Groncho Mars: "En China, este habeas corpus, no se consigue en pdf"
Ilustración: Leo Olivera
Por Groncho Mars
Si bien no estamos hablando de compost para las plantas, el terreno donde crecen las teorías conspirativas, los planes delictivos a gran escala, es donde las revelaciones altisonantes abonan ese suelo que agradece ser felizmente alimentado. Y si no, repasemos las notas de esta semana.
La Corte resolvió “la necesidad de que un habeas corpus masivo lleve al menos la firma de dos integrantes de Casación”, nos cuenta Hugo Gambini, en una nota que lleva la suya. Dicha resolución le alcanzaría para alegar que se detuvo un “plan siniestro”, gracias a la investigación iniciada desde esas páginas, en días anteriores. Y denuncia que el mecanismo funcionaba así: “la Comisión Provincial por la Memoria arengaba a los presos bonaerenses a presentar hábeas corpus masivos para salir de las cárceles por el peligro del coronavirus, los ministerios de Justicia y de Seguridad de la Provincia hacían las listas con los candidatos a salir, los defensores oficiales hacían el pedido a Casación y un juez (uno sólo) firmaba el habeas corpus colectivo”. La contradicción aportada por la jueza Julia Márquez quien, desde un medio radial de la misma empresa, abonó esta hipótesis estimulando los cacerolazos contra las excarcelaciones con datos que resultaron ser falsos pero, a la vez, fue uno de los pocos jueces en habilitar domiciliarias por Covid-19 en casos de homicidio, sería la prueba exacta de que el plan (ya no sabemos si denunciado, enunciado, renunciado o anunciado desde el gran diario) estaría condenado al éxito. O algo así. Stephen King, si vas a robar con esto de la pandemia y querés mejorar el argumento, mirá para estas latitudes. Felicitas Beccar Varela, volvé, que te absolvemos.
Montado en esos datos estaría Darío Lopérfido, quien realizó una columna en la que arrancó burlándose del presidente por “pedirles dibujos a los niños”, puso a “los ciudadanos honestos” de un lado y al kirchnerismo del otro, sin poder hacer “otra cosa más que defender sus intereses”, que serían “impunidad para delincuentes, avanzar sobre las libertades, insertarnos nuevamente en la lógica internacional del chavismo y quedarse con las cajas del Estado”. No conforme, acusó a la oposición de “ir muy lento”, al gobierno de usar excusas tipo “todo es culpa de los jueces”, aplaudió a la “ciudadanía por rebelarse contra los atropellos”, se burló de la “militancia K porque repite por mandato lo que tiene que decir” y cerró el análisis diciendo que entre “los presos liberados en los últimos días se encuentran femicidas, abusadores sexuales, violadores de menores, abuso sexual agravado, intrafamiliar, a hijos, homicidios y secuestros extorsivos”. Además de dejarnos bien en claro que en su diccionario, la definición de ciudadano sería “toda persona que asegura ser no kirchnerista”, a este “agradable sujeto” sólo le faltó decir que el número de presos liberados “no sería el que se comunica” porque “ese número se arregló en una mesa cerrada” para “conseguir subsidios” y, de esa forma, hacer uso completo de su (limitado) catálogo negacionista desde donde le gusta participar.
Como si fuera poco, apareció Domingo Cavallo para dar sus “sanos” consejos al presidente Alberto Fernández. En el texto titulado Los prejuicios antiliberales llevan a intervenciones en los mercados muy ineficaces, aseguró que “intentar evitar las alteraciones en los precios relativos propios de los cambios en la oferta y la demanda por el coronavirus sólo llevará a ennegrecer la economía y demorar o incluso, impedir, el ajuste entre la oferta y la demanda, provocando desabastecimiento y cuellos de botella productivos". Del creador de procesos tales como “licuación de la deuda privada”, “el uno a uno”, “el megacanje” y “el corralito”, ahora nos llega este esperado refrito llamado “ponga blanco sobre negro”. "Simpático" exministro, más allá de que sugiera con bonitas palabras de que el Estado no meta la mano para que el mercado pueda hacer sus negocitos, le voy a solicitar que nos deje probar “ennegrecer” la economía: cada vez que usted y sus amigos liberales "intervinieron" para “blanquearla” y así obtener mercados tan eficaces como ha pedido, se hizo evidente que fuimos muchos más los que vivimos "alterados", "desabastecidos" e inmersos en el aprendizaje de que, consejos como los suyos, los tenemos que "evitar". Es hora de engronchecernos uno a uno. Probemos esa convertibilidad.
En esto de las teorías delictivas conspirativas también tenemos nuestra cuotita en el orden internacional: en una nueva etapa de la campaña “peguémosle a China”, la alianza Five Eyes (que sería algo así como la superinteligencia del recontraespionaje encargada de realizar una investigación ultrasecreta para luego darle los resultados, sin ninguna animosidad, a los medios de comunicación adherentes) habría recolectado pruebas irrefutables de que el país de oriente mintió sobre la pandemia. Muchos creen que esa fue la información que utilizó Mike Pompeo para afirmar que los chinos “hicieron todo lo posible para asegurarse de que el mundo no se enterara a tiempo" y que “hay una enorme cantidad de pruebas de que la pandemia se originó en un laboratorio de Wuhan”. Luego de que la CIA saliera a comunicar que el coronavirus "no es ni artificial ni genéticamente modificado", desmintiendo tanto a Pompeo como a Trump, fuentes no confidenciales aseguran que la suma de las pruebas obtenidas por el secretario de estado estadounidense sería de tal proporción que sólo podría compararse al estruendoso tamaño de las recolectadas por Almagro para demostrar que en Bolivia se había cometido fraude electoral.
Como si fuera poco, en días que se cumple un nuevo aniversario de la toma de Saigón por parte de Vietnam del Norte, este país asiático informó su salida de la cuarentena sin registrar casos y George Lucas confesó que, para diagramar a “La Resistencia” en la saga Stars Wars, se inspiró en la lucha de los guerrilleros del Vietcong. Ciérrenle la 8 a Pompeo, por favor.
Interesante es comprender que detrás de todas estas cortinas de humo, el capital intenta esconder la falta de respuestas a un problema concreto. Utiliza a sus medios de producción cultural para poner gente de un lado y del otro, manteniendo intactas las estructuras, y no pocos se prenden a esa dualidad desde un lugar ofensivo, que por lo intolerante se vuelve hasta casi diría tonto. ¿Que si estoy hablando del tema de los presos o de la generación del virus? Uhmmmm, no, en realidad estaba hablando de los pdfs.
Pero la nota que se lleva el destacado de esta semana es la confesión de la "blanqueadora arrepentida" Susana Giménez a Marley, en el programa televisivo Por el mundo en cuarentena, de que "el sueño dorado de mi vida es comprarme tierra en África e ir a curar chimpances, devolverlos”, agregando que esos animales la "enloquecen”. Podría cerrar preguntando si primero va a probar la vacuna en su cuerpo, pero lo haré dándole las gracias a la diva: mil gracias por facilitar constantemente que la tierra de los memes sea siempre un lugar más fructífero y bello.