Denuncian a efectivos del Centro de Operaciones de Tigre por el asesinato de un trabajador
Franco Cardozo, un joven trabajador oriundo de la localidad de Don Torcuato, partido de Tigre, falleció el sábado 29 de mayo, luego de ser detenido por agentes del Centro de Operaciones de Tigre. El hecho de violencia institucional fue denunciado por la familia de la víctima que señaló que el joven recibió golpes por parte de las fuerzas de seguridad local. Desde el COT sostienen que el joven falleció por un paro cardiaco.
Por otro lado, desde la familia señalan que en la autopsia se confirmó que Cardozo había sido golpeado por los agentes policiales. Además, familiares de la víctima fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad cuando se acercaron este sábado a la fiscalía de la zona para solicitar respuestas.
En este marco, este lunes 31 de mayo, la fiscal Virginia Toso allanó la sede del COT y la Municipalidad de Tigre, ante la negativa del Intendente de entregar las cámaras de seguridad de los móviles y la información del personal actuante en los hechos del fin de semana en Don Torcuato.
Los antecedentes violentos del COT
Los sucesos de violencia por parte de la fuerza de seguridad municipal no son nuevos. En los últimos años hubo diversas movilizaciones en los barrios de Benavidez, Las Tunas y Ricardo Rojas pidiendo justicia a raíz de varios casos de violencia policial. En diciembre del 2020 fue aprobado en el consejo deliberante la utilización de las pistolas Taser por parte del personal policial, proyecto impulsado por la coalición “Juntos por el Cambio” del distrito de Tigre.
Cabe recordar que la fuerza de seguridad contrató entre sus filas al uniformado Héctor Eusebio “El Paraguayo Sosa, responsable del asesinato a sangre fría del joven Víctor “El Frente” Vidal, en 1999. Además, es acusado de otras dos muertes.
Sosa estuvo detenido por el crimen mencionado dos años y salió en libertad. Según la abogada de María del Carmen Verdu la libertad del agente concreto por actuación del Poder Judicial. “Casación revoco y fue absuelto escandalosamente en el segundo juicio porque se omitieron dos testimonios esenciales”, señaló la abogada.
Actualmente Héctor “El Paraguayo” Sosa es pastor evangélico con su esposa y ambos manejan una iglesia en la localidad de Garín.