"Cristina no cambió su estilo, pero ya no habla desde una tarima"
Por Enrique de la Calle
APU: ¿Cómo ve el debate en el peronismo después de la derrota y a 9 meses de un nuevo gobierno?
Abel Fernández: No sé si es un debate, pero veo dos bandos. Los que "autocritican" a Cristina y los que "autocritican" a Scioli. Esos son los dos lineamientos principales. Unos dicen que se debió ser más kirchnerista, más auténtico, y los otros apuntan contra Cristina porque "tiene mala imagen" después de 12 años, etc. Más que debate, tiene que ver con algo emocional. Digo siempre: el problema que tiene Cristina son los cristinistas entusiastas. Pero también tiene que ver con poder asumir el golpe de una derrota inesperada. Hoy ese escenario de "autocritiquemos" al otro está cambiando, porque ya empezó la campaña del 2017.
APU: Una discusión central va a estar en provincia de Buenos Aires. ¿Qué escenario ve? Algunos análisis sostienen que tal vez no sea una elección definitoria.
AF: Ahí están Cristina y Sergio Massa en campaña, más allá de que después sean o no candidatos. Pero ya están en campaña. La campaña de 2017 no será definitoria, pero va a ser influyente para el 2019. El que no gane en 2017 se tiene que olvidar del 2019. Te lo digo con todo el dogmatismo que se puede tener en política.
APU: ¿Cómo ve al massismo?
AF: El antimacrismo y el antikirchnerismo siguen siendo los dos elementos emocionales de la política. Sin emociones, la política no existe. Los medios contribuyen a esto, pero operan sobre una realidad que existe. El voto antiperonista no lo inventaron los medios. Ahora, Massa demostró en 2013 y 2015 que había un voto potencialmente peronista que votaba contra el kirchnerismo, el garantismo, los "negros planeros". Un bloguero hizo una excelente descripción del votante massista que yo tomo: el pibe Gol. Es decir, el flaco que se compró un auto Volkswagen Gol. Está contra los "negros" pero no tiene nada que ver con el votante macrista. Ese voto lo conservó Massa hasta 2015. ¿Ese voto permanecerá ahí? Tengo mis dudas.
APU: ¿Ese clivaje antimacrismo / antikirchnerismo puede dejarlo afuera a Massa?
AF: Todavía no, todos los datos que manejo me dicen que mantiene su lugar. Pero le puede pasar lo de De Narváez. No lo sé. Es un lugar difícil para Masa.
APU: Decía recién que Cristina está haciendo campaña. ¿Cómo es eso?
AF: Cuando Cristina volvió en abril, reapareció como la presidente. Era escéptico sobre el desarrollo político de Cristina. Porque durante 12 años ella fue la mujer del jefe o la jefa. Es difícil salir del poder. Por eso era escéptico. Pero Cristina decidió cambiar su posicionamiento, manteniendo su estilo. No es la presidente la que habla ahora. Es alguien que está haciendo campaña. Hace lo que es la esencia de la política: suma voluntades, ambiciones, temores. Es lo que tiene que hacer cualquier político: hablarle al otro, al que no es propio.
APU: ¿Tiene futuro electoral Cristina?
AF: Tiene, claro. Es la única dirigente del peronismo que está haciendo campaña. Y la está haciendo en la provincia de Buenos Aires. Creo que el primero que percibió esto fue Daniel Scioli, y por eso se sacaron esa foto. Él percibe esa realidad política. Además, Scioli siempre hizo política acompañando realidades políticas. Es difícil que un político cambie su estilo. Cristina no cambió su estilo, pero ya no habla desde una tarima. Arma mesas y se reúne con otros actores. Por supuesto que elige con qué actores sentarse. Todavía no se reunió con los muchachos de la CGT.
APU: ¿Cuál es su análisis sobre el macrismo? ¿Qué es?
AF: Voy a escribir un posteo que va a decir: "Menem y Macri, esta cosa no es aquella cosa". Son dos cosas diferentes aunque su propuesta es similar. No me refiero a la política económica, porque el contexto es muy distinto. Veo similitudes en ese planteo de integración con el mundo. Antes era integrarse al mundo libre, ahora tiene que ver con los países serios. Es una cosa muy constante en Argentina. Que tiene un arrastre muy profundo. Además, hoy hay una actitud antiperonista que se expresa de otro modo, contra el "negro cabeza", ese discurso. El PRO es el que articula a toda esa coalición antiperonista. Que también incluye a sectores progresistas. La verdadera grieta es un enfrentamiento al interior de los sectores progresistas: algunos se hicieron kirchneristas y otros apoyan a Cambiemos. Como sea, el PRO sigue siendo un partido de la clase media-alta, alta, de los sectores urbanos. Un partido vecinal con base en Capital Federal. En ese punto es acotado.
APU: Se suele hacer una comparación con otras experiencias no peronistas...
AF: Esto no es el 2001, ni hay un 2001 cercano. Los sectores de abajo están muy jodidos pero es una cosa acotada. El 2001 estalla cuando los vecinos de clase media salieron a golpear las puertas de los bancos. Esos están tranquilos hoy, porque tienen un resto. Por eso mi resumen es el siguiente: acá nadie ganó. Todos los proyectos están en disputa.
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