Clarín: "Los dirigentes de La Cámpora tienen genes de Montoneros"
Por Osvaldo Pepe SECRETARIO DE REDACCION DE CLARIN
Entre julio de 2008 y diciembre de 2011 Aerolíneas Argentinas recibió del Estado US$ 2.439 millones para poder volar.
Pero apenas un 10% de esos gastos fue para renovar y mejorar su flota, que la Presidenta había calificado como “la más nueva” de la región, aunque sea la séptima (Ver: Aerolíneas sólo invirtió 10% de lo que recibió en aviones).
Aerolíneas está en manos de La Cámpora, la emblemática compañía es la “gran caja” de la agrupación juvenil que, como pocas, refleja el espíritu vivo del kirchnerismo cristinista.
Hoy los “jóvenes imberbes” capítulo II tienen 10 diputados nacionales, 6 diputados provinciales, 3 senadores provinciales, 15 concejales a nivel nacional, 3 intendencias, dos viceministros (Kiciloff en Economía, Julián Alvarez en Justicia), además de controlar la agencia oficial de noticias y de haber colado miembros en directorios de empresas privadas, como en el caso de Techint.
Esa acumulación de poder no sería posible sin que la Presidenta hubiese abierto las puertas para el “trasvasamiento generacional” capítulo II. Muchos de ellos son hijos o familiares de militantes montoneros.
Los identifica el mismo gen que a sus padres.
No es el coraje que, aun en el error, mostraron aquellos cuadros armados que desafiaron al propio Perón, sino la soberbia.
Sentados en pilas de dineros públicos, como en Aerolíneas, ejercen sus modernas militancias de escritorio.
Como en Montoneros, no todos responden a esa lógica. Pero la cúpula remeda en su filosofía y modos a aquella conducción que mandó al matadero a miles de jóvenes convencidos . Esta nueva versión de la “juventud maravillosa” capítulo II podría decirse que encarna una “soberbia desarmada”.
No matan, adoctrinan a jóvenes incautos y los intoxican con una falsa épica.
Berrean enojados desde las tribunas, siempre con acceso privilegiado en actos públicos, hasta en los más solemnes.
Gritan desde el poder a favor del poder.
Son contestatarios no se sabe de qué.
Y tampoco se sabe a quién desafían . Eso sí, será porque Aerolíneas es su gran base operativa, no corren: vuelan . Son rapidísimos. Predican poder y negocios, sin ejercer la violencia. Consuelo pobre para estos herederos del “relato”, administradores de la “aerolínea de bandera” que funciona a pérdida. Y creen que eso es un orgullo.