemos perdido. Ahí está la relación, todas las decisiones políticas, y lo que pasa en cuanto a la política, más temprano que tarde te va a tocar. Hoy tenemos salarios dignos pero con la posición que tiene este gobierno, con la quita de derecho, la eliminación del derecho a huelga y la caída del consumo, venimos negociando de acuerdo a la inflación mensual el aumento paritario pero si cae el consumo van a caer los salarios y puestos de trabajo porque las empresas van a tener que cerrar
APU: ¿Qué opinión le merece Mauro García, intendente de General Rodríguez?
HR: Creo que tiene una excelente gestión, no lo digo yo sino casi el 58% de los rodriguenses. Fue revalidada la continuidad dentro de la gestión municipal, entendiendo que no es una situación fácil para ningún intendente de la provincia de Buenos Aires. Sabemos que el Gobierno Nacional al recortar los recursos la provincia no puede bajarlos para que se puedan hacer obras y solucionar los problemas de los vecinos. A pesar de eso, el intendente le sigue poniendo el cuerpo, presentándose y recorriendo los barrios. A veces no puede solucionar las demandas, pero poniendo la cara y diciendo por qué no se puede mejorar.
Esa gestión es valorable. Lo reconozco, lo hemos acompañado en un principio y vamos a seguir porque, puedo tener diferencia de matices, pero tenemos que estar todos juntos, acompañar y bancar si entendemos cuál es la realidad y los padecimientos que están teniendo aquellos que tienen algún grado de responsabilidad. Por ejemplo, lo que padecimos nosotros en Lácteos Vidal, con el ataque de la justicia, político, Clarín y el movimiento empresarial antibloqueo, lo están padeciendo ahora muchos dirigentes. Por eso decíamos que era un caso testigo y Patricia Bullrich y Florencia Arietto estaban detrás.