Extintión Rebelión: una nueva voz en la emergencia climática
Foto y nota de Santiago Torrado
Greta Thunberg ya es una referente mundial de la lucha contra el cambio climático, y su influencia crece a medida que avanzan los desastres naturales a nivel mundial. Influenciados por su discurso, un grupo de investigadores, científicos y activistas ambientales comenzaron a impulsar acciones de “resistencia ciudadana no violenta” en el centro de Londres hacia finales de 2018. Así nació Extintion Rebelion.
En Latinoamérica han sido los resultados del desmonte, la megaminería y más recientemente el incendio de la Amazonia lo que motivó a los seguidores de la joven Thunberg a fundar un movimiento inspirado en aquellas movilizaciones. Rodrigo Castro es uno de los referentes del espacio.
Agencia Paco Urondo: ¿Qué es Extintion Rebelion?
Rodrigo Castro: Ante todo somos un movimiento de desobediencia civil pacífica. Hemos decidido declararnos en rebelión contra la inacción de los gobiernos latinoamericanos frente a la crisis climática impulsando acciones de resistencia no violenta.
APU: ¿Dónde nace? ¿Cómo piensan conquistar estas demandas?
RC: Este movimiento nace en Londres a finales de 2018 inspirados por un grupo de más de 1500 científicos y activistas ambientales que retomaron los métodos de acción directa no violenta de Ghandi y Martin Luther King. Nosotros activamos hace poco, siguiendo el ejemplo de Greta Thunberg que es parte de este movimiento. En poco tiempo hemos consolidado grupos en Córdoba, Provincia de Buenos Aires, Rosario, etc.
APU: Entre sus lemas, se suele leer: “Qué digan la verdad”. ¿A qué se refieren?
RC: “Que digan la verdad” tiene que ver con exigir al gobierno que reconozca que hay una situación de crisis, de colapso ambiental. Según la ONU, para 2050, 4.000 millones de personas van a vivir en zonas no aptas para producir alimentos. También exigimos “que se actúe ahora”. Es decir, que se declare la emergencia climática y ambiental para revertir el deterioro de nuestros ecosistemas y detener las emisiones de gases que contribuyen al efecto invernadero. Por último, pedimos “que se abra la democracia”. Esto refiere a mecanismos de participación ciudadana para que los pueblos podamos ser protagonistas de esta transición a un modelo nuevo de producción y reproducción de la vida.