Para Clarín, la regulación estatal "es el más duro golpe a la libertad de expresión"

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Para Clarín, la regulación estatal "es el más duro golpe a la libertad de expresión"

16 Diciembre 2011

"El proyecto que da al Gobierno el control del papel de diario asesta uno de los más duros golpes a la libertad de expresión.

"El Gobierno nacional se encuentra a punto de asestar el más duro golpe a la libertad de expresión en los 28 años de democracia. La pretensión de regular la producción, importación, distribución y comercialización del papel para diarios, con el proyecto que el oficialismo acaba de aprobar imponiendo su mayoría en la Cámara de Diputados, colocará a toda la prensa gráfica argentina bajo el ojo tutelar del Ejecutivo y la dejará expuesta a los dictados de un gobierno que ha dado sobradas muestras de intolerancia y hostilidad hacia las voces críticas y los medios que no comparten sus acciones ni se someten a sus dictados.

"Como ocurriera hace dos años con la ley de medios audiovisuales, se trata nuevamente de una ley con nombre y apellido: se busca expropiar a los principales accionistas de la empresa Papel Prensa, los diarios Clarín y La Nación, para transformar a esta empresa, que abastece hoy a más de 170 diarios argentinos, en un instrumento domesticado y al servicio del poder político. Esta estatización, además de representar una medida confiscatoria y, como tal, un grave e inadmisible despojo reñido con los derechos y garantías constitucionales, implica – por sus características y consecuencias – una grave y directa lesión a la libertad de expresión en nuestro país. Con la misma discrecionalidad con la que se usa la publicidad oficial para premiar a los medios adictos y castigar a los que no lo son, ahora se busca controlar la producción y abastecimiento de papel para diarios lo cual, combinado con el control de las importaciones de dicho insumo, pone en sus manos un decisivo poder de presión sobre los medios gráficos.

"El pasado argentino es aleccionador del daño capaz de provocar el cercenamiento de la libertad de prensa por parte del Estado. Además de sufrir las coerciones de dictaduras y atropellos de gobernantes arbitrarios, el país ya vivió períodos en los que los cupos de papel eran manejados por los gobiernos de turno para sus fines políticos y negocios particulares. También está allí para mostrarlo la experiencia de Papel de Tucumán, una empresa creada para fabricar papel de diarios que terminó desvirtuada y vaciada de sus propósitos originales. La Argentina se encuentra ahora ante un grave riesgo en un área tan delicada que se vincula con las libertades más básicas de la modernidad y que hacen a la concepción de las personas como dotadas de autonomía: las de expresión y de prensa.

"Tan importantes son estas libertades, y tan comunes las pretensiones de quienes ejercen el poder de acallar las críticas y las disidencias, que es una tradición arraigada en la cultura jurídica la defensa de la libertad de prensa como principio supremo y pilar básico de la democracia. Sobre el mismo se conforma la opinión pública como espacio informado, reflexivo y crítico. Se trata de un presupuesto indispensable de las sociedades pluralistas y el Estado de Derecho. En cambio, como de modo elocuente lo ha mostrado el siglo veinte a través de los regímenes totalitarios más aniquiladores, la opresión a los pueblos comienza con la imposición de formas de censura directa o indirecta.

"Nuestra Constitución le asigna a la libertad de expresión una calidad prioritaria y le prohíbe al Congreso el dictado de leyes que la restrinjan. Asimismo, el derecho internacional prohíbe toda forma de censura. La Convención Americana de Derechos Humanos establece que “no se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos”. Las normas de jerarquía constitucional, de tal forma, le prohíben al Estado promover medios encaminados a impedir la circulación de información, ideas y opiniones. Al impulsar y votar esta ley de control de la palabra impresa, el Gobierno nacional se interna en los umbrales de un cercenamiento de derechos y garantías que, tarde o temprano, todos habremos de lamentar."