"El pueblo argentino tiene una inquietud, un estado de preocupación, de angustia incesante sobre Malvinas"
Por Camilo Carbonelli
Agencia Paco Urondo dialogó con Miguel Dalmaroni, ensayista y crítico literario que acaba de compilar junto con Victoria Torres el libro La guerra menos pensada, relatos y memorias de Malvinas. Reúne diecisiete textos muy diferentes entre sí.
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo y por qué surgió el libro?
Miguel Dalmaroni: En 2016, con Victoria Torres hicimos un libro titulado Golpes (relatos y memorias de la dictadura), que incluía 24 textos inéditos de escritores argentinos, y desde ahí ya teníamos la idea. Hicimos un libro parecido, que es La guerra menos pensada, tiene el mismo subtitulo y son 9 escritoras y 8 escritores más Sergio Olguín, quien hizo el prólogo. Son escritores que a nosotros nos interesan por diversos motivos y a los que les propusimos escribir un texto inédito sobre Malvinas y sobre el aspecto que les convoque. Algo importante para nosotros fue la variedad generacional, 9 de los 17 son nacidos en diferentes provincias y hasta Mauro Libertella y Carla Maliandi que nacieron en México y en Venezuela por el exilio de sus padres. Tratamos de que fuera un libro de Malvinas que es un tema que atraviesa a todo el pueblo argentino en diversos aspectos que tuviera esas diversidades.
APU: Muchos de los autores no vivieron de cerca la guerra: ¿Cómo contar, relatar lo que ocurrió en el pasado?
MD: Eso es lo que tiene la ficción, porque la gran novela de Malvinas se la imaginó Fogwill mientras sucedía la guerra, él la imaginó en el mismo departamento de Buenos Aires en el que vivía. La ficción sorprende, porque cuando uno lee dice “ah claro, esta escritora sin ninguna duda tuvo un vínculo autobiográfico con este asunto o entrevistó a alguien”. Justamente la confianza de la cultura en general en la ficción tiene que ver con que hay una relación curiosa e intensa y si querés un tanto misteriosa entre la ficción y la verdad desde los hecho históricos.
La ficción siempre discutió el sentido común con respecto a la relación con la verdad y el relato de los hechos efectivamente acaecidos, de los cuales el que narra fue protagonista, sin menospreciar por eso los relatos de los protagonistas que tienen y aportan esa perspectiva que mira la relación dentro de suceso.
APU: Los relatos hablan de un tiempo pasado, pero también interpelan el momento presente. ¿Hay un límite entre literatura y realidad?
MD: Yo creo que hay un relación flotante entre el ir y venir. Los buenos escritores no controlan, encuentran el punto de la vacilación del ir y venir que convine a lo que están narrando. El relato de Gloria Peirano no es mera autobiografía, porque hay movimientos propios de la ficción a pesar de que básicamente lo que cuenta es que estaba en la escuela y le hicieron escribir cartas a los soldados, y el soldado le respondió; entonces ese es un hecho biográfico, eso le sucedió. Sobre eso, ella escribe una memoria como la escribe la escritora de ficción Gloria Peirano, no un cronista que trata de apelar una supuesta objetividad porque además el hecho tiene una carga subjetiva muy importante.
APU: El cuento de Roque Larraquy - Por que jugué de inglés - parte desde la infancia, en la cual unos chicos juegan como si estuvieran en la guerra.
MD: El narrador trata desde la enunciación de recuperar la memoria infantil de cierto suceso que a veces son aparentemente nimiedades de la infancia, juegos de la infancia, episodios familiares que quedaron de algún modo sesgado, fragmentado. Es la memoria de un niño que el adulto recupera. Es bien propio de los modos literario del recuerdo: entonces, esto se puede hacer sobre un libro de Malvinas o sobre cualquier hecho histórico traumático y complejo, se puede hacer desde la literatura en el sentido de un modo de escribir acerca de cualquier parcela de lo real.
APU: En el mes de abril se publicaron más de diez libros sobre Malvinas sin contar las reediciones. ¿Por qué sucede? ¿Es solo por los 40° años de Malvinas?
MD: Creo que el cuadragésimo aniversario es nada más que un pretexto del almanaque para volver sobre un tema respecto del cual siempre se busca un motivo ocasional para volver. Porque el pueblo argentino tiene una inquietud, un estado de preocupación, de angustia incesante e insuprimible sobre Malvinas, que últimamente se exacerbó con las declaraciones apátridas pro imperialistas, procolonialistas, de ciertos sectores de la derecha política expresado por el ex presidente Mauricio Macri. Macri le dijo en la cara a los argentinos que las Malvinas no valen nada, ó sea, es como decirnos “ustedes son unos imbéciles sociales” y les voy a decir una mentira fragante, que no se la cree ni un niño de segundo grado de la primaria de ningún país del mundo, como es que las Malvinas no valen nada. Es un territorio que es apetecido por la OTAN, que puso una base militar, tiene un valor estratégico desde el punto de vista petrolero, pesquero, ecológico. Entonces, lo que yo creo es que los cuarenta años son uno de los tanto pretextos para volver hablar sobre un tema que nos toca mucho, porque no se trata solamente de una cuestión emocional patriótica o de una cuestión narrativa, de las joyas de la abuela que no valen nada. Es mucho más que eso.
APU: En la cantidad de libros que se publicaron hay una amplia variedad de diferencias con respecto a las miradas y enfoques que se hacen sobre las Malvinas. ¿Los relatos intentan tener esa sintonía?
MD: Es un libro malvinero, pero también convocamos a escritores de literatura, no por razones de adhesión ideológica a una posición precisa, sino por razones literarias. El libro da cuenta de algunas de las incomodidades que producen Malvinas, que además produce dolor, desconcierto, angustia, orgullo, alguna cosa que antes llamábamos patriotismo. Entonces, hay textos que manifiestan distintos niveles de incomodidad con la adhesión de lo patriótico o nacional, no de manera digamos explícita sino en relación con donde están parados los personajes.
Por ejemplo, en el cuento de Raquel Robles hay un personajes que es víctima directa de la dictadura, y con Malvinas tiene un relación conflictiva y hostil. Ahora, lo interesante es que no es el discurso político doctrinario, es el discurso de un personaje de ficción afectado de un modo particular, la literatura es lo previo de lo particular, afectado de un modo particular. La ficción te da eso que vos te imaginás, cómo habla de tal o cual asunto de la vida, de la historia, de la política un cierto personaje muy particular, que tiene un experiencia atravesada, eso es un invento del escritor. La literatura nos hace ver algunos de los costados de las complejidades conflictivas.