Córdoba: muertas por no tener Coronavirus
Por Santiago Torrado. Foto de la Tinta, Polo Sanitario de Córdoba.
Pamela Nieto tenía 24 años y vivía en la localidad cordobesa de La Falda, donde trabajaba como profesora de historia. Era una persona inmunodeprimida. Tres años atrás había pasado por el quirófano para transplantarse un riñón donado por su padre. A pesar de esta historia clínica que la convertía en una paciente de riesgo, no fue internada en el Hospital de La Falda donde acudió el 4 de abril con vómitos y 38 grados de fiebre. Según relata su padre Diego Nieto “le recetaron paracetamol y reliverán y le dijeron que no volviera si no tenía Coronavirus”.
Esa misma noche sufrió una bajada de tensión, acudió a la guardia donde le aplicaron suero y la mandaron a su casa en una silla de ruedas porque ya no era capaz de caminar. En los días siguientes, Pamela perdió la visión y el oído. Fue derivada de urgencia al Hospital Córdoba, donde la derivaron nuevamente al Tránsito Cáceres de Allende. Ingresó a terapia intensiva la madrugada del 9 de abril, operada de urgencia el 10 y entubada. Murió la madrugada del 20. Su padre declaró: “yo llevé a mi hija para que le hagan unos análisis y me la devolvieron en un cajón”.
Liliana Giménez tenía 44 años, era oriunda de Buenos Aires y estaba radicada en Villa Giardino, donde criaba a sus dos hijos. Trabajaba como profesora de literatura en una escuela rural del interior de Córdoba y dirigía la publicación “Rotas Cadenas”, hecha por mujeres en situación de encierro desde 2009. Desde el 31 de marzo fue relatando a través de su cuenta de Twitter, que tras una semana con 39 grados de fiebre, la Administración Provincial de Servicios de Salud (Apross) accedió a enviarle un médico a su domicilio. Sin embargo, le prohibieron acudir al centro de salud porque no calificaba para Dengue ni para Covid-19 y le recetaron paracetamol y reposo.
“Después de nueve días de agonía por el sistema de salud, finalmente me llevan a internar. Besos a todos” tuiteó la noche del 7 de abril. Esa madrugada, Liliana acudió con su pareja a la Clínica de La Falda, donde le diagnosticaron una neumonía. Le realizaron un hisopado que nuevamente dio negativo para Coronavirus y la entubaron. Su hermano Hernán declaró que por entonces “sólo usaba un cuarto de pulmón”. Murió el 8 de abril de un paro cardiorrespiratorio.