Lutzky: "No existe, en absoluto, prueba suficiente de la existencia de una Trafic- bomba"
Por Enrique de la Calle
El excelente documental de Netflix sobre el fiscal fallecido en 2015 Alberto Nisman dedica muchos minutos a indagar sobre las idas y vueltas de la Justicia argentina sobre la explosión en AMIA. Hoy, más de 20 años después, la Justicia local sigue sin poder decir prácticamente nada convincente sobre lo que pasó aquella mañana de 1994, cuando fueron asesinadas casi 100 personas. ¿Fue un coche bomba? ¿Existió un terrorista que se inmoló? ¿Fueron los iraníes? ¿Qué otras pistas existen?
AGENCIA PACO URONDO compartirá diálogos con periodistas que investigaron el caso en estos años. Uno de ellos, es Horacio Lutzky, autor de los libros: “Caso AMIA, la deuda interna” (2003), “Brindando sobre los Escombros. La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento” (2012), “Iosi, el espía arrepentido” en coautoría con Miriam Lewin (2015) y “La Explosión” (2017).
"Básicamente, considero que no existe, en absoluto, prueba suficiente de la existencia de una Trafic- bomba", resumió Lutzky. En el documental citado, se muestra la increíble conferencia en la que Nisman anuncia la existencia de pruebas sobre un conductor suicida, que pertenecería al Hezbolá, con vínculos con Irán. En 2005, Nisman se reunió en Estados Unidos con dos hermanos de Ibrahim Berro (por sugerencia de Antonio Stiusso) y de regreso en Argentina aseguró que le habían confirmado que Ibrahim se había inmolado en AMIA. Los familiares negaron haber dicho tal cosa y así consta en las traducciones oficiales que existen sobre el encuentro de Nisman con los libaneses.
Sin embargo, la no existencia de una Trafic - Bomba para Lutzky no desautoriza la llamada pista iraní, aunque vinculada a otras líneas de investigación. "Los elementos que señalan el más que probable involucramiento iraní surgen, no del expediente judicial, sino de documentos, constancias e investigaciones ajenos a la causa AMIA, porque la llamada causa AMIA es una vergüenza donde nada se puede fundar", describió.
"El círculo sirio-iraní-local-policia federal y Side (según se probó ante el TOF 2) apareció siempre en el centro de las maniobras encubridoras, dirigidas por el gobierno de Menem junto a la dirigencia de la DAIA", insistió en diálogo con APU.
Sobre la existencia o no de una Trafic - bomba (26 años después no se sabe a ciencia cierta cómo explotó el edificio), Lutzky recomendó un artículo propio de diciembre de 2016, cuando una nueva pericia volvió a insistir sobre esa hipótesis. "Existen sobrados motivos que justifican mantener una actitud mucho más prudente, a contrapelo de las ansias generalizadas de dar por esclarecida la mecánica del atentado", escribió Lutzky.
La pericia en cuestión habría encontrado esquirlas de la famosa Trafic blanca en cuerpos de víctimas. Lutzky recordó que "no puede perderse de vista que las fotos posteriores a la explosión muestran varios vehículos desintegrados, con pérdida de todo tipo de fragmentos que volaron como proyectiles en diversas direcciones". Y volvió a los testimonios de los sobrevivientes Daniel Joffe y Gabriel Villalba, que no vieron ninguna camionera. En el caso de Joffe, que perdió un ojo por la explosión, aseguró que la misma noche del atentado le mencionaron la existencia de una Trafic en el hospital de Clínicas donde lo atendieron. "Y aunque primero lo negó, terminó por reconocer que una persona que se presentó como agente de la SIDE lo amenazó: 'Cuidá a tu familia. Es lo mismo morir bajo los escombros de la AMIA que de un balazo en la cabeza'".