Julián Desbats: es amor lo que sangra

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Julián Desbats: es amor lo que sangra

23 Septiembre 2017

Por Jorge Hardmeier

Amor se fue; mientras duró

de todo hizo placer.

Cuando se fue

nada dejó que no doliera.

Macedonio Fernández

Julián Desbats, el Ruso, acaba de editar su segundo disco solita: Culebrón.  Un culebrón es una emisión melodramática televisiva, dicen, emitida en numerosos capítulos. En el disco de Julián hay una sucesión de canciones desgarradas que ameritan una diversidad de videoclips. El primer disco solista de Desbats se tituló Tarado, una opereta western folk del conurbano llena de mugre y calle y elogiada, citando solo un ejemplo, por Moris. En Culebrón el Desbats solista se corre hacia lo romántico con todo su bagaje personal, ese que lo hace dejar el corazón latiendo caliente en el escenario después de cada show. ¿Por qué la insistencia con lo de solista y por qué Ruso? Es que Julián Desbats, asimismo, es el violero y uno de los cantantxs de esa banda autodenominada Los Rusos Hijos de Puta.

Julián no solamente es músico: dibuja y escribe desde chico. Un mito urbano señala que ha escrito una novela a cuatro manos de, sí, mil páginas. Desde chico me movió la cuestión artística. En la clase de matemáticas, los números eran garabatos para mí. No puedo no hacer otra cosa. Estaría muerto en vida si estuviese en una oficina trabajando 8 horas. Moriría calcinado por una ansiedad incontrolable de saber que la libertad, al menos la mía, está afuera y con una guitarra, un lápiz o cualquier cosa con la cual alcanzar un vuelo mental. El mundo es demasiado feo como para no decorarlo con nuestra imaginación, ¿no?

Los socios del desierto

Desbats grabó su nuevo disco en su vivienda del barrio porteño de Once: El disco lo grabé en mi pieza, en mi estudio gratis & principiante llamado Astralia. Grabar en casa no tiene precio. Pude ser más detallista sin tener que correr de los tiempos tiranos y estructurados que impone un estudio de grabación profesional. Y con la inmensa suerte de que vivo y venían amigxs a escucharlo, a tomar un mate, contemplar una tarde, hablar de triunfos y derrotas. La amistad es una luz que guió mucho a este disco. En los créditos menciono a cada unx de ellxs. Damián Urdaniz (guitarra eléctrica, bajo, sinte, batería, coros, etc.), Matías Rodríguez Blanco, El Licho Carrizo y Diego Lebedinsky  —coautor del tema “Saltimbanqui—  son algunos de los nombres que se asocian para enfrentar el desierto. Agrega Julián: Siguiendo con esta línea de pandilla, los instrumentos los grabé con uno de mis mejores amigos: Figu. Él es mi principal aliado en esta nueva aventura. Grabó varios instrumentos pero fue vital para el beat bailable que tiene el disco. Se armó unas baterías que son verdaderamente geniales. Te hacen moverte incontrolable. Es un gran músico y expedicionario musical. Me ayudó mucho a encontrar un nuevo ritmo, lejos de mi disco anterior Tarado, que era folky y desolado. Quería que Culebrón fuese en otra dirección. Después lo mezcló otro querido amigo mío Satur, integrante de Krupoviesa, altísima banda. Mezclar es un desierto y él lo atravesó conmigo con la mejor onda y el mejor gusto musical para ayudarme a encontrar lo que sonaba dentro de mi corazón musical. Guille Beresñak, otro amigo y aliado de alma gemela musical le dio un máster que convirtió el sonido del disco en un Godzilla gigante.

Hay un salto musical y letrístico en el Desbats de Tarado hacia el Culebrón de Julián, que desconfía de los encasillamientos musicales y de toda índole: Necesitaba hacer algo diferente. Mis canciones siempre están atravesadas por lo que vivo en el momento. Y este último tiempo viví muchos tsunamis emocionales que me desarmaron y me volvieron a armar. Lo que se llama un “renacer”. Escucho mucha música pero para “Culebrón” me enfoqué más que nada en canciones que hablasen del amor, desde diferentes puntos de vista. Y artistas de todo tipo, de cualquier género. Desde PJ Harvey, Alex Andwandter, Pablo Lezcano, Dylan, Babasónicos, The Delfonics, Alex Turner, Viva elástico, Lito Nebbia, Leo Dan, Los relámpagos del norte, Mi pequeña muerte hasta Julio Iglesias. Y tantas bandas más. Me gusta dar saltos musicales, no saber a dónde voy a aterrizar.

El amor es un eterno vagabundo

En el primer tema de Culebrón, Julián Desbats canta: Son los novios amantes del error,/ son los novios amantes del error. ¿Somos amantes del error?  Definitivamente. La idea de posesión de la otra persona mata el romance, lo ahoga. Es algo que en Culebrón canto bastante.  Por ejemplo en “Solté el diablo”: “No quiero que nunca se sepa cuando nos tenemos que encontrar. La repetición de ese encuentro es lo que mata lo nuestro”. Idealizar a la otra persona, encasillarla, es matarla casi. Enamorate de esa persona como venga, respetala, bancala, dale aire, libertad. Cuesta mucho en un mundo moralina llevar esto adelante. Pero hay que, cuanto menos, intentarlo. Es algo que te debés a vos mismx. Creo que cuando alguien te ama, va más allá de si tiene sexo solo con vos. El estar enamorado de alguien es un sentir sagrado, único y no pasa con toda la gente. Elegís a alguien. Después el sexo es un juego. No quiero ser carcelero de nadie, quiero que me elijan y quiero poder elegir. Y no es que esto que afirmo lo tengo súper digerido. Ni ahí, pero intento tenerlo siempre presente. Quiero salir de esa caverna machista lo más que me sea posible.

Insisto con la lírica de Culebrón, tan diferente a la de Tarado. En este disco hay desamor, despedidas, dolor, aceptación del otrx y renacer. Todo el proceso de composición y letrística fue atravesado por muchas cosas que cambiaron en mi vida. Me separé después de mucho tiempo de estar acompañado. Se me dio vuelta el mundo. Si no sacaba este disco no sé qué podría haber sido de mí. Y no lo digo dramáticamente pero es la verdad. Estas canciones fueron vomitadas, se me presentaron solas, tomaron mi garganta y las tuve que sacar de mi pecho. Fue una terapia de grito primal. Y creo que junto al apoyo de mis amigxs y parte de mi familia salvaron mi vida. Y por otro lado también, el volver a estar solo, conocer otra gente, otros mundos fue muy inspirador para mí como igual de divertido. Y la idea de lo que era el amor para mí mutó bastante y todavía estoy viviendo esa transformación. Volver a uno es todo un viaje hacia el mismo centro de tu ser. Y estoy muy contento con esta etapa de mi vida. Abierto, atento y tratando, como dice Kiki Fages, de dar lo mejor de mí. Nadie puede decirte quien sos porque vos sos y ya.

¿La soledad da temple? Definitivamente. Estar solx con unx mismx es algo muy difícil. Porque tenés que bancarte a vos mismo. Y patear las calles solo y curtir el silencio. Y mucha gente no lo hace, porque creo que tienen miedo de sí mismos. Escapar de uno todo el tiempo me hace preguntar ¿qué vida estaré viviendo? Además creo que atravesar ese abismo en soledad indefectiblemente te hace más fuerte para la próxima relación que tengas o para la vida en sí. Ya sabés mejor quién sos, qué querés y qué no. Así de simple, así de complicado.

El último romántico

Culebrón es un disco sobre el amor, las rupturas amorosas y el ejercicio del renacimiento sin dejar de amar. Le pregunto a Julián con una pregunta de uno de los temas del disco: ¿dónde van las cosas en esta guerra que llamamos amor? Es una pregunta que aún no tengo respuesta. Sospecho que esas cosas perdidas van mutando hasta convertirse en otra cosa. O se pierden para siempre. Pero creo fervientemente en el amor. Soy un romántico empedernido, a veces demasiado romántico. Me gustaría ser más frío y no tan libriano como lo soy. Cuando me enamoro me entrego completamente, me convierto en un amante del error, así que sigo en una búsqueda de encontrar el punto justo.

¿Crees en el amor sin lo físico? Hablo de una relación de pareja, tal vez ("tu corazón duerme conmigo") No, no creo. Sería un amor virtual. Detesto el palabrerío. Veámonos, encontrémonos. El amor es ambas cosas: físico y psíquico. Tremenda belleza de doble filo. Sentir y tocar, ver y oler, escuchar y ser escuchadx.

¿Cómo definirías jugar a la muerte? Armar y desarmar todo el tiempo una misma cosa. Una caminata lunar de Michael que no va ni para adelante ni para atrás. Elegir y hacerse cargo o explotar queriendo todo sin agarrar nada. O algo así.

¿Cómo se sale de un pantano? Linda pregunta. Qué sé yo… Tirándote al vacío, entregándote a lo nuevo sin medidas. Te ha tocado un terremoto, tenés que surfearlo. El mundo es gigante, las posibilidades son infinitas. Estate despiertx, sensiblx, comprometidx y caminá. Te espera lo nuevo. Adelante. La película te la montás vos.

Julián Desbats presenta Culebrón el 8 de diciembre de 2017 en Ladran Sancho (Guardia Vieja 3811, Abasto).

https://juliandesbats.bandcamp.com/album/culebr-n