CABA: las murgas porteñas asisten a 100.000 vecinos por mes
Alrededor de 80 murgas porteñas realizan entre dos y tres ollas populares semanales, arman merenderos, entregan viandas, bolsones de alimentos, y productos de higiene y ropa asistiendo a más de 100.000 vecinos por mes en la Ciudad de Buenos Aires.
Organizados en redes, en los barrios o por comunas, las murgas responden de esta manera a las necesidades de miles de familias en medio de los efectos de la pandemia, y atendiendo a los cuidados del distanciamiento social y el uso de barbijo.
“Desde comienzos de la pandemia llevamos a cabo distintas tareas solidarias, y en estos momentos realizamos ollas, entregamos viandas y bolsones a más de 100.000 personas”, aseguró Carlos Díaz, delegado del Circuito de Agrupaciones de Carnaval de la ciudad de Buenos Aires.
En este sentido, precisó que “las agrupaciones de carnaval tenemos una función social, ahora y siempre, además de ser una expresión cultural del carnaval, y conocer lo que pasa en nuestros barrios porque lo vivimos adentro de nuestras murgas”.
Una red murguera de ollas populares conformada durante estos meses de pandemia y al calor de la solidaridad barrial, permite intercambiar productos y donaciones que reciben de distintas organizaciones, como garrafas, alimentos, y otros artículos de primera necesidad. Cuentan además con la ayuda de algunas carnicerías, verdulerías y almacenes de los barrios.
“Las murgas realizamos un relevamiento de las agrupaciones de carnaval que estamos asistiendo a los vecinos con distintas actividades solidarias en este momento tan difícil, y hasta ahora somos 80 de distintos barrios que abarcamos todas las comunas”, añadió el representante de las murgas.
Agrupaciones de carnaval de La Boca, San Telmo, Saavedra, Mataderos, Boedo, Parque Avellaneda, Soldati, Lugano, Colegiales, Villa Pueyrredón, Villa Urquiza, Devoto, entre otros, se fueron sumando a lo largo de estos meses, buscando paliar las necesidades de miles de familias que no encuentran una respuesta en organismos estatales.
Algunas murgas comenzaron a principios de la pandemia juntando y entregando bolsones con alimentos no perecederos, pero a medida que la necesidad se fue haciendo cada vez más urgente, empezaron a cocinar y a multiplicar la acción social con ollas en centros comunitarios, culturales, plazas, locales y galpones.
En La Boca, por ejemplo, además de organizar ollas una o dos veces por semana, se entregan bolsones y se hacen merenderos donde van 3.000 chicos por semana; en Boedo la solidaridad proviene de varias murgas y organizaciones del barrio con 400 porciones por olla, con meriendas, bolsones y entrega de ropa; en San Telmo, los vecinos reciben más de 900 porciones semanales; en Saavedra organizaron una comisión de asistencia social con donaciones y ollas; y así cada barrio.
“Estamos donde tenemos que estar”, aseguran las murgas de las distintas comunas porteñas.