¿Qué dijeron Clarín, La Nación y Crónica sobre la reforma en la provincia?
En el blog La Pipi de Caseros I El diario que está firme junto al pueblo informa que los campos tasados en más de 1.200.000 pesos pagarán más impuesto inmobiliario. El pueblo que no tiene esos campos (tiremos un porcentaje: ¿el 97% de los argentinos al menos?) lo lee y sabe intuitivamente que es una buena noticia. Siempre se dice que los que más tienen son los que más deben aportar, no? Es lo que se suele denominar “impuesto progresivo”.
El diario que está firme junto a la oligarquía informa que hay que salir a defender los privilegios con uñas y dientes, es decir, con un lockout patronal que insisten en legitimar como si fuera una medida de fuerza obrera y, por eso, la llaman “paro”. El oligarca mira la montaña de dinero sobre la que está sentado y sabe intuitivamente que puede hacer el apriete, o al menos que es conveniente intentarlo.
El diario que está firme junto a sí mismo informa que se trata de “un conflicto que vuelve”. Las empresas del Grupo Clarín están ante una nueva esperanza, ante una nueva posibilidad de que la coyuntura se convierta en la tabla salvadora de su propio Titanic. Y salen a trabajar, coordinadamente, como corresponde, en pos de salvar a “la patria clarinera”.
El diario que está firme junto a Clarín (porque es una empresa del Grupo) informa que “volvió el ruido de las cacerolas”. Este medio, que se reparte gratis en los trenes y subtes, se propone instalar en “la gente” el principio del fin. Esta dinámica es utilizada por todos los medios y voceros del Grupo: TN, Canal 13, Radio Mitre, Lanata, Nelson Castro y tooodos los que demuestran subirse a la agenda corporativa.
Ya sabemos que no es lo mismo laburar por un sueldo que decidir un lockout patronal desde lujosos departamentos de Recoleta y que tampoco es lo mismo llevar adelante una pyme que operar desde el poder económico para voltear a un gobierno.
Sólo estando cada uno de nosotros en su lugar, seguiremos poniendo en su lugar a los pocos -pero poderosos- que históricamente se han querido quedar con todo.