"El Defensor del Pueblo debe conducir los reclamos para que se materialicen los derechos"
Por Estefanía Cendón
AGENCIA PACO URONDO: Si es la oposición la que debe alcanzar un consenso para ofrecer una postulación al DPN mediante una figura que represente ampliamente a esa oposición ¿Por qué considera que hoy existe ese consenso y en la anterior gestión no se dio?
Gabriel de Vedia: En la anterior gestión no hubo conductas que hayan sido dirigidas a nombrar un DPN. Creo que el pueblo está empezando a sentir la necesidad de que haya una voz que los tenga en cuenta ante las distintas contingencias sociales. También existe una madurez en el pueblo en relación a que se cumpla con la Constitución Nacional, en el Artículo 86 se exige la designación de un DPN. Se reclama al Estado argentino que se hagan efectivos de forma plena los Derechos Humanos y sociales.
El pueblo es consciente de este mandato constitucional y de sus necesidades como pueblo, de sus carencias e insatisfacciones. Por otro lado, es la Corte la que exige que haya un DPN y hay fallos en donde lo exige. En el caso relacionado al Defensor del Pueblo de la provincia de Chaco, la Corte determinó que la Defensoría del Pueblo de dicha provincia no tiene legitimación para impugnar o cuestionar tarifas nacionales. La legitimación la tiene el DPN, situación que no se da porque hoy es un cargo acéfalo. Es la misma Corte, ante una situación de insatisfacción social como son los tarifazos, quien está llamando la atención al Estado argentino.
APU: La ausencia de un DPN afecta bastante al funcionamiento de las restantes defensorías.
GDV: Exactamente. Hay muchas defensorías de distintas provincias y defensorías municipales que tienen demandas similares en relación a los tarifazos. Numerosos jueces de primera instancia y cámaras fallan igual que la corte, por lo tanto en distintos puntos del país se le está cercenando al pueblo a ser representado por un defensor para impugnar tarifas nacionales.
APU: ¿Desde su perspectiva, cuáles son las áreas o factores en los que se ve más vulnerada la calidad de vida de los argentinos?
GDV: Hay muchas personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad estructural, ajenas a la sociedad de consumo y al circuito de bienes. Las sociedades no pueden diseñarse desde lo individual, sino desde lo colectivo. Existe la necesidad de un gobierno que nivele las asimetrías sociales, que le de el ámbito necesario a los ciudadanos para que haya realmente un concepto de pueblo, para que no sean víctimas de visiones liberales e individualistas. El primer desafío para un DPN es entender que ésta es la realidad y que incorpora contingencias sociales, fruto de un diseño de una sociedad liberal e individualista, e insertarlas en un concepto de una visión de pueblo.
APU: ¿Podría especificar esas contingencias sociales?
GDV: Sí, en primer lugar los despidos. Los despidos desde una concepción en la que el empresario puede hacer lo que quiera. La realidad impone una modificación de la visión del Derecho Laboral, se busca eliminar la protección y las conquistas sociales de años para volver a una visión privatista del Derecho Civil en el campo social. Un DPN no puede estar ajeno a esta situación. Hay cuestiones estructurales que se ven agravadas por la coyuntura, coyuntura que si es neoliberal se traduce en un estado ausente. Frente a esta ausencia del estado se desnivela la balanza y se provocan asimetrías: el poderoso ejerce poder sobre el más débil. Otro de los temas estructurales agravados por la coyuntura es la violencia de género. En la historia de la humanidad existe un sometimiento tremendo del hombre hacia la mujer. Entiendo por violencia no sólo un grito, un golpe o la violencia que se ejerce con el silencio, sino la violencia que se da en los vínculos humanos. Hablamos de una violencia visible hasta a nivel ontológico porque existe una creencia, una condición de superioridad del hombre sobre la mujer que es histórica. Un DPN debe trabajar por la nivelación de las asimetrías sociales porque el femicidio y la violencia de género se dan, en primer lugar, porque hay violencia en el ser humano. En segundo lugar, existe un marco de referencia de mayor violencia del hombre que de la mujer, sin ir más lejos los grandes genocidas han sido hombres. Por eso considero que debemos constituir un ministerio público desde la perspectiva de género.
APU: ¿De qué forma incluiría la perspectiva de género?
GDV: Quiero que la mujer esté incluída en la conducción de la Defensoría del Pueblo. Sería bueno tener dos Defensoras del Pueblo adjuntas, esto nos aportaría una mirada distinta. La mujer, sin ánimos de caer en generalizaciones, suele tener más carácter, temple y fortaleza que el hombre. Son valores que se necesitan en la Defensoría del Pueblo y que las mujeres vienen demostrando hace tiempo. También es necesaria una mirada transgénero por la violencia de la que son víctimas, incluída la violencia institucional que además afecta a los sectores más humildes. Otro sector de la sociedad vulnerado son los pueblos originarios, se debe trabajar también para que se materialicen los derechos que les corresponden.
APU: ¿Puede enumerar otras contingencias sociales ante las que el DPN podría accionar?
GDV: Un tema que me parece central es el medio ambiente. Deberia ser abordado en distintos niveles como pueden ser la relación del ser humano con la naturaleza en general, la integración del ser humano con el medio ambiente y la denuncia de los delitos ambientales. Un DPN es defensor de todas las personas, yo incluyo en la definición de pueblo a las personas humanas y no humanas. Dentro de las no humanas considero a todos los animales, en especial a los que están insertos en esquemas familiares. En Argentina el maltrato animal es un delito, la idea es denunciar todas las formas de maltrato hacia los animales. También es importante trabajar en relación a todos los Derechos Humanos desde distintas aristas, no sólo desde el campo de la memoria, así como encauzar y materializar los reclamos vinculados al hambre en la Argentina. Al tener acción judicial trabajaremos en el Congreso presentando los proyectos de ley necesarios para que se termine el hambre en nuestro país.
En conclusión, las funciones de un DPN son inmensas: debe involucrarse en temas de salud pública, así como debe defender la seguridad del sistema de sustentabilidad social porque es parte de la defensa de los recursos de los jubilados. También debe abordar la cuestion de las viviendas sociales y la Seguridad, un tema sensible que preocupa y afecta a la gente. La defensa del consumidor debe ser otro de los temas centrales ya que uno de los defensores adjuntos debe especializarse en el consumidor.
APU: Son numerosos los temas y situaciones a abordar ¿Cómo cree que sería un modo eficiente de estructurar la Defensoría del Pueblo de la Nación para trabajar estos temas y darles una respuesta concreta?
GDV: Propongo una defensoría que trabaje sobre ejes temáticos que deben constituirse en relación a las contingencias que pueden pasarle al ser humano y que le pasan a un pueblo. Estos ejes de trabajo deben plantearse a lo largo de todo el país, paralelo a eso debe haber un corte transversal que permita abordarlos en el territorio. Esos ejes deben trasladarse a todos los distritos de Argentina, se deben constituir convenios con las provincias y los municipios para abrir delegaciones utilizando pocos recursos. Estos convenios implican que se van a trabajar todos los ejes mencionados, más los que puedan surgir en relación a las contingencias que se le presentan al ser humano, en los territorios .Dentro de las delegaciones territoriales, vamos a intentar abrir delegaciones en todas las villas de nuestro país para que haya una relación directa con los vecinos y los sectores más vulnerables. La Defensoría del Pueblo debe ser de puertas abiertas: somos del pueblo y seguiremos en el pueblo, mediante esta concepción es el mismo pueblo quien manda en la Defensoría. El DPN es quien debe conducir los reclamos para que se materialicen los derechos. Debemos constituir una Defensoría de puertas abiertas y proactiva.