Cines de barrio. Estado de la cuestión

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Cines de barrio. Estado de la cuestión

12 Agosto 2012

Por Pablo Russo, en Tierra en Trance l Unas 400 personas se congregaron el pasado mes de marzo en cada uno de los cinco puntos de la ciudad de Buenos Aires en los que se realizó la convocatoria “Un barrio de película. Rescatando la cultura popular”. Impulsado por los vecinos que intentan recuperar los viejos espacios de proyección que funcionaban en La Paternal, Villa Pueyrredón, Floresta, Caballito y Villa Lugano, y con el apoyo logístico del INCAA, se vivió una noche al aire libre con varietés culturales y cine nacional.

Si bien cada sala tiene su historia particular, y cada actor social y político (sociedad de fomento, asociación civil o agrupación de vecinos) busca sus propios caminos para reabrirlas, se pueden encontrar al menos dos invariantes en todos los barrios: la premisa de que estos lugares no pueden funcionar únicamente como grandes cines para mil espectadores, y la triste realidad de que la actual administración porteña no tiene la voluntad política de rescatarlos. Ante esta situación, los vecinos empiezan a explorar otras posibilidades para conseguir los recursos, como por ejemplo golpear las puertas del gobierno nacional, que por ahora sólo presta apoyo político.

Barrio x barrio

Cine El Progreso, Villa Lugano


El cine El Progreso (avenida Riestra 5651) fue el primero de Villa Lugano. Nace en el año 1929, junto a la Sociedad de Fomento del barrio. En el año 1999 Fernando de la Rua lo recupera en su primera gestión como jefe de gobierno, pero luego se fue deteriorando para finalmente cerrar sus puertas durante el gobierno de Jorge Telerman. El Progreso es el único cine presente en la Comuna 8, que abarca Villa Lugano, Villa Riachuelo y Villa Soldati. La Sociedad de Fomento (que son los dueños del cine) intenta recuperarlo y varias agrupaciones y vecinos están buscando recursos para arreglarlo y reabrirlo. La idea es que además de cine, también funcione como teatro. Laura Modarelli, de la agrupación La Cámpora, explica que “en otros barrios son dueños privados, pero en este caso se trata de una sociedad de fomento que además tiene una biblioteca, una sala de música, y al lado el cine cerrado, porque se hizo muy difícil mantenerlo”. Hace dos años y medio que el barrio está detrás de este objetivo, y ya se han proyectado varias películas en la puerta del cine, “pero queremos que sean adentro”, dice Laura, porque “la cultura reivindica a todo pueblo, a todo barrio, a toda ciudad. Queremos reabrirlo para que nuestros artistas puedan mostrar a todo el barrio lo que hacen, pero no esperamos nada de la gestión macrista. Nuestra expectativa es conseguir los recursos por la parte privada o a nivel nacional. Nadie de la gestión macrista se acercó a preguntar o a prestar ayuda”.

Telerman cerró el cine prometiendo que iba a cambiar unas sillas para mejorarlo, pero terminó su gestión y nunca volvió a abrir sus puertas por “falta de presupuesto”. Hoy en día le sacaron hasta el medidor de la luz.

Cine Taricco, La Paternal

El cine teatro Taricco (avenida San Martín 2377) fue una de las tantas salas que existían sobre la avenida San Martín promediando el siglo XX. Sobre su escenario se presentaron personalidades tales como Carlos Gardel y Tita Merello. Cerrado como espacio cultural desde los años sesenta, el Taricco se convirtió en supermercado, y fue sede del Hogar Obrero. Desde que esta cooperativa quebró en los años noventa el edificio está abandonado a su suerte, en una disputa sin resolver entre los herederos del antiguo dueño del cine. Desde el año 2004 está declarado sitio de interés cultural por la legislatura. Recuperarlo es un viejo anhelo de los vecinos que parecía posible en el año 2005, cuando la Legislatura porteña votó una partida presupuestaria para su expropiación, pero el Ejecutivo la dejó caducar. Desde hace un par de años se han formado dos grupos diferentes para lograr su reapertura: el Grupo Cine Taricco sigue explorando el camino de la expropiación por parte de la ciudad, y el Espacio Cultual Nuevo Taricco lo intenta por otras vías. Gabriel Salomón, del ECNT, sostiene que  “no estamos tan de acuerdo con la expropiación por parte del gobierno de la ciudad, porque en el caso de que esto ocurra (que de por sí es muy difícil porque no le da mucha boliya a la cultura, a la educación y a la salud pública), quedaría la gestión de estos cines en manos del gobierno de la ciudad y pasaría a ser un lugar donde Macri haga sus fiestas privadas o festeje su cumpleaños, como ocurre con el “25 de mayo” de Villa Urquiza”. La propuesta del ECNT es crear un espacio multicultural donde las expresiones artísticas del barrio tengan lugar, donde haya diferentes muestras, y grandes espectáculos. “A nosotros nos gustaría que el Estado nacional pueda, no se cómo, poner los fondos para que la cultura popular vuelva a los barrios y que no sea simplemente una materia de consumo”, dice Gabriel.

Cine Aconcagua, Villa Pueyrredón

Para el Cine Aconcagua (avenida Mosconi 3360) el baldazo de agua fría llegó en enero pasado: la legislatura lo declaró de utilidad pública sujeto a expropiación, pero Mauricio Macri vetó la Ley. “Estamos convencidos que el argumento para el veto no es consistente. Dice que en la Comuna 11 ya existen centros culturales a cargo del gobierno porteño, y de hecho existe uno solo, pero nuestro cine está en el límite de las comunas 11 y 12, y si trazás una circunferencia con un compás, no hay nada a veinte cuadras a la redonda”, dice Fabián Roncati, de la Asociación Civil Aconcagua.

La Asociación comienza a surgir hace dos años y medios, a partir de un grupo de facebook que creó un chico que entonces tenía 16 años, que pasaba todos los días por la puerta del edificio en el que entonces funcionaba un templo evangélico. Su abuelo siempre le contaba las mil historias de cuando el templo era un cine. Un día, el templo cerró, y a él se le ocurrió armar un grupo en facebook e impulsar una juntada de firmas. Así empezaron a congregarse los vecinos con la idea de recuperar el cine.

“Estuvimos impulsando un proyecto que presentó el diputado Ruben Campos, con la firma de todos los bloques de la legislatura, incluso del PRO. Pasó por cultura, luego por presupuesto y hacienda, fue girado a diputados y votado por 45 legisladores. A los poquitos días nos enteramos que el Jefe de Gobierno había vetado lo que sus propios legisladores votaron”, se indigna Fabián. El proyecto declaraba al Aconcagua sujeto a expropiación para que lo compre el gobierno de la ciudad. Los vecinos se conformaron como asociación civil para acompañar el proceso de puesta en valor y luego la gestión. La idea no era que los recursos salgan todos de la ciudad para la gestión, incluso se estaban gestionando inversiones privadas de millones de pesos. La estructura está en perfecto estado, pero la capacidad de 1200 espectadores hoy es imposible de llenar, por eso la idea es generar un espacio multicultural y multifuncional para cine, shows, y para formación cultural.

Gran Rivadavia, Floresta

El Gran Rivadavia (avenida Rivadavia 8636) se inauguró el 12 de mayo de 1949 con la proyeción de “Tronado y Destronado” con Bob Hope. A la semana siguiente llegó el cine nacional con tres películas en continuado, incluyendo a “Chios de la calle” con Toscanito (Andresito Poggio) y “El Idolo del Tango” con Julio Matel y el gran Luís Sandrini como parte de la programación. La prime actuación en vivo fue el 25 de agosto del mismo año, cuando un vecino del barrio subió a su escenario: Don Alberto Castillo, acompañado por Fidel Pintos.

Gabriel De Bella, de la Asociación Salvar a Floresta, cuenta que “su vida fue siempre así, llevando la ficción a todos los presentes, intercalando películas con variedades y con las noticias de “Sucesos Argentinos”. Con la llegada del video y del sistema multi-pantalla bajaron los espectadores, pero se fortalecieron las funciones de teatro y los conciertos, con personalidades de la talla de China Zorrilla, Enrique Pinti, Ricardo Darín, Antonio Gasalla, León Gieco, Mercedes Sosa, Luis Alberto Spinetta, Osvaldo Pugliese, y Jairo, entre otros, hasta que por denuncias de ruidos molestos el gobierno de la ciudad lo clausura en Noviembre del 2004. A esto se le sumaron las nuevas normas en cuestión de seguridad post cromañón, y se hizo imposible solventar los gastos de reforma para los propietarios”.

En agosto del año 2009, un cartel de grandes dimensiones ofrecía el edificio al a venta. La Asociación Salvar a Floresta convocó a los vecinos para expresar sus temores ante la posible demolición del cine, y se empezó a trabajar en su recuperación. Esta lucha consiguió la Declaración de interés por parte del INCAA, la Ley 3681 de protección cautelar del Gran Rivadavia, la Declaración de interés cultural de la Ciudad de Buenos Aires, y la Ley 4104 que modifica el código de edificación y obliga a todo aquel que demuela un teatro o cine-teatro a construir uno semejante. También lograron una ley donde se crea un área de protección histórica en el barrio.

“Lo que se pide es que vuelva a funcionar como un espacio cultural o multicultural. Sabemos que aquel cine de 2000 butacas llenas no volverá, y el uso como cine es casi un complemento, por eso lo imaginamos más como teatro. Así funcionó los últimos años”, dice Gabriel. “Siempre dijimos que lo comprara la ciudad, la nación, o un privado. Lo primero que hicimos fue ir al Gobierno de la Ciudad, dado que el INCAA subsidia a los cines pero no los compra y menos los arregla. Del gobierno de la ciudad tuvimos la negativa del ingeniero Hernán Lombardi (Ministro de Cultura) a la compra del cine, salvo que sea ayudando a algún empresario interesado. Nos contactamos con la Warner en Hollywood, para ver la posibilidad de que tuvieran un cine de su sello en Buenos Aires, pero la crisis de Estados Unidos lo hacía imposible. Entonces se empezó a trabajar sobre la idea de que la Nación se hiciera cargo. Lo primero que nos recomendaron es que le diéramos un carácter federal al Gran Rivadavia, y así surgió la idea de que sea la puerta de entrada de los artista del interior, y que su primera actuación fuese acompañado por un artista de renombre y convocante. Por otro lado, estamos en conversaciones con la dueña del cine, acercándole propuestas, y si ella da su visto bueno avanzamos”. Salvar a Floresta no se preocupa solamente en recuperar el cine, sino también al espectador para que vuelva el hábito de ir al cine. Por eso mismo, la asociación tiene un cine móvil que durante los meses de septiembre y noviembre proyectó ciclos de películas en distintos salones y colegios del barrio.

Arteplex Caballito, Caballito

El del Arteplex es el caso más reciente: la sala de Rivadavia 5050, declarada de interés por la ciudad por ser un cine histórico (ex Cine Moreno, y hasta hace poco Arteplex) fue cerrada con cortina metálica en la noche del 24 de noviembre de 2010.

Laura Morán cuenta: “Nosotros somos militantes del partido político EDE (Encuentro por la Democracia y la Equidad) de la Comuna 6 (Caballito), y cuando nos enteramos que iba a cerrar sus puertas, junto a los vecinos del barrio iniciamos la lucha para intentar que no se cerrara este espacio, no perder el espacio cultural. Juntamos firmas para el petitorio “No al cierre del Arteplex” y realizamos varias movidas en la puerta del cine, hoy convertida en casa multimarca de ropa deportiva. En el Parque Rivadavia proyectando varias películas junto a los vecinos: “Cinema Paradiso”, “Belgrano”, “La estrategia del caracol”, y este viernes pasado “Medianeras”, siempre acompañados de nuestros legisladores y comuneros, quienes se hicieron eco del reclamo y apoyaron la causa”. El pedido es similar al de otros barrios: que se vuelva a dar espacio a la cultura en el barrio, que no se cierren o acorten recursos a los centros culturales, y que existan más espacios multiculturales en Caballito.

El cine, con diferentes nombres (originalmente Cine Moreno, luego Lyon, Duplex, y finalmente Arteplex) funcionaba desde los años 40, siendo un importante punto de encuentro cultural y social en el barrio. En los últimos años fue el único exponente del cine-arte en Caballito. Desde hace algunos años, tuvo que competir con los cines del Caballito Shopping Center que abrió enfrente, y cuya cartelera se maneja más en relación a la venta de pochoclos que amerita una película, y no en relación al texto audiovisual ofrecido.

25 de Mayo, Villa Urquiza

El Complejo Cultural 25 de Mayo (avenida Triunvirato 4440), recuperado por los vecinos de Villa Urquiza en 2007 luego de una larga lucha, “va en camino a ser privatizado”, alarma el grupo Vecinos x el 25 de Mayo.

“Los “Vecinos por el 25 de Mayo” denunciamos que el Complejo Cultural no abrió durante los meses de diciembre, enero y febrero y va en vías de todo marzo. La situación no es nueva: en el verano de 2011 cerró “por reparaciones”, se queja Monica Dittmar, miembro del grupo.

“El Proyecto Edilicio de Remodelación y Puesta en Valor fue consensuado entre los Vecinos y el Gobierno de la Ciudad en función de un Proyecto Cultural Participativo Abierto. Cuenta con una sala principal con equipamiento de última generación pero no se proyecta cine. La sala redonda tiene una acústica perfecta y no se montan obras teatrales ni conciertos. Las 6 aulas se diseñaron pensando en los Talleres Participativos del Centro Cultural. Dos están ocupadas por oficinas,  aulas aptas para taller de artes plásticas por su infraestructura o para ser usadas como microcine. ¿Por qué no se tiene en cuenta el Proyecto Cultural Participativo, presentado por los Vecinos? En el año 2004 los vecinos firmamos un Acta Acuerdo con el Gobierno de la Ciudad acordando su carácter público no concesionable. Un COMPLEJO CULTURAL -  Cine – Teatro – Centro Cultural con la participación de los vecinos en la planificación y gestión de las actividades que se desarrollarían en el futuro.

Hoy, ¿quién está a cargo del Complejo Cultural 25 de Mayo y cuál será su futuro? Desde el 2008 después de pasar por la desaparecida Subsecretaria de Gestión Cultural del Ministerio de Cultura a cargo de Pablo Batalla, por decreto pasó a depender del Centro Cultural Gral. San Martín. Hoy nuevamente han cambiado las autoridades y nos encontramos sin respuestas, temiendo su cierre parcial o la concesión de algunas salas a empresas privadas, porque no se cuenta con el dinero, o la falta de personal y de programación para mantenerlo abierto”, sostienen en su última declaración los vecinos del cine teatro.

La historia de su recuperación se remonta a los años 90 y principios del nuevo milenio: en diciembre de 2002, la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Villa Urquiza entrega un petitorio al Jefe de Gobierno con 5.000 firmas reclamando por la reapertura y solicitando que sea declarado patrimonio histórico y cultural de la Ciudad. La compra del edificio se concreta un año después, con la firma del Jefe de Gobierno Aníbal Ibarra. Al año siguiente, el Proyecto Edilicio Cine Teatro Centro Cultural, se aprobó por consenso entre la Secretaria de Cultura del Gobierno de la Ciudad y los “Vecinos por el 25 de Mayo. Además, se estableció trabajar conjuntamente “en la elaboración de procedimientos que garanticen la participación de los vecinos en la planificación y gestión de las actividades que se desarrollaran en el Complejo Cultural “Cine-Teatro 25 de Mayo”. Pasaron los años, pasaron los funcionarios, y los vecinos quedaron cada vez más lejos de la planificación y cogestión.

El 25 de Mayo, única sala recuperada en la ciudad, se usó en los últimos tiempos para transmitir “Bailando por un sueño” y “Talento Argentino”, para la presentación de un libro de Ari Paluch, para diversas reuniones de Gabinete, para la presentación de la Policía Metropolitana, y la lamentable designación de Jorge “el fino” Palacios”… Ninguno de los grupos de vecinos que luchan hoy por la recuperación de espacios en sus barrios pretende esto para sus salas culturales. El Gobierno de la Ciudad sólo entiende la política audiovisual en términos de industria y consumo (ver entrevista con Enrique Avogadro, Director de Industrias Creativas de la Ciudad de Buenos Aires), entonces la pregunta es ¿Cómo hacer para que estos espacios en recuperación sean de gestión popular y participativa, que sean los propios vecinos los que decidan que se hace en estas salas? Por ahora no hay un camino infalible ni que esté libre tensiones, pero en lo que coinciden todos es que recuperar estos cines contribuirá a rescatar la identidad barrial, y a profundizar la democratización cultural.

Contactos:

Sociedad de Fomento de Villa Lugano:

mutual.circo22@gmail.com

Espacio Cultural Nuevo Taricco:

http://www.facebook.com/pages/Espacio-Cultural-Nuevo-Taricco/359346210747984

Grupo Cine Taricco:

www.recuperemoseltaricco.blogspot.com

Asociación Civil Aconcagua:

http://www.cineaconcagua.com.ar/

Asociación Salvemos a Floresta:

http://www.salvarafloresta.blogspot.com/

EDE Caballito:

www.encuentrocaballito.com.ar

Vecinos x el 25 de Mayo:

vecinosxel25demayo@gmail.com

www.vecinosporel25demayo.blogspot.com