Policía que estuvo en operativo en Villa Azul no murió de coronavirus: la madre responsabilizó a la clínica
Por Diego Moneta
El fin de semana pasado, todavía no hay confirmación exacta, la oficial Daiana Soledad Barrios falleció en el policlínico de Lomas de Zamora. Rápidamente, distintos medios comenzaron a circular la versión de que era el segundo fallecimiento por coronavirus dentro de una fuerza policial, tras la muerte de Eduardo Benítez, integrante de la división motorizada de La Matanza.
Sin embargo, aún no se conocen los resultados de la autopsia. Desde la familia remarcan los cuidados extremos que tomaba Daiana y denuncian la responsabilidad de la clínica. Agencia Paco Urondo dialogó con la madre, Marina Cáceres.
APU: ¿Cuál era la situación de Daiana?
Marina Caceres: Daiana estuvo resguardada desde que comenzó la cuarentena en marzo por tener a su marido y a mí que somos grupo de riesgo. El esposo tiene bronquiectasia y yo soy diabética hipertensa. El 3 de abril la llamaron para trabajar de vuelta. Participó en operativos en Villa Azul, y estuvo en bancos y saliendo a móviles. Nosotros pensábamos que la fuerza le iba a decir que vuelva a resguardo por temor a contagiar a su marido, pero no, ella siguió trabajando.
APU: ¿En qué momento ella comienza a sentirse mal?
Marina Cáceres: Ella nunca había tenido ningún tipo de síntoma anteriormente. Siempre tomó todas las precauciones que corresponden y después se ocupaba de su marido y de sus hijos. El domingo 21 de junio, mientras comíamos, me dice que no siente el gusto ni el olfato. Llamó a su base y a emergencias, de donde vinieron después de dos días para decirle que la iban a venir a buscar para hacerle un hisopado. Nunca vinieron. Después de insistir, el sábado 27 a la madrugada le dejan la orden para realizárselo, y horas tarde la llevan al policlínico. Ese fue el último día que vi a mi hija.
APU: ¿Qué pudieron saber de su situación en la clínica?
Marina Cáceres: El esposo estuvo hablando con ella durante todo el dia y en ningún momento manifestó que le dolía algo o que le hubieran venido a poner algo en la vía intravenosa. En la historia clínica dibujaron que a las 23:30 fueron a verla y le pusieron una buscapina intravenosa por cólicos renales. En el transcurso de la noche nadie nos avisó nada mientras nosotros la estábamos llamando. Incluso llamamos al policlínico y no contestaban. Tuvo que ir mi yerno en coche, en medio de la pandemia y sin permiso, y al principio tampoco le decían información. Después vino el administrador de la clínica y le dijo que ella ya había fallecido.
APU: ¿Qué respuesta te dieron a vos desde la clínica?
Marina Cáceres: Conmigo también habló el administrador, y al lado de él estaba el enfermero, que nunca me dijo su nombre, que le inyectó la buscapina y firmó la historia clínica. Tuve que pelear para poder ver el cuerpo de mi hija. Yo sentí que me estaban boludeando porque el supuesto uniforme que me exigían para poder verla era ropa común de quirófano, que estaba encima del escritorio.
Mi hija estaba en una habitación diminuta, arriba de una camilla y ya envuelta en una bolsa roja, que por protocolo significa que tiene el virus, pero el resultado todavía no estaba. Me di cuenta que en el cuello, en la espalda y en la zona izquierda lumbar tenía una reacción alérgica, como un hematoma inmenso. Lo primero que pensé es que le habían dado algo para que le dé esa reacción.
APU: ¿Con qué información se cuenta para saber el causante de muerte?
Marina Cáceres: A ella le hicieron el hisopado el sábado a la mañana y estábamos esperando el resultado. Si ella hubiera contraído el virus, el primer contagio posterior era mi yerno, pero nosotros estábamos bien. Después de ver el cuerpo hice la denuncia en la comisaría. La averiguación de causales de muerte quedó radicada en la Unidad Fiscal de Investigación Nº 7 de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal Nicolás Espejo, quien ya cuenta con la historia clínica. Ahora estamos esperando el resultado de la autopsia, que se la hicieron el martes. Los hisopados al grupo familiar dieron negativo. El jueves a la mañana fui a retirar el cuerpo de la morgue, la dejé en un cajón bajo tierra y acá estoy, esperando que se esclarezca su muerte.
APU: ¿Cuál fue el papel de los medios?
Marina Cáceres: Con mi hija y mi yerno hablaron dos medios por vía telefónica, pero yo quiero que llegue a la televisión para que se sepa la situación. La sarta de mentiras que han dicho en un principio queremos limpiarla. Incluso Canal 2 mostró fotos de los nenes cuando no tendrían que haberlo hecho. Los medios tuvieron la información que daba la clínica, por eso era todo mentira. Nosotros necesitamos hacer el descargo correspondiente porque a mi hija me la mataron.Tenemos que esperar la respuesta de la autopsia, pero quiero que se sepa, porque no es que tuvo un problema cardiaco o respiratorio, nada de eso. La clínica quiso esconder algo.
APU: ¿Cómo sigue la familia después de todo?
Marina Cáceres: A mi hijo, cuando volvía de enterrar a su hermana, le sacaron el coche, su único medio para moverse. Yo necesito hacer un montón de trámites y no tengo internet. Lo quisimos pedir y por el tema de la pandemia no vienen a instalar nada. En este momento nos quedamos sin nada. Estamos subsistiendo gracias a la ayuda de gente conocida. Nos han traído leche y pañales para los dos chicos. También unos familiares de Entre Ríos, poco o mucho, nos ayudan.
La información para cooperar con Marina:
Caja de ahorro - Banco Nación
0110091430009106621815
Marina Isabel Cáceres