FPT: los cambios que proponía Tinelli
Por Enrique de la Calle
Según pudo reconstruir AGENCIA PACO URONDO, el productor televisivo quería realizar varios cambios importantes en el modo en que se televisa el fútbol argentino, los cuales fueron rechazados por el Gobierno Nacional, pero también por periodistas que trabajan en la transmisión y por la dirigencia de ese deporte.
En resumen, Marcelo Tinelli pretendía una pantalla menos politizada y “estéticamente más linda”. En relación al primer ítem, se propuso quitar la publicidad estatal (reemplazarla por privada) y a todos los periodistas que fueran o parecieran kirchneristas. El caso de Javier Vicente, “el relator militante”, es el más conocido pero no el único. De hecho, muchos colegas fueron “suspendidos” de cara al primer partido, hasta que finalmente se suspendió el acuerdo con el conductor y debieron volver a sus puestos de trabajo.
“Iban a echar o frizar a medio plantel de laburantes por razones no profesionales: políticas, de género, estéticas y de encono personal. No querían mujeres, ni gordos, ni muy kirchneristas. Era una razzia”, señaló en off un periodista habitual del Fútbol Para Todos (FPT). “Acá hay un actor que es nefasto y que no se nombra, que es Torneos y Competencia”, en referencia a la empresa que trabaja junto al Estado en las transmisiones y colaborando en la logística técnica.
Entre los cambios estéticos, Tinelli quería sumar a la plantilla a relatores de renombre, como Mariano Closs, Sebastián Vignolo o Pablo Varsky. Según trascendió en la prensa, esos periodistas iban a obtener salarios similares a los ingresos de algunos clubes de ascenso. Esa posibilidad (nunca desmentida por el animador ni sus acompañantes) hizo que muchos dirigentes pusieran el grito en el cielo. “Cómo le explicás al presidente de tal equipo del interior que va a recibir lo mismo que un periodista”, graficó un dirigente.
El affaire terminó entre mucha polvareda mediática. Por lo que pudo verse en la primera fecha jugada este fin de semana, el FPT seguirá sin grandes cambios en 2014. Incluso se rumorea que Marcelo Araujo podría regresar a las transmisiones, a pesar de las críticas de propios y extraños. De cualquier modo, y más allá de Tinelli, el actual puede ser un buen momento para que el Estado de cuenta de algunas críticas al programa y las aproveche para mejorarlo y consolidarlo.