Libros: “La demora”, de Ezequiel Pérez
La demora, de Ezequiel Pérez es un libro publicado por La Pollera y Salvaje Federal bajo la colección de no ficción, Surcos del territorio.
En La demora, Ezequiel Pérez reconstruye un hecho ocurrido en Villa Ramallo, el pueblo de su infancia.
El 16 de septiembre de 1999 Villa Ramallo fue escenario del robo al banco Nación, este acontecimiento puso al pueblo en primera plana cuando en medio de una toma de rehenes los canales nacionales transmitieron en vivo y en directo un balacera de 170 disparos que concluyeron con la muerte de personas inocentes.
En La demora la denominada “Masacre de Ramallo” es reconstruida por la mirada de uno de los habitantes del pueblo, Ezequiel Pérez resignifica el evento evocando su mirada de niño y con maestría activa la maquinaria de la memoria.
¿Cuántas formas hay de contar un hecho? muchas, según desde el lente con que se mire. En un acontecimiento mediático de semejante envergadura intervienen muchos factores, la mirada de los camarógrafos, la intencionalidad de cada periodista para contarlo, la cercanía de los vecinos que lo vivieron, la perspectiva de los vecinos que frente a las cámaras de televisión le agregan un marco de ficcionalidad al hecho y luego la construcción del mito.
Con el paso de los años el mismo hecho va mutando en múltiples versiones.
De todas estas subjetividades emerge una mirada diferente, un niño que captó el miedo y el asombro y a medida que fue creciendo fue moldeando su propia experiencia.
Ezequiel Pérez en sus condiciones de producción reúne: recuerdos, testimonios y evocación. Ingresa en su memoria como si se tratara del ángulo de un sótano y observara a través del Aleph, para contarnos en detalle los lugares desde donde vivió los hechos.
“Recuerdo con nitidez el fondo de la casa, un patio extenso con mucho pasto. Eso me gustaba: el pasto.
Recuerdo el invierno y, sobre todo, la humedad que se colaba en los pulmones de mi viejo y le hacía toser.
Recuerdo que en el zaguán de aquella casa había una Virgen del Rosario.
Recuerdo que yo intentaba escapar de aquella imagen…”
Con esta fórmula poética, en la palabra “recuerdo" Ezequiel rescata destellos de su infancia y los revela como en una proyección de cine.
Subrepticiamente el “verbo sagrado” homenajea a Borges y a sus personajes: Daneri y Funes.
Más allá de la recuperación del suceso, el gran hallazgo en La demora es la voz narradora. Por un lado, la capacidad del escritor de transformar un relato histórico en una obra literaria y por el otro, la pericia para contar un hecho real mostrando.
Ezequiel no explica, ni arroja datos, estadísticas y fechas, Ezequiel recrea escenas, construye imágenes, representa gestos con metáforas, presenta las acciones como en un lienzo.
La voz narradora cumple un rol de personaje, quien cuenta y recuerda también investiga, entonces magistralmente el autor pone a funcionar ese personaje a quien le encargaron un libro sobre algo real y recorre fuentes diversas para completar su mirada.
En una suerte de desdoblamiento este personaje, que también es el autor, nos conduce por el proceso creativo de la obra con sus inquietudes, sus frustraciones, aciertos y emociones.
En La demora la denominada “Masacre de Ramallo” es reconstruida por la mirada de uno de los habitantes del pueblo, Ezequiel Pérez resignifica el evento evocando su mirada de niño y con maestría activa la maquinaria de la memoria.
En La demora se trabajan diversos tópicos, desde lo personal, la identidad, la infancia, la amistad, la pertenencia y el desarraigo.
¿Qué conserva de nosotros el lugar donde nacimos? ¿Qué nos llevamos de los lugares cuando nos vamos? Al regresar: ¿vuelve la misma persona que se fue? ¿Hay una identidad bonaerense? ¿Cómo percibimos el contraste del cambio? ¿Qué extrañamos?
Desde lo social, las diferencias entre el campo y la ciudad, la noción de tiempo, los efectos de la mediatización, la noticia, el rol de los periodistas; por lo cual también connota un costado político y contextual.
¿Qué pasaba a fines de la década del 90? ¿Cómo impactaba en la sociedad la política neoliberal? ¿Qué pasaba en la provincia de Buenos Aires? ¿Por qué el tiempo es distinto en la ciudad? ¿Hay un centro o nosotros somos el centro desde donde estemos?
De alguna u otra manera el libro aborda estos interrogantes y se ríe de los estereotipos que, en definitiva, se construyen de un lado y del otro.
Como en un campo fértil la voz va arando los conceptos de "el afuera y el adentro", "el allá y el acá", "este lado y del otro lado", el puente y la frontera.
La demora es un libro de no ficción pero también es la mirada de un niño que ve el mundo por primera vez: un helicóptero que olfatea la tierra, el río como un felino que acaba de bichear su presa, el monte como un animal desbocado, la noche culebrita que viborea en las zanjas.
“ Los recuerdos vienen revueltos y embarrados”, dice el narrador, en La demora, él los toma, los labra, los moldea y les da una forma perfecta.