Rebeca Cherep de Guber, protagonista fundamental de la computación Argentina

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Rebeca Cherep de Guber, protagonista fundamental de la computación Argentina

31 Agosto 2020

Por Pablo Jacovkis*

Rebeca Cherep de Guber, Rebe, que falleció el 25 de agosto pasado, fue la más importante protagonista femenina de los comienzos de la computación en Argentina. Nacida en un hogar humilde en 1926, tuvo apoyo familiar para estudiar y obtuvo un título de doctora en matemáticas en la Universidad Nacional de La Plata en 1949. Su tema de tesis, sobre “el estudio de los invariantes afines asociados de las curvas del espacio y de ciertos elementos geométricos ligados con las mismas de manera afín”, indicaba que su futuro debía estar en la Universidad, como docente e investigadora. Pero sus diferencias con el peronismo le cerraron las puertas de la Universidad. Por lo cual, después de su casamiento con el ingeniero José Guber, se dedicó a escribir, en colaboración con Manuel Sadosky, el libro sobre cálculo diferencial e integral en dos tomos. El famoso “Sadosky-Guber”, fue material de cabecera para estudiantes de ingeniería y otras carreras de ciencias exactas y naturales durante muchísimo tiempo desde su primera edición en 1956 (su 22° y última reimpresión fue en 2004; luego prosiguió en formato digital).

En el contexto de la "Revolución Libertadora", en 1955, volvió a la universidad y fue entre 1960 y 1966 la Secretaria Técnica del Instituto de Cálculo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, que en esa época era la columna vertebral de la matemática aplicada y de la computación en la Universidad. De hecho, Rebe era la máxima autoridad del instituto después de su director (y amigo personal) Manuel Sadosky. El instituto, aparte de ser la base de la primera carrera universitaria de computación en Argentina, creada en 1963, alojó la primera computadora universitaria a partir de 1961 y, gracias a la capacidad organizativa de Rebe, realizó investigación en análisis numérico, estadística, investigación operativa, mecánica aplicada, economía, lingüística computacional, ingeniería electrónica y programación (área en la cual se diseñó un lenguaje computacional, COMIC, útil para los proyectos de modelización matemática del instituto). Cabe mencionar, entre los numerosos proyectos de investigación aplicada desarrollados en dicho instituto, los modelos económicos dirigidos por Oscar Varsavsky, que luego fueron usados en otros países latinoamericanos (Venezuela, Bolivia, Chile), los modelos de ríos con fondo móvil dirigidos por Mario Gradowczyk, más muchos trabajos para terceros. Rebeca dirigió la mayor parte de las negociaciones que dieron lugar a los correspondientes convenios, cuando correspondía. 

Al poco tiempo de ser derrocado el presidente constitucional Illia en 1966 por un golpe militar, el nuevo gobierno abolió la autonomía universitaria y, tras una violenta represión al anochecer del 29 de julio, detuvo a numerosos docentes, graduados y estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas. Luego de este episodio, se produjo una renuncia masiva de docentes, entre ellos de Rebe y casi todos los colaboradores del Instituto de Cálculo. Alejada de la Universidad, junto a Manuel Sadosky, Juan Chamero y David Jacovkis, fundaron una consultora en modelización matemática computacional, ACT, Asesores Científico Técnicos. La consultora no solamente llevó a cabo trabajos importantes, sino que, efectivamente, permitió que numerosos ex integrantes del Instituto de Cálculo y de otras dependencias de la Universidad, siguieran desarrollándose profesionalmente o tuvieran lugar de trabajo hasta encontrar horizontes mejores, con lo cual también ese propósito se cumplió. En ACT los contactos industriales y empresariales de Rebe y su capacidad de gestión fueron vitales para la obtención de contratos y para poder llevarlos exitosamente a cabo. Entre dichos contratos se pueden mencionar el estudio de la factibilidad técnico-económica de la avenida Nueve de Julio de la ciudad de Buenos Aires y el modelo matemático de la cuenca del Plata, en colaboración con una firma francesa. Si bien algunos estudios de ingeniería ya habían utilizado software (usualmente embebido) para cálculo de estructuras, ACT fue la primera consultora argentina cuya especialidad profesional fue la preparación e implementación de modelos matemáticos computacionales, el software y los servicios informáticos. 

En 1970 los cuatro socios originales de ACT vendieron la empresa a algunos de sus empleados. Rebe fue un tiempo asesora y posteriormente directora de APS, Asociación de Prestaciones Sociales, una obra social empresarial creada a principios de esa década, estrechamente ligada a la Confederación General Económica, CGE, cámara empresaria en la cual tenían relevancia el ingeniero Guber, el ingeniero Broner, y otros representantes de un interesante grupo de empresarios surgidos en general durante el peronismo. De hecho, la CGE, fundada como en 1952 durante el gobierno de Perón, fue disuelta luego de su derrocamiento en 1955 y recreada en 1958, y tuvo su mayor influencia al ser designado su presidente (y fundador original) José Ber Gelbard Ministro de Economía en 1973, al volver el peronismo al gobierno (el ingeniero Julio Broner pasó entonces a presidirla). La situación política en Argentina, ya muy deteriorada durante el gobierno de Isabel Perón (1974-76), se agravó luego del golpe militar de marzo de 1976 que instaló al general Videla como presidente al frente de la más sanguinaria dictadura de Argentina del siglo XX. Los empresarios amigos y conocidos de Rebe ligados a la CGE, entre ellos Gelbard y Broner, fueron perseguidos por la dictadura, y muchos se refugiaron en el exterior, en particular en Venezuela. Rebeca fue obligada a renunciar a APS en abril de 1976 y un año después emigró a Caracas, donde permaneció hasta 1983. En Venezuela fue coordinadora del Departamento de Matemática de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela, en Caracas, y fue asesora de la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho, de la aseguradora AXXA, de una red de compañías de seguros, y de sanatorios. 

 A su regreso, en las primeras elecciones, Raúl Alfonsín fue electo presidente en 1983, y nombró a Sadosky Secretario de Ciencia y Técnica de la Nación. La Secretaría incluía una Subsecretaría de Informática, una decisión política, aún más explícita, de la importancia de la informática para el futuro científico del país (con el golpe de estado de 1966 la informática, disciplina naciente en Argentina, había quedado totalmente desmantelada y el país, que a principios de la década de 1960 era pionero en América del Sur, había quedado bastante atrás de Chile y Brasil). Rebe fue su asesora hasta 1986, y a partir de ese año fue Subsecretaria de Coordinación Operativa; quedando así como la persona más importante de la Secretaría, después de Sadosky. Entre las iniciativas que llevó adelante estuvieron la creación de la Escuela Superior Latinoamericana de Informática (ESLAI), instituto de élite de enseñanza de computación que pereció por asfixia económica poco después de asumir la presidencia Carlos Menem en 1989, y el INTECH, Instituto Tecnológico de Chascomús, que sobrevivió y funciona exitosamente. La ESLAI, pese a su corta duración, tuvo un papel relevante en la recuperación de la actividad académico en informática en el país.

 Rebe siguió colaborando en la función pública argentina hasta hace unos diez años, en que, pasados los ochenta años, se retiró de la vida pública. En la década de 1990 fue asesora en la Subsecretaría de Estudios Económicos del Ministerio de Economía y en la Secretaría de Políticas Universitarias (en ambas reparticiones cuando fue Subsecretario y Secretario, respectivamente, el licenciado Juan Carlos del Bello). Allí tuvo participación protagónica en la creación e implementación del Programa de Incentivos para docentes. Entre los años 2000 y 2002 fue asesora de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) de la Provincia de Buenos Aires, donde creó el Programa CON/CIENCIA, un proyecto de enseñanza de la ciencia en escuelas de la Provincia de Buenos Aires, que incluyó 122 escuelas medias de la Provincia. Entre 2003 y 2005 fue asesora del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), el organismo oficial que unifica la orientación y dirige todas las actividades estadísticas oficiales argentinas. En el período 1999-2009 fue miembro del Directorio de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, organismo oficial que otorga líneas de financiamiento desde investigación básica hasta a empresas interesadas en mejorar su competitividad a partir de la innovación tecnológica. En 2007 fue miembro de la Comisión Nacional para el Mejoramiento de la Enseñanza de las Ciencias Naturales y la Matemática, y su participación en ella mostró un protagonismo y una meticulosidad notables en todas las áreas bajo discusión; fue  colaboradora (e integrante del grupo fundador) del Centro Redes, instituto dedicado a estudiar la relación entre ciencia y sociedad y especializado en determinar parámetros de producción científica en Latinoamérica: su participación, y la del ya fallecido ingeniero Carlos Martínez Vidal (especialista destacado en políticas tecnológicas en países en vías de desarrollo) fueron fundamentales para el éxito de una institución creada en el medio de la mayor crisis económica de Argentina en muchas décadas.

En una Argentina marcada por gobiernos autoritarios, dictaduras militares, y gobiernos civiles débiles desde 1930 hasta 1983, y por gobiernos democráticos que dedicaron muy poco presupuesto (al menos hasta los primeros años de este siglo) a la ciencia y a la tecnología, Rebe Guber es un ejemplo de esfuerzo y optimismo. En los comienzos de la computación en Argentina, Rebe fue una protagonista fundamental en la institución académica (el Instituto de Cálculo) que llevó adelante la política científica y tecnológica en informática; contribuyó (con sus tres socios) a mantener un pequeño nicho de supervivencia informática de alto nivel en los cuatro años posteriores al desmantelamiento de dicho instituto; producida la recuperación democrática en 1983 fue factor clave en la creación y funcionamiento de la ESLAI. Institución que, pese a su corta duración, significó un catalizador poderoso en la recuperación académica de la informática, tanto por su “efecto derrame” sobre el sistema académico nacional, como por la posterior incorporación a universidades nacionales (y a empresas privadas) de brillantes ex alumnos. Sus intereses se extendieron, en diversos cargos públicos, a numerosas acciones de fuerte impacto en la enseñanza e investigación científica más allá de la informática. Claramente fue una de las personalidades más importante en la etapa fundacional de la informática argentina. Su trayectoria en el ámbito de la gestión científica y tecnológica, a partir de la restauración democrática en 1983, es seguramente la más influyente dentro de las trabajadoras de la ciencia. Su mérito, ya de por sí significativo, se acrecienta teniendo en cuenta que todavía en Argentina, la mayoría de los cargos de gestión en ciencia y tecnología son coto masculino casi cerrado.

 

*Licenciado y doctor en matemáticas por la Universidad de Buenos Aires. Fue Director del Departamento de Matemática de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, y Director del Instituto de Cálculo, Secretario Académico y Decano durante dos períodos (1998-2002 y 2002-2006) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la misma Universidad. Fue además Presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas y Miembro del Directorio de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. Actualmente es Secretario de Investigación y Desarrollo de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, Director del Centro Interdisciplinario de Estudios Avanzados CIEA UNTREF y profesor emérito de la Universidad de Buenos Aires.