El Delta sigue en llamas: "El gobierno de Entre Ríos no está haciendo lo que debe hacer"
Por Josefina Figueroa
En los últimos meses el Delta del Paraná se convirtió en noticia por los focos de incendio producidos voluntariamente sobre las islas. Se trata de uno de los sistemas de humedales más importantes de Argentina y uno de los más relevantes de la Cuenca del Plata. Aloja una gran diversidad biológica y cultural, no solo por las personas que la habitan sino también por las actividades que ellas mismas desarrollan. La quema de pastizales en estas zonas es una práctica de manejo que ocurre a menudo, pero no es abiertamente reconocida. Este año, al igual que sucedió en 2008, la escasez de lluvia, la sequía y las condiciones climáticas, hicieron que el fuego sea difícil de controlar. El humo llegó en cantidades a los principales centros urbanos del país y con ello comenzó a visibilizarse la problemática.
En comunicación con AGENCIA PACO URONDO, dos referentes medioambientales de la provincia de Entre Ríos, reflexionaron y brindaron propuestas para abordar la problemática de los humedales.
Nadia Burgos, es coordinadora de la Red Ecosocialista en Entre Ríos. Sobre los efectos de las quemas aseguró: “Nuestros humedales están sufriendo un ecocidio porque la pérdida de flora, fauna y biodiversidad es de tal magnitud que no tiene comparación con otros momentos. Además, las quemas traen consecuencias directas sobre las poblaciones ribereñas. En Paraná, hace semanas que convivimos con el humo, lo cual hace que en una situación de crisis sanitaria por la pandemia, además veamos afectada nuestra salud respiratoria. Hay consecuencias socioambientales porque al afectar los humedales, que son filtros depuradores de agua dulce, se generan inundaciones y sequías que las sufre la población. También tiene consecuencias económicas y sociales porque en los humedales viven isleños, isleñas que producen para su propia supervivencia y los incendios están afectando esas vidas. En muchos casos los incendios llegan hasta las casas y generan pérdidas materiales y culturales”.
Ante las presiones y daños que sufren estos ecosistemas, la pregunta comienza a ser a qué jurisdicción pertenece la toma de decisiones en cuanto a las actividades se realizan sore los humedales. Uno de los puntos rcentrales del fenómeno es que estos territorios no tienen una regulación clara y por ende, la resposabilidad frente a la catástrofe es difusa.
La abogada especialista en Derecho Ambiental y Directora Ejecutiva Fundación CAUCE, Valeria Enderle, explicó que luego de los incendios de 2008 se creó un Plan Estratégico, acordado por el Estado Nacional y las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires, para la conservación y aprovechamiento sostenible del Delta del Paraná. Sin embargo, "la inactividad de estos últimos años a nivel institucional y gubernamental, ha hecho que la situación socioambiental del Delta se haya visto agravada”. En este sentido aseguró: "hoy los humedales no cuentan con una protección jurídica uniforme a nivel nacional. Sólo existen leyes aisladas en algunas provincias". Al respecto, Enderle dijo que "el gobierno de Entre Ríos a nuestro entender no está haciendo lo que debe hacer. Imaginate que recién hace unas semanas decretó la emergencia ambiental cuando ya hubo más de 25.000 focos de incendios en el Delta, cuyo territorio en un 80% es de E.R. Desde Febrero venimos presentando notas y en algunos casos nos han contestado las solicitudes de acceso a la información pero no así a los pedidos de reuniones, por ejemplo".
En esa dirección, Burgos señaló que “Lamentablemente hay sectores del gobierno, la justicia y sectores productivos vinculados al agronegocio y la agroganadería que usan como chivo expiatorio el problema climático. Pero la verdad es que los incendios se dan por intervención humana con el objetivo de expandir las fronteras para la agroganadería de la soja, el maíz transgénico y la especulación inmobiliaria. Incluso, la bajante histórica del Paraná y las sequías, también son consecuencia de una crisis ambiental que producen estos modelos productivos. los incendios masivos afectan los ciclos de las lluvias, por ejemplo”.
La Ley de Humedales es una exigencia común de todas las organizaciones medioambientales que se encuentran luchando contra los incendios y procuran recuperar estos espacios naturales. Tras ser consultadas, ambas entrevistadas coincidieron en que Argentina necesita una norma nacional que tenga una definición de humedales adecuada y defina una autoridad nacional fuerte que la aplique. También sostuvieron la urgencia de realizar un relevamiento de los humedales para contar con información clara y pública. Asimismo, ambas remarcaron la importancia de que los y las isleñas tengan poder de decisión y participación en el proceso de la ley ya que son quienes viven, producen y sostienen una cultura.
Al respecto, Enderle explicó: “Necesitamos una Ley de Humedales de presupuestos mínimos, es decir, una base para toda la Argentina que después cada provincia pueda aumentar o igualar pero nunca disminuir la protección. Esta norma debe contemplar el inventario y el ordenamiento del territorio, tener una autoridad nacional fuerte que aplique la ley y un fondo.Además, una perspectiva ecocéntrica, de derechos y principios claves como el indubio pro acqua, in dubio pro natura y de no regresión”, explicó Valeria Enderle. Asimismo agregó que “es preciso que la norma contemple los modos de vida, los conocimientos tradicionales y una perspectiva de género en la participación en los debates, en reuniones que se generen por la ley y en su implementación. Se deben contemplar las tareas de cuidado que hacen las mujeres de los humedales al igual que sus actividades en relación a producciones artesanales, huertas y alimentos y por otro lado que también se destinen fondos para proyectos con esta perspectiva y con esta lógica”.
Sobre este punto, Burgos dijo que “hay al menos tres actividades que tienen como consecuencia directa los incendios. Dependiendo de la zona en la cual se realice el incendio, depende la actividad extractiva que lleve adelante. Por eso, desde la Red Ecosocialista creemos que directamente hay que declararlos como un patrimonio intangible y prohibir toda actividad extractiva que los afecte. Creemos fundamental realizar un relevamiento en todo el país para tener un control social sobre los humedales. Tienen que ser las poblaciones que los rodean las que hagan un control porque no podemos confiar ni en la justicia ni en los gobiernos. La Ley de Humedales debe servir para discutir un modelo productivo en su conjunto. Debemos volver a recuperar las decisiones sobre la producción, distribución y planificación al servicio de las necesidades sociales y no de las ganancias de unos pocos”.
Actualmente existen numerosos proyectos en la Cámara de Diputados y en el Senado de la Nación. El primer desafío que se presenta es la falta de consenso para definir un texto único. Por otro lado, “existe una gran presión de determinados sectores agropecuarios, inmobiliarios y mineros. Por lo tanto, dependerá de los legisladores y legisladoras, que podamos lograr una ley que sea la mejor para la protección y conservación de los humedales de nuestro país”, afirmó Enderle.