Candombe y reparación histórica a los afrorgentinos del tronco colonial

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Candombe y reparación histórica a los afrorgentinos del tronco colonial

27 Mayo 2017

Por Ramiro Comes

Es la primera vez desde que existe la Argentina que el Estado apoya y realiza una producción sobre el tema. Aclarando que afroargentino del tronco colonial es la denominación a la que, con alto grado de consenso,  llegó este colectivo en 2008, después de un profundo trabajo interno. “Centrándose en el prefijo afro por su origen, le agregaron argentino como anclaje geopolítico y afectivo, ayudando así a contrarrestar el proceso de extranjerización que sufren, como se opera desde el sentido común al desestimar que existen y se los considera extranjeros. Del tronco colonial denota su larga permanencia en estas tierras y la descendencia de sus antepasados africanos sursaharianos esclavizados por las elites blancas”.

Esta estrategia les sirvió para empoderarse como colectivo, visibilizarse y diferenciarse de otros colectivos de afrodescendientes, como los caboverdeanos, llegados a Buenos Aires desde los años 20.

Así lo explicaba Pablo Cirio, el 13 de mayo en la sala Guastavino del Centro Nacional de la Música ante más de cincuenta  personas  entre los que se encontraban Carlos Lamadrid, Secretario de la Asociacion Misibamba, Augusto Pérez Guarnieri músico, autor del libro Africa en el aula, y que, junto a Pablo Cirio, están dictando la tercera edición del seminaio de espacialización Afroargentina en el aula: el candombe porteño como transformador educativo, en el Instituto de Investigación en Etnomusicología del Gobierno de la Ciudad. También compartían  la sala músicos, estudiantes,  familias afroporteñas  y escritores como Hueso Ferreira, autor del libro Chico, repique y piano.

Este hecho histórico marca el comienzo de un pequeño reconocimiento institucional, fruto del trabajo mancomunado de Pablo Cirio, sus colaboradores y la comunidad afroargentina, más que de los estamentos del Estado. Esta participación y la aparición del escudo nacional en el CD –que, como toda publicación oficial, la lleva– vino a saldar la  necesidad de este reconocimiento, denotando los fuertes lazos con la creación de nuestra república, no solo por haber regado con su sangre este suelo para la liberación del yugo español y haber sido la mano de obra de prácticamente todo lo que se construía en el periodo colonial e independentista, sino por haber marcado nuestra cultura nacional, siendo unas de las tres ramas, junto a la de los pueblos originarios y la europea.

El acto formal duro hora y media, donde se extrañaron los tambores y mucha de la audiencia se contuvo para no salir a bailar ante los tracks con canciones y videos de nuestro candombe. Pablo Cirio, el autor del trabajo, explicó lo simbólico del evento y narró acotadamente  el esfuerzo y experiencias que lo marcaron en más de 10 años de investigación  que se materializaron en este CD, que tiene un folleto explicativo.

El Cd esta presentado en una caja formato DVD y, como deja claro su título, Música afroporteña: compartiendo el candombe, fue la manera en que los afroporteños del tronco colonial eligieron para compartirlo con la sociedad. La tapa está diseñada sobriamente en tres bandas de rojo, verde y amarillo y en la parte superior la foto capta un momento mágico, en el que una de las protagonistas de este CD, María Elena Lamadrid,  presidente de  Misibamba, aparece junto a Gloria Garay bailando candombe. En la contratapa hay dos fotos, una de la afroporteña Laureana Cairo cuyo apellido era el nombre del barco esclavista que secuestró a sus tatarabuelos del África Bantú. Abajo llama  la atención la foto de tres elementos, que en determinado momento de la charla mostró Pablo. Son tres pulseras de cascabel, llamadas cascabeleras que, lejos de ser juguetes fueron usadas por los esclavizados a manera de control social, delatando su presencia a través de su sonido, el que impedían que estos se fugaran. Datan de los  siglos XVIII y XIX y son de la colección de Cirio.

Además de su tapa y contratapa, lo más interesante y revelador se encuentra en los 37 tracks presentados de manera explicativa en el folleto donde se cuenta la historia de los afroporteños, su demografía, su ubicación geográfica y su relación con la música desde diferentes perspectivas.

En este trabajo apreciamos géneros como candombe ,zemba, tango, makumba, rumba abierta, entre otros, pero que tiene una particularidad en su organización, se divide en cuatro grandes familias estilísticas que como el autor cita que “sólo deben tomarse a fines analíticos”, pero que ayudan a organizar y comprender este complejo repertorio. Cada familia estilística es acompañada de una explicación que, a pesar del lenguaje técnico utilizado es bastante clara, así como las explicaciones  y detalles de la interpretación de cada canción.  

La primera de las familias es Ancestral africano del track 1 al 8, son las canciones más antiguas , se suponen que fueron gestadas en África. Sus textos son breves y están en lenguas africanas desconocidas por sus intérpretes y estuvieron asociadas a prácticas religiosas afro como “bailar el Santo”. Podemos apreciar el tema Misibamba , que da origen al nombre de la asociación, en la voz de Tina Lamadrid.

El estilo Tradicional porteño va  del track 9 al 25, donde se encuentran las canciones más conocidas por los afroporteños, El candombe instrumental- guariló- en los tres estilos registrados.

También se encuentra el candombe Mamita en el track 15 por el conjunto Bakongo , que en su recitado inicial pregona:

- Mamita siento un murmullo

el murmullo del tambor

¡Ay, mamita¡, ¿Querés que baile?

-¡A lo mejor!...

Tradicionalizaciones modernas, del track 26 al 33,  la anteúltima familia que contiene un repertorio bailable de origen caribeño que estuvo de moda en los años 30. Fruto de la identificación de origen de diversas canciones tropicales conocidas en los medios o relaciones de su comunidad con autores afrocaribeños, entre otras maneras, que devino en un género auténtico del afroporteño, la rumba abierta. Allí podemos encontrar diversidad de géneros como el tango  Melodias de arrabal  de Gardel-Le Pera,  Por un maní, merengue dominicano y Fiesta, rumba cubana.

Contemporaneo afroporteño es la ultima familia, son creaciones recientes y sus letras tienen carácter autorreferencial, reivindicatorio de lo afroargentino. Llama la atención  la canción compuesta en el año 2000 por María Elena Lamadrid  de 82 años de edad sobre una canción inglesa anónima que conoció de niña a través de un concurrente afro -presumiblemente ingles- que visitaba su casa , Alexander, cariñosamente apodado “el abuelo”.

A pesar de que muchas de las canciones no tienen la calidad de un disco,  se prefirió conservar su estado original ya que fueron grabadas  por el antropólogo en fiestas privadas y  públicas o en la intimidad de sus casas, lo que hace de esta obra un tesoro histórico documental valioso.

Esperamos que los docentes, en general y de música en particular,  puedan apreciar y aprovechar este material inédito, así como descubrir un mundo vedado por la historia blanca,  que a la vez es patrimonio fundamental de nuestra cultura.