La Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata repudió ajuste de Milei en Ciencia y Tecnología
Atento al desfinanciamiento en Ciencia y Tecnología promovido por el gobierno de Javier Milei, que este año alcanzó el mínimo histórico de 0,164% del PBI desde que se registra tal financiamiento, la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata ha sacado un comunicado manifestando su posición.
Recordemos que la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), creada en diciembre de 1996, aunque ha tenido restructuraciones, tiene como misión la de “organizar y administrar instrumentos para fomentar la investigación, desarrollo tecnológico y la innovación en Argentina, transformando conocimiento en beneficios para la sociedad”. Además, lleva la administración de los instrumentos de financiamiento tales como los Proyectos de Investigación en Ciencia y Tecnología (PICT), los que tienen por “objeto la generación de nuevos conocimientos en todas las áreas de ciencia y técnica. Los resultados están destinados a priori al dominio público y no están sujetos a condiciones de confidencialidad comercial”.
Declaración completa: "Desfinanciamiento sin precedentes"
La Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata expresa su más profunda preocupación y rechazo ante la decisión del Directorio de la Agencia I+D+i del 4 de diciembre de 2025 de anular las convocatorias a proyectos de investigación PICT 2022 —ya adjudicados— y cerrar definitivamente la convocatoria 2023.
Esta medida constituye un golpe devastador y sin precedentes a la capacidad de investigación del país, y condena a la desaparición de grupos y líneas de trabajo. Según datos públicos, la inversión en Ciencia y Tecnología caerá a un mínimo histórico del 0,164% del PBI en 2025, un deterioro del 45,3% en apenas dos años, situando a la Argentina en una posición de desinversión sin paralelo en la región. Esta situación afecta de manera directa a las universidades nacionales, donde se desarrolla una parte sustancial de la investigación científica, y compromete la formación de nuevas generaciones, así como la transferencia de conocimiento al sistema socio-productivo, educativo y sanitario.
Para nuestra Facultad, comunidad dedicada a la generación de conocimiento, la formación de profesionales y la investigación en ciencias básicas y aplicadas, las consecuencias son directas y graves:
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Asfixia financiera a la investigación: Se paraliza el principal instrumento de financiamiento competitivo (PICT), dejando sin recursos a decenas de proyectos de nuestras unidades de investigación que habían sido seleccionados en concursos transparentes y por mérito científico.
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Compromiso de la formación de calidad: La excelencia académica se construye con docentes-investigadores que transmiten conocimiento de frontera. La falta de fondos para investigación y el deterioro salarial (que supera el 30%) ponen en riesgo esta sinergia virtuosa y fomentan un éxodo de talento científico-docente, empobreciendo la educación pública.
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Falsa dicotomía entre ciencia básica y aplicada: Rechazamos el argumento que prioriza únicamente proyectos con retorno inmediato o vinculación empresarial, despreciando la investigación básica. La ciencia básica y la aplicada forman parte de un mismo entramado virtuoso. No hay innovación tecnológica ni soluciones aplicadas posibles sin una base sólida de conocimiento fundamental.
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No hay Universidades de calidad sin ciencia: Para que las universidades no sean solamente lugares donde se enseña lo que ya se conoce, debe haber también creación de conocimiento a través de la investigación científica. De otra manera, nuestras universidades y nuestro país estarán condenados al retraso.
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Abandono de las futuras generaciones: La eliminación de becas de investigación de la Agencia (de 1300 en 2023 a 600 en la actualidad, sin renovación) cercena las perspectivas de los jóvenes científicos, hipotecando el futuro del país.
La anunciada convocatoria a proyectos con empresas, de monto reducido y alcance marginal, no sustituye de manera alguna a una política integral de ciencia y tecnología. Por el contrario, consolida el abandono de la investigación como bien público y estrategia de desarrollo nacional.
Ningún país que haya alcanzado niveles de desarrollo lo ha hecho sin un sistema científico sólido, autónomo y sostenido por el Estado. Desde la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP, históricamente comprometida con el progreso científico del país, responsabilizamos al Gobierno Nacional y a las actuales autoridades de la Agencia I+D+i por la destrucción sistemática de este sistema.
Instamos a las autoridades nacionales a revertir de inmediato estas decisiones, a restablecer los mecanismos de financiamiento regular y competitivo para todas las áreas del conocimiento, y a diseñar una política de Estado que valore la ciencia como pilar fundamental para el desarrollo soberano, la inclusión social y la construcción de un futuro mejor.
Invitamos a toda nuestra comunidad universitaria, de ciencia y tecnología, a profesionales, a los sectores sociales y productivos y a la sociedad en su conjunto, a defender activamente la ciencia pública argentina.
Porque sin ciencia no hay futuro, y sin universidades públicas no hay ciencia posible.