La simbología cristiana y el Peronismo en Leonardo Favio
Por Santiago Asorey
“Perón, Sinfonía del Sentimiento” de Leonardo Favio tiene la particularidad de ser una película paradigmática para pensar las relaciones entre la simbología cristiana y el entramado cultural del Peronismo. La forma en que Favio hace evidente estas relaciones hace significar al Peronismo más allá de la experiencia ideológica sino a partir de un afecto espiritual de una potencia extraordinaria en la transformación de la historia. En las imágenes de archivo de Evita rescatadas por Favio, la vemos bajando por las escaleras en Italia, la descripción de la figura de Evita se profundiza, para convertirse en la virgen o en un ángel. Esta cercanía de pensar la figura de Evita como la Virgen María, como madre espiritual de los descamisados construye en Eva a una figura protectora que nunca abandona a los postergados. Es la consolidación del aspecto político espiritual que integra la potencia del signo de Evita.
La visión de Favio del Peronismo es una visión “crística” en la cual Evita es la Virgen y el General el Cristo que tardó diecisiete años en resucitar del exilio. Para el punto del regreso del exilio, el Peronismo esta cristalizado como significante fundante de toda una sociedad inclusive como negatividad en sus enemigos. Favio resurge en su obra desde la fe del pueblo, como el gran artista y teólogo secular en el corazón de la experiencia mística. En esta visión el conflicto no es la ideología, en tanto no se trata de la sinfonía de una ideología, sino del sentimiento irracional, místico y alucinatorio. La lectura de lo profundamente político a partir de una sensibilidad irracional que no se deja atrapar por la razón colonizadora de Occidente.
Cuando se muestran a las masas en la plaza, Favio no muestra a Peron, sino que imprime su voz sobre las masas. Desde ese lugar el sentido se desplaza y nos revela a Perón no como un cuerpo, sino como una voz sobreimpresa en las masas. Pero no es solo la voz de las masas. En una descripción mas profunda vemos que las masas son el cuerpo de Perón. El sujeto del Peronismo no es Peron sino las masas que lo sostienen con fe. No existe Peron sin las masas. Ni las masas sin Peron. Son el Ying Yang. Esta imagen manifiesta la materialidad misma del Peronismo, entendida como miles de personas en una plaza o también miles de estrellas en el cielo. Es el movimiento que une lo histórico-colectivo y lo cósmico. Lo que Favio construye es la elevación del Peronismo como experiencia espiritual. En tanto, pareciera convertirse en un enorme acto de fe en el momento en que se produce la ausencia del cuerpo. En la ausencia de cuerpo de Evita robado, en la ausencia del General sacrificado a través del exilio. El problema parece jugarse en el límite del cuerpo y el espíritu. Como dice Evita, “El Peronismo es la fe popular hecha un partido”.
El cuerpo del Peronismo ha sido robado al igual que el cuerpo de Cristo. Aunque después descubramos que no ha sido robado, sino que ha ocurrido un milagro. Al igual que la resurrección cristica. A pesar de los golpes de estado, de la proscripción y de la represión del pueblo, el Peronismo no puede ser robado, nos dice Favio. Favio es un cineasta del milagro. Él hace visible lo invisible al hacer visible la fe popular. Al hacer visible en el final de “Peron, Sinfonía del Sentimiento”, a las olas que forman las grandes mareas históricas para llevar a Perón a su destino histórico, a la devolución de Perón a su pueblo. Acaso la genialidad de Favio fue darse cuenta de aquello que los politólogos y sociólogos no pudieron explicar sobre el movimiento. Es imposible entender el Peronismo bajo un concepto meramente material. Favio entendió que el Peronismo no puede ser leído como mero sistema de signos, ni como mero sistema ideológico. Que era mucho mas que un discurso. Que sólo puede ser comprendido como visión religiosa o como experiencia mística, cómo una relación de la fe popular y la política.
El Peronismo heredo del Cristianismo la construcción mística que considera al sacrifico como una parte esencial del renacimiento colectivo. Evita muere para volver como espíritu santo a través de su presencia entre los hombres. Es decir encarnar en el espíritu entre las relaciones sociales de los hombres. En esta línea se sostienen las constantes de resurrección a partir del sacrifico presentes en el movimiento. La muerte de Evita y la santificación popular, el exilio y el regreso del General y por ultimo la muerte de Néstor Kirchner y su regreso en una nueva generación de militantes que hacen sentir la presencia de quien revive a través del pueblo. Sin duda los múltiples y heterogéneos relatos con los cuales se intento explicar el Peronismo sin nunca poderse explicar en su totalidad, muestran que el Peronismo persiste como lo Real en la historia argentina. Es decir aquello que resiste a la simbolización pero que constantemente escapa de la represión para regresar y alterar la historia. El Peronismo ha actuado en la historia como una fuerza que ha excedido todos los lenguajes con los cuales se lo intento explicar y ha regresado desde el inconsciente de la historia como la expresión potente de la política de las clases postergadas. Tal vez por eso la lectura mística del movimiento sea acertada.