Liliana Herrero: memorias en un tiempo imposible
Por Juan Ciucci
Agencia Paco Urondo: Empecemos hablando del disco, Imposible. ¿Cómo nos lo contarías?
Liliana Herrero: Es un disco de diez temas (risas), eso es lo primero que tengo para decirte. Tiene diez canciones de autores estrictamente folclóricos. Son autores antiguos, otros más cercanos o lejanos, pero no puse música que suelo poner de Fernando Cabrera u otros autores que me interesa mucho cantar. Pero en este disco no, preferí hacer una cosa memoriosa y austera. Ese es un principio que se me había ocurrido hace un año y medio, tal vez casi intuyendo lo que vendría, en términos políticos, en un momento absolutamente deshistorizado como este.
Entonces me recosté en Atahualpa Yupanqui, Cuchi Leguizamón, Tejada Gómez, Eduardo Falú, Chacho Müller, Buenaventura Luna. Ese es el mundo que me atrapó, me atravesó, para pensar estos días. Si es que con la música se pueden pensar los tiempos en los que una es contemporánea. Es muy difícil pensar la época en la que una vive, es muy difícil. Pero con la música siento que tengo mayor libertad para pensar no solo una memoria, sino los tiempos en que vivimos. Así que es un disco memorioso, que si me decís si lo que hice es folclórico, no lo sé, lo que te puedo decir es que es un disco recostado en autores folclóricos, que es distinto.
APU: Al mismo tiempo, te recostás en una tradición que se vuelve difícil para versionar, imagino…
LH: Es difícil, pero también han realizado una obra poderosa que permite que uno pueda interrogarlos y conversar con ellos constantemente. Yupanqui es uno de los autores de ese disco más versionado, y sin embargo siempre queda una hendija para poder pensar algo con ellos. Al contrario, me parece que son muy estimulantes para pensar. Porque la obra es muy poderosa, uno las visita una y otra vez, y aparecen siempre voces que nos habla. En su caso, que es muy emblemático, porque para mi modo de ver el gran tema de Yupanqui es el andar, el caminar. Y ese es un tema que nos atraviesa a todos, se hace más patético o patente, las dos cosas, en estos tiempos. Pero aun cuando fueran épocas felices estas, que para mí obviamente no lo son, el tema del caminar y el andar seguirían siendo para mí un motivo de pensamiento, un estímulo para pensar, para cantar. Si es que homologamos cantar con pensar, yo creo es que así.
APU: Pensando en ese contexto ¿cómo modifica tu obra o un concierto, que hay de ese afuera que impacta necesariamente en lo que haces?
LH: Sí, impacta en mi voz, en el modo de pensar un concierto. Por eso quiero hacer en el Ópera el 9 un concierto muy austero, porque además es el 9 de Junio, con lo cual se cumplen 60 años de los fusilamientos de José León Suárez. Eso nos llevó, también, a una obra magnífica de un autor magnífico: Operación masacre de Rodolfo Walsh. Es un día particularmente decisivo para la memoria política argentina.
APU: Son recuerdos que ya no toma el Estado, como antaño, y parecen reposar en la sociedad civil…
LH: Sí, pero estamos en un momento muy complejo, no solo en la Argentina sino en el mundo. Esa idea de la sociedad civil ha mutado de un modo escandaloso, por lo que no sabría definirlo bien. Pero percibo claramente que cada uno de nosotros y nuestros pueblos están ya absolutamente atrapados en una red incomprensible para mí, que es la globalización. Eso ha cambiado la subjetividad de un modo extraordinario. Así que no sé, pero sí espero y deseo que esa conciencia de lo que somos se recupere para que podamos transformar lo que somos. La música tiene esa posibilidad, porque siempre es una promesa de comunidad. Y es una promesa de comunidad emancipada. No sé si la tiene en el mundo la política hoy.
APU: ¿Cómo analiza la mayor politización de los artistas en el continente, y cierta capacidad de unión?
LH: Me parece que se está dando, que la reacción rápida de las personas pertenecientes al ámbito artístico en Brasil fue muy impactante. Creo que esa unidad debe consolidarse, con todos los países que están en la situación del nuestro y del continente. Eso me alegró, me estimuló, me alertó de que es posible un encuentro artístico americano para poder pensar estos tiempos tan oscuros. Confío que esa unión, esa convocatoria, esa red contra los golpes se dará. Porque en Brasil es un golpe, aquí no sé si no lo es. Por lo menos es un acto destituyente extraordinario lo que ocurre en la Argentina. Ya las noticias de ayer, de quitarle al Presidente de un país por ley la capacidad de ser el Jefe de las Fuerzas Armadas, me parece un retroceso democrático escandaloso. A eso hay que ponerle un nombre, en algún momento hay que ponerle un nombre. Estamos rozando la palabra golpe, pongámosle para suavizar las cosas destituyente, palabra usada por Carta Abierta en los tiempos de la 125.
APU: Hace poco participaste de un recital en el Teatro Roma de Avellaneda, ¿qué nos podes contar de lo que pasó allí?
LH: Fue maravilloso, una convocatoria del Instituto Patria. Estaba Teresa Parodi, una compañeraza, y el intendente Ferraresi, que es un hombre magnífico. En un teatro precioso, completamente remodelado, donde fuimos a hacer lo que sabemos. Nadie intentó parecerse al mercado ni a la televisión, sino lo contrario. Yo canté lo que sé cantar, y en la forma en que lo sé cantar. No hicimos ninguna concesión a las formas más bizarras que por ahí tiene la música y el arte en su alianza entre los medios y el mercado. Que es muy peligroso.
APU: ¿Y cómo ves tu lugar ahí, tu carrera, en esa tensión? ¿Qué sentís que representas?
LH: No lo sé, no sé qué represento. Sí sé que cada canción, cada disco, cada concierto es una reflexión también sobre mí misma y qué es lo que debo hacer, o qué tengo que hacer o qué puedo hacer. Siempre es una reflexión sobre eso, nunca abandono esa idea. Siempre trato de sostener fuertemente la pregunta sobre lo que somos como argentinos. Es una pregunta que me quita el sueño, y trato de manifestarlo claramente hasta en el fragmento de una música, de un acorde. Eso no lo cedo. Lo otro son formas en las que uno puede entrar fácilmente, porque te provoca todo el tiempo el mundo mediático para que entres en formas más convencionales. O más fáciles, o más digeribles. Es muy difícil luchar contra eso, pero yo hace tantos años que hago un camino inverso, contra la corriente, que ya no me asusta. Lo que me asusta es no poder sostener la pregunta sobre qué somos nosotros. ¿Cuál es nuestra memoria, qué es el folclore argentino, qué son las músicas y géneros argentinos y latinoamericanos? Ojalá siempre pueda sostener esa pregunta en un concierto y en un disco. Es eso lo que me desvela. Lo otro no sé cómo actuar, me siento perdida y fuera de lugar. Pero ese fuera de lugar a mí me interesa. Ese es mi espacio.
Liliana Herrero en vivo presenta "Imposible" el Jueves 9 de Junio, a las 20:30 hs, en Teatro Ópera (Av. Corrientes 860)