“Debe considerarse a Marechal como uno de los fundadores de la narrativa argentina moderna”
Por Juan Ciucci
APU: ¿Cómo surge la idea de un coloquio en Jena dedicado a la obra de Leopoldo Marechal?
Claudia Hammerschmidt: Conocí la obra de Marechal hace más de veinticinco años durante mis estudios en la UBA (aunque quiero aclarar que Marechal no formaba parte de los programas, lo descubrí fuera de las clases). Ya en aquel entonces me asombró la poca atención que recibió una novela como el Adán Buenosayres en la crítica argentina, y le dediqué mi tesis de fin de estudios, para después siempre volver sobre esta novela en varios artículos. En una estadía de investigación en Argentina en 2008 pude ponerme en contacto con María de los Ángeles Marechal, una de las dos hijas del escritor, que me conectó con los marechalianos españoles y canadienses Javier de Navascués y Norman Cheadle. Tanto Navascués como Cheadle organizaron paneles sobre Marechal en congresos dedicados a otros temas. Sin embargo, lo que faltaba todavía era reunir los estudiosos de la obra marechaliana tanto “del lado de acá” como “del lado de allá”. Entonces planifiqué el coloquio internacional donde cooperaron colegas de ocho países en los que la recepción de la obra de Marechal es bastante diferente.
El coloquio internacional Leopoldo Marechal y la fundación de la literatura argentina moderna marcó una primera convocación y concentración de la investigación internacional acerca de la obra de Leopoldo Marechal. Gracias a la colaboración de la Fundación Leopoldo Marechal y del Foro de Pensamiento Latinoamericano, se logró reunir por primera vez a los estudiosos de Marechal internacionalmente más destacados y abrir el diálogo entre perspectivas a veces muy diversas. Este encuentro fructífero en la universidad Friedrich Schiller de Jena (Alemania) no hubiera sido posible sin el constante apoyo por la Embajada de la República Argentina en Berlín, donde tuvo lugar el último día del coloquio, o sin las generosas ayudas económicas recibidas por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Argentina, la Fundación Alemana de Investigación (Deutsche Forschungsgemeinschaft, DFG) y la Fundación Ernst Abbe de Jena.
APU: ¿Cómo analiza la valoración actual de la obra de Marechal, tanto en Argentina como en el mundo?
CH: El papel de Leopoldo Marechal como precursor de la literatura moderna argentina y latinoamericana todavía no ha sido suficientemente estudiado, como tampoco lo ha sido su renacimiento literario actual. A pesar de que Julio Cortázar le haya dedicado una reseña muy positiva al Adán Buenosayres ya en 1949 (es decir un año después de la primera publicación de la novela quizás más importante de Marechal), a continuación sólo se encuentran muy pocos estudios acerca de Marechal en cuanto innovador de estructuras narrativas tradicionales e iniciador de la modernidad literaria argentina. Desde un punto de vista internacional, hoy en día se constata un considerable aumento de traducciones, sobre todo del Adán Buenosayres. De especial relevancia es mencionar en este contexto la reciente publicación de la traducción del Adán al inglés, preparada durante diez años por el investigador canadiense Norman Cheadle, que acaba de presentarla al público anglófono. Además hay que resaltar las traducciones del Adán al francés y al italiano o la traducción del primer capítulo del Adán al alemán para la revista Die Horen (realizada con la ayuda del "Programa Sur" con el que el Ministerio de Relaciones Exteriores subvenciona traducciones de la literatura y cultura argentinas para favorecer y fortalecer la edición de esas obras en lenguas extranjeras).
Además quiero mencionar las importantes ediciones críticas del Adán que se publicaron desde los años 1990 (una editada por Pedro Luis Barcia en Clásicos Castalia en 1994, una editada por Jorge Lafforgue y Fernando Colla en Archivos en 1997 y la última, la primera edición crítica que se editó en Argentina, preparada por el estudioso español de la obra de Marechal Javier de Navascués y publicada en 2012 en las Ediciones Académicas de Literatura Argentina editada por la eminente estudiosa de Marechal María Rosa Lojo). También es importante mencionar que se acaban de publicar textos hasta la fecha desconocidos como Alijerandro, editado también por Javier de Navascués en 2012 en De Centro Editores, Madrid. Sin embargo, todavía falta una apreciación de Marechal como iniciador la narrativa moderna tanto argentina como latinoamericana.
En este sentido, el coloquio también marca el inicio de la revaloración de la obra de Marechal y de su importancia para la historia literaria argentina y latinoamericana. Con la publicación de las actas será posible presentarle al público una muestra actual de la investigación internacional sobre este autor indebidamente poco considerado dentro de la crítica argentina. Y ya se está preparando la continuación de la cooperación entre los “marechalianos” para próximas publicaciones y otros coloquios que tendrán lugar en Jena.
Además, junto a la colega argentina Mariela Blanco (Universidad Nacional de Mar del Plata), estamos planificando un proyecto de investigación binacional que, si todo sale bien, será financiado por MINCyT-CONICET-DFG. Este proyecto con el tema de “El paradigma Marechal” tiene como objetivo analizar la importancia de Marechal para la historia literaria argentina, empezando con los contemporáneos de Marechal, sobre todo Borges y terminando con la literatura argentina actual. Sobre este tema concreto ya se está planificando otro coloquio al que serán invitados muchos de los marechalianos ya reunidos en el coloquio de 2013.
APU: ¿Cuáles son los principales aportes que realiza Marechal a la literatura argentina y universal?
CH: Es sobre todo esta pregunta la que hasta la fecha todavía no se investigó a fondo y cuyo análisis da todavía mucho por descubrir. Con respecto a los principales aportes de Marechal para la literatura argentina del Siglo XX y XXI, hay que subrayar que Marechal, junto a Roberto Arlt y Jorge Luis Borges, debe considerarse uno de los fundadores de la narrativa argentina moderna. Lo que yo denomino “paradigma Marechal” constituye una línea de la literatura argentina que consiste en la alternativa alegórica-paródica de la literatura marechaliana a la de sus antípodas Arlt y Borges. Desde esta “tercera posición”, Marechal ejercerá una influencia muy fuerte en las generaciones posteriores que muchas veces por razones políticas (sobre todo por el peronismo del autor) se silenció. Por el largo silenciamiento de Marechal a partir de los años ´50 todavía faltan estudios que destaquen y resalten esta importancia eminente para la literatura argentina. Esperamos contribuir a este deber de la crítica literaria e investigación universitaria con el proyecto de investigación pendiente y ayudar a hacer conocer la obra de Marechal también en Europa. Fuera de Argentina, y debido a Cortázar, es sobre todo en Cuba que se rindió homenaje a la obra marechaliana (Premio Literario de la Casa de las Américas en 1967). Sin embargo, hay que incluir al Adán Buenosayres en un linaje internacional muy vasto que va desde el Ulises de James Joyce hasta El hombre sin atributos de Robert Musil, pasando por Manhattan Transfer de John Dos Passos, Berlin Alexanderplatz de Alfred Döblin y otras novelas emblemáticas de la modernidad narrativa. Evidentemente Marechal tuvo mucho impacto también en la formación de la “nueva novela latinoamericana” de los años 60 y es visible en la escritura literaria y teórica del neobarroco cubano; y en la tendencia épica-paródica de toda una vertiente de la literatura argentina actual, la presencia de Marechal se nota cada vez más. No hay que olvidar que el concepto de autor que desarrolla Marechal no corresponde únicamente a la conceptualización moderna del autor, sino que anticipa muchos rasgos de la posmodernidad. Para concluir, resumo: la obra de Marechal pertenece a lo que se conoce como ‘alta’ literatura mundial, y queda mucho por descubrir en un autor tan rico y ambiguo que nos vuelve a hablar en este principio del Siglo XXI. Sigamos entonces en la aventura de su investigación.
APU: ¿Cómo analiza Adán Buenosayres desde "la violencia de la escritura", como dijo en su ponencia en el coloquio?
CH: Desde sus inicios, la violencia constituye uno de los tópicos de la literatura argentina. A partir del Matadero y Facundo hasta la narrativa posdictatorial, escenas de lucha continuamente reaparecen en un sistema literario y cultural que funciona a través de la oposición de principios en conflicto y que se basa en la sustitución del uno por el otro de los contrarios enfrentados: civilización o barbarie, Europa o América, ciudad letrada o campo desértico. Sin embargo, es sobre todo la literatura moderna la que ha experimentado la violencia de la escritura también en el orden significante y ha expuesto las paradojas inherentes a la representación tanto temática como metatextualmente.
Es especialmente esta violencia implícita en la representación la que en la obra de Leopoldo Marechal se tematiza y refleja constantemente. Y es sobre todo en su Adán Buenosayres que, a través de un complejo sistema de reflejos y repeticiones, la violencia de los antagonismos representados se convierte en la puesta en escena de la violencia de una escritura que trasgrede sus propios límites.
En mi ponencia traté de demostrar que en el Adán Buenosayres los diversos aspectos de la violencia se encadenan en el nivel temático, metatextual y estructural de la novela para así yuxtaponer posiciones excluyentes sin que narrativamente se tome partido por una de ellas. De esta manera, en vez de simplemente repetir las violentas oposiciones tradicionales, Marechal funcionaliza las paradojas de la representación para proponer un nuevo modelo de escritura y cultura que se instala en la indecisión y apertura semántica. Esta nueva escritura repite y deconstruye las dicotomías tradicionales operantes en la literatura y cultura argentinas y anticipa posiciones estético-ideológicas de la nueva novela latinoamericana y de la literatura argentina contemporánea. El artículo que elaboré al respecto saldrá en las actas del coloquio a fines de este año, y me será un grato placer si encontrara lectores en Argentina.