Juan Carlos Distéfano: arte y violencia
Por Gabriela Canteros | Foto: Matías Gabriel Iesari
El siglo XX marcó las experimentaciones en escultura a fuego e ideología. Juan Carlos Distéfano pertenece a la generación que vivió dos golpes militares en la Argentina y su obra es el relato creativo de los momentos más trágicos de nuestra historia reciente. Así, la violencia impregna la obra de personajes que se retuercen por el infortunio de una picana eléctrica. Una serie de niños excede la descripción de revoltosos y rompe el concepto de niñez como edad de la inocencia. Sofocados por la violencia, los infantes de la serie “juego de niños” son presos de la ira contra sus pares y experimentan una lucha suspendida y congelada en el tiempo. Una advertencia ante la naturaleza autodestructiva que la especie humana juega cada día contra sí misma.
Este año 2022, Juan Carlos Distéfano expone Memoria Residual en el Museo Nacional de Bellas Artes, Argentina. La curadora de la exposición, María Teresa Constantin, señala que no es una muestra diseñada cronológicamente y, además, destaca la presencia del artista en la vidriera más importante del arte nacional. Por su parte, el director del Museo, el arquitecto y guionista Andrés Duprat, señala la importancia de la obra de JCD con respecto al arte nacional e internacional, marcando vínculos plásticos con grandes artistas como Van Gogh, Brueghel, El Bosco (en el mundo) y Ramón Gómez Cornet, Lino Enea Spilimbergo entre los artistas argentinos con los cual dialoga la obra del escultor. Extrañamente, a pesar de ser principalmente escultor, traza más vínculos con la pintura y su historia que con la escultura, además supone una inclusión del paisaje que, en general, también es un tópico mayormente pictórico.
La técnica de la resina, los vaciados en materiales modernos contemporáneos le vale el rótulo de una afortunada innovación. Los dibujos como procesos de creación y formación de las imágenes también revelan un ámbito de desarrollo plástico visual y técnicamente admirable.
Concebir con belleza la violencia puede tener resultados perturbadores, y uno de ellos es el grupo de niños que pelean en el suelo, armados. En un contexto de conflictos bélicos internacionales esta serie, inspirada en dos situaciones, cobra una variedad nueva de significados. La primera inspiración fallida, quizás, proviene del proyecto propuesto por la artista Eliana Molinelli, pintora y decana de la Universidad de Cuyo. Eliana convoca a JCD entre otros artistas para el proyecto de desarme que organizaba la ONU. La propuesta consistía en cambiar armas de fuego por entradas a espectáculos deportivos o comida y, con las armas recuperadas, realizar una obra de arte. JCD rechazó la invitación por no ser su modo de trabajo habitual. Tiempo después, mientras observaba la obra Juego de niños de Peter Brueghel, pudo imaginar una producción que se vinculara a la propuesta de Molinelli. Comienza esta serie en 2003, pero Eliana Molinelli fallece al año siguiente sin alcanzar a ver la obra terminada. Así se convierte en un homenaje póstumo a la propuesta inicial, sumado al vínculo con la obra de Brueghel, que no es lineal, es una cita creativa, no supone una copia de la pieza de Brueghel sino una nueva obra de arte a partir de la subjetividad de Juan Carlos Distéfano. La pieza original de Pieter Brueghel, el Viejo es un óleo de realizado en 1560, sobre tabla 118 x 161 cm, y pertenece al Kunsthistorisches Museum de Viena, Austria. Los protagonistas son doscientos treinta niños que realizan ochenta y tres juegos diferentes. La obra en nuestro autor argentino cobra el nombre de Kinderspelen y consta de nueve piezas, donde la niñez representada es presa de la ira, la violencia, el abandono, el conflicto. Una etapa sumergida en tristeza, dolor y crimen. Una pesadilla consumada de la posmodernidad no apta para impresionables.
A partir de la exposición el Museo se propone un taller de dibujo en sala.
Bocetos guiados en la muestra temporaria Juan Carlos Distéfano, La memoria residual, nos da una aproximación activa, nos acerca a la potencia expresiva de su producción a través de la técnica del dibujo. No es necesario saber dibujar, sólo animarse. Los materiales serán provistos por el museo. La actividad se inicia en el Pabellón a las 18:00. Media hora antes se entregan números en Informes para participar de la actividad. A cargo de Germán Warszatska y Gabriela Canteros. Viernes y sábados a partir del 20 de mayo y domingo 29 de mayo a las 18:00. Actividad sugerida a partir de 15 años.