Biblioteca de Lectura Fácil en una cárcel mendocina
Fotos: Jonathan Elst
Por Prensa Servicio Penitenciario
En todas las cárceles argentinas existe la posibilidad de acceso a la lectura, amparada en el Plan Nacional Bibliotecas Abiertas del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, que ordena una biblioteca, equipamiento y un bibliotecario por cada unidad del país. La noticia a destacar es que la provincia de Mendoza dio un salto con una nueva modalidad: la inauguración de la primera Biblioteca Móvil de Lectura Fácil en la Unidad N° 6 de Jóvenes Adultos del Complejo San Felipe; lleva el nombre del fallecido bibliotecario y trabajador de la educación, Ulises Pirola.
Esta Biblioteca funciona como un club de lectura fácil para construir, desde el plano educativo, una mejor readaptación social de los detenidos y la posibilidad de que adquieran conocimientos que actúen a favor de una vida mejor al momento de abandonar el encierro. Este club es un medio accesible para la comprensión de textos y ha generado, muros adentro, que los internos consigan un apoyo complementario para la lectura, de forma dinámica y objetiva.
El nombre de Ulises Pirola dado a esta valiosa iniciativa de Biblioteca Móvil, tiene un motivo más que justificado; él fue desde 2007 el primer bibliotecario del Complejo San Felipe y allí desarrolló un sinfín de transformaciones ejemplificadoras en favor de la readaptación social, hasta su fallecimiento el 5 de octubre de 2017. Junto al escritor Lucio Albirosa, Pirola propuso la literatura como nexo de reintegración social, hecho que a la fecha logró que quienes pasaron por allí no vuelvan a recaer en delito. También junto a Pablo Moreno y Mauricio Martínez de la División Educación, en el ciclo 2007-2008, lograron instalar el Plan Nacional de Alfabetización dentro del complejo penal y esto fue replicado en todas las unidades penales de la provincia. Luego de la inauguración de la Biblioteca Miguel Hernández, cita intramuros, trabajó para que allí funcione también un espacio de estudio académico desde donde saldrían los primeros ingresos de internos a la Universidad Nacional de Cuyo.
Ulises quiso desde siempre llevar la literatura a los pabellones, por eso tomaba cada mañana y tarde un carrito repleto de libros y salía a recorrer la cárcel, a entregar un poco de esperanza, a brindar su oído a las palabras que llegaban cargadas de problemáticas diversas, desde ventanas y barrotes. “Era un amigo, un hermano de lucha, un tipo que olvidaba el mundo externo cuando atravesaba el muro, siempre con el alma cargada de voluntad y ganas por ser parte de la construcción de un mundo mejor y posible. Para Ulises, la libertad era un acto que debía ser compartido, transmitido y alcanzado por todos. Él fue un sinónimo de todo aquello que libera, que esta biblioteca lleve su nombre es un acto de justicia y amor”, dijo Albirosa en el acto inaugural de la Biblioteca.
Carlos Gutiérrez dicta Literatura en la cárcel de jóvenes adultos del Servicio Penitenciario Provincial y fue quien ideó la posibilidad de llegar con la lectura no sólo a los jóvenes adultos, sino también a todos los sectores del establecimiento carcelario. Todo comenzó con un par de libros de Lengua Franca y luego con otros que llegaron desde España, Cecilia Horta fue quién hizo su aporte desde el viejo continente.
Gutiérrez cuenta con el apoyo de la División Educación del lugar y son muchas las áreas las que convergen en esta nueva experiencia. El director Edgardo Hernández se mostró satisfecho por todo lo conseguido hasta ahora, desde lo educativo y cultural, y apunta a mucho más. Lorena Pérez Botti, Elio Ponciano, Bruno Fabri, Laura Ponce, Valeria Spinelli, Francisco Crescini y Gabriel Pelegrina son parte del equipo educativo, ellos y todo el personal penitenciario están abocados a la construcción de un nuevo paradigma reintegrador y en favor de toda la sociedad. También estuvieron presentes en el acto inaugural los familiares de Pirola: su mamá, esposa e hijo. La inauguración fue musicalizada por Andrés Di Pietro.