Del libro sobre NK: "Y ahí en el fondo de la mina, planteó que el enemigo era Menem”

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Del libro sobre NK: "Y ahí en el fondo de la mina, planteó que el enemigo era Menem”

17 Noviembre 2011

Los mineros de Río Turbio lo acompañaban desde principios de los ochenta, pero para Néstor era una cuestión que debía resolver el gobierno nacional. Menem tomó cartas en el asunto y le ordenó a la Gendarmería que interviniera. Néstor estaba en desacuerdo con la medida del Presidente y decidió intervenir personalmente en el conflicto para evitar la represión.

El conflicto de la toma de 1994 estaba conducido por la derecha sindical, en manos del personal superior. La izquierda no podía entrar a la mina, pero tenía gente adentro. La movilización era tan activa adentro como afuera. TN transmitía en directo desde Río Turbio. Era domingo. Edgardo Depetri ya vivía en Buenos Aires y trabajaba junto a Víctor De Gennaro en la construcción de la CTA. Enterado del conflicto, se reunió con De Gennaro en su casa y, a pesar de su renuencia, De Gennaro lo convenció de que él tenía que viajar a Río Turbio e intervenir. Mientras tanto, el líder de la CTA presionaría a Menem para que escuchara las demandas y solucionara el conflicto.

Néstor había hecho una serie de declaraciones poco afortunadas, descalificando las acciones sindicales. Fue una experiencia que le enseñó mucho, cuentan sus viejos colaboradores.

Depetri llegó a las 3 de la mañana a la mina. Estaba todo pintado, habían colgado muñecos ahorcados. Mucha locura, mucha rabia.

El plan de la CTA era que Depetri entrara a la mina y pudiera conducir desde adentro, pero para eso debían desgastarse quienes llevaban el conflicto adelante. La toma estaba en la unión 24 de la mina 3, al fondo. Para llegar a ella debía atravesar múltiples retenes. La seguridad tenía orden de no dejar pasar a nadie. Al principio, a Depetri no lo dejaron pasar, pero siguió insistiendo hasta que lo logró. Fue caminando y atravesando los retenes sin mayores dificultades, ya que muchos de quienes cortaban el acceso habían sido sus compañeros. “Los que bancaban eran todos nuestros, como en el conflicto con el campo. La Sociedad Rural armó el quilombo, pero los que pusieron el cuerpo fueron los chacareros.”

“Pasé diez retenes y llegué como a las diez de la mañana. Me tiré a dormir en una planchuela y me despertaron las lucecitas de los compañeros que me apuntaban. Algunos me puteaban, otros me bancaban. Los troskos me respetaban. Y yo, por ser técnico, el personal superior no se tiraba conmigo.”

De Gennaro operaba desde Buenos Aires y Néstor desde la gobernación hablaba con Menem para encontrar una salida. El conflicto iba a la derrota como estaba planteado por el personal superior. Al tercer día se cayó la conducción de adentro y fue el momento en que Depetri comenzó a buscar una salida. Su propuesta, finalmente, fue apretar a fondo hasta que surgiera una oferta.

“Me quedé once días adentro. Un día salí afuera para hablar con Víctor [De Gennaro] para que consiguiera 50 pesos básicos. Él habló con Kirchner, arreglaron, se firmó en el Ministerio de Trabajo y se sometió el tema a una asamblea. Se aceptó, pero la asamblea exigió la presencia del gobernador para terminar el conflicto.

“Néstor llegó un día de lluvia torrencial. La asamblea de afuera le habló bajo la lluvia. Él aceptó las críticas, pero todavía le faltaba enfrentar a los de adentro. Cuando entró a la mina los laburantes lo estábamos esperando con mucha calentura. Agarraron unos fierros y empezaron a pegarles a los pilares y caía polvillo y de fondo un ruido infernal. Para quien no conoce el ambiente puede ser medio aterrador. Cuando me ve nos abrazamos. Habían puesto una tarima sobre la cinta transportadora y, cuando va a subir a la cinta, se lastima el pie mal. Llevaba buzo de minero, casco de minero, luz minera sobre la ropa empapada. Los mineros le dicen que “antes que hable nadie vamos a hacer un minuto de silencio”. Y todos apagaron las luces de los cascos. No se veía nada. Un silencio denso. Y ahí una voz que dice: “le vamos a pedir explicaciones, señor gobernador. Que explique por qué dijo que este conflicto no era responsabilidad de la provincia”. Ahí se avivó y apagó la luz y habló. “Vengo a reconocer que me había equivocado. Pero vengo a reafirmar que mi gobierno blablabla…” Y ahí en el fondo de la mina, planteó que el enemigo era Menem.”