Estrella: "No va a pasar nada que no quieras"
Por Estrella Invitada
Estrella, la figura popular del cabaret teatral porteño, nos comparte el tercer episodio de su diario íntimo, una serie de cartas desde el exilio.
Carta tercera
Querido diario:
Aprendí a andar en bici en verano, ya de grande a los 7 años, en una ciudad que se llama Quequén. Sé que van a pensar que 7 años no es ser grande, pero en ese momento era la única de todo el grupo de mis amigas que no sabía andar en bici. Me daba mucho miedo aprender. Lastimarme, romperme algo, sangrar, el merthiolate, las vendas, las cascaritas, que se te caigan las cascaritas.
¿Está mal sentir miedo, tener miedo, decir que tenés miedo?
El miedo es la sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario. Entonces pienso, meses antes de que el ingeniero se convierta en la primera persona que bailó Gilda en el balcón de la Casa Rosada ya podíamos advertir los peligros que se avecinaban.
¿De qué nos sirvió entonces saber lo que podía pasar si igual sucedió?¿ Qué clase de moraleja arbitraria podemos construir de nuestra sobrevalorada intuición?¿Por qué votaron a alguien que no sabe leer en voz alta de corrido?
Con el tiempo vinieron spots de campaña con toda la comitiva de candidatos de Cambiemos luciendo celestiales, cotidianos, entrañables, hasta tomaban mate. Parece que dijimos tantas veces en voz alta ARMEN UN PARTIDO Y PRESENTENSE A LAS ELECCIONES que la derecha se hizo cargo. Peligro real o imaginario. Despertamos tarde y en la desesperación intentamos contarle nuestros miedos al resto. Campaña del miedo la nombraron en los medios. Denunciaban que había un intento orquestado para establecer que venían a romper todo, quitarte todo, dejarte sin nada de lo tuyo.
Me gusta sentir gratitud por todas las boludeces chiquitas que hice bien en la vida. Aprendí a cruzar la calle sola, sé calcular el arroz, tengo conciencia de clase, escucho de verdad al otro cuando me habla, disfruto de construir colectivamente, me gusta coger mirando a los ojos. Y sin embargo...
La represión en la marcha popular de Diciembre del 2017 en contra de la reforma previsional me dejó vacía. No podía entender, me hizo sentir miedo de nuevo. Y hacía mucho que no tenía miedo. Un miedo tan grande que me expulsó, me exilió y me vomitó al otro lado del planeta sin entender bien por qué.
Que un presidente pueda tomar la decisión de reprimir a un sector del pueblo que se manifiesta, sin tener ningún costo político, da miedo. Que los medios decidan descaradamente criminalizar la protesta sistemáticamente, da miedo. Inhalar humo de gas lacrimógeno da miedo. Repetir la historia de manera tan cíclica, sólo 15 años después de ver gente morir en Plaza de Mayo, me dio mucho miedo.
No va a pasar nada que vos no quieras, esa era la promesa. Mintieron. Todo se materializó, cada uno de esos enunciados exagerados que describían un futuro horripilante. Fueron por todo eso y por más.
Así que escribí un manifiesto y lo titulé:
MANIFIESTO DE LAS COSAS QUE TODAVÍA ME DAN MIEDO
1. Me da miedo que, como no vengo de una familia de plata, las únicas dos cosas que heredé de mi papá hayan sido las mañas y mirar culos.
2. Me da miedo que hacíamos el chiste de que si ganaba Macri volvían los 90`s y hace semanas reapareció Cavallo en la televisión.
3. Me da miedo que hay un policía cada dos cuadras jugando con su celular, pero más miedo me da que todavía no hay un sólo policía preso por la muerte de Luciano Arruga.
4. Me da miedo que a veces pienso que sí me casaría, pero sólo para tener obra social.
5. Me dan miedo las personas que te piden indicaciones en la calle y después arrancan para el lado contrario al que les dijiste.
6. Me da miedo Patricia Bullrich porque es como ese moco que te sacás y pensás que lo tiraste al piso, pero en realidad siempre lo tenés pegado en la manga de la campera.
7. Me da miedo enamorarme de alguien al que le tenga que explicar los chistes o el peronismo.
8. Me da miedo que en todo este tiempo que la gente me distraía con su PARECÉS MÁS CHICA DE CARA, mis talones envejecían en silencio.
9. Me da miedo saber que quizás me voy a morir sin tener la orgía interracial que siempre soñé y eso va a ser culpa de ustedes.
10. Me da miedo la muerte pero sólo porque soy occidental y argentina, y clase media, y de familia católica.
Básicamente me da miedo el lugar en el que nací, mi propio país. En parte porque me voy a pasar la vida desaprendiendo cosas, pero también porque hacerse preguntas está pasando de moda tan rápido que un día vamos a estar todos dormidos y nadie nos va a despertar.
Igual no se preocupen, no tengan miedo, de última MACRI 2019 y que explote todo.
Estrella.
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