Llegó la Walichera pa darte remedio pa el amor

Por Javier Tucci

Las redes sociales son mágicas pero no dejan de ser virtuales, y los tiempos corren tan vertiginosamente detrás de cada uno que sólo pudimos enganchar a Gladis la negra Sarabia en el chat de Facebook, pero con lo novedoso-para el escriba de esta nota- de poder grabar audios a modo de preguntas y respuestas. Poco a poco se fue dando un ambiente cumbianchero unido al origen afro-andino musical de nuestra América, donde Totó la Momposina, Rubén Patagonia y Tambó Tambó van de la mano sí o sí, como la ciudades de Cipolletti y La Plata.

A continuación, para que lo baile y lo goze a ritmo y escena de Flow, güiro y cumbión, con ustedes la negra Sarabia, quien nació y vivió en Cipolletti hasta los 19 años y un buen día dejó todo para irse a estudiar a la ciudad de las diagonales… y a parrandear también.

APU: ¿Cómo surge y a qué está vinculado el nombre La Walichera?

Gladis Sarabia: El nombre de La Walichera está vinculado a la etimología de la palabra “gualicho”, cuya profunda raíz desconocemos. Cuentan algunos relatos que en nuestra Patagonia, en plena matanza y represión de los pueblos originarios (mal llamada conquista del desierto), existía un pequeño arbolito llamado Walechú. Este era un centro ceremonial al cual se le ofrendaba y se le pedía algo a cambio. Las ofrendas iban desde tabaquito hasta hilitos del poncho. Quienes no entendían no respetaban o subestimaban el gran poder de Walechú, robando sus ofrendas, y tenían su merecido. Fueron aquellos que teniendo una respuesta no amorosa demonizaron a Walechú desconectando todo discurso de los comienzos, transmitiendo historias de gualichos y oscuridades.

Estos centros de poder, como tantos otros, son un claro mensaje de los ciclos de la naturaleza, en donde todo convive en una perfecta armonía circular, en dar y recibir.

Es en ese mundo enigmático que persiste más allá de la fusión, donde nacen las letras y la sonoridad de La Walichera. Dar, recibir, transmitir y compartir, son los ejes fundacionales y el motor de este proyecto colectivo que manifiesta su ser al compartir su amor por la música, la cumbia y su canto negro, el grito, la bulla, el arengue.

APU: ¿Quiénes conforman Walichera?

GS: La Walichera está conformada por Federico Boggino en guitarras; Manuel Villa el Galle en bajos; Matías Santecchia en Guiro y coros; Alejandro “Negro” Romero en Timbales; Nei Sacramento en congas; Uriel Fernández en la consola y Vanina Moreno, nuestra diseñadora.

APU: ¿Fusionar la música de esta manera es sinónimo de qué?

GS: Quizás nos muestra que los géneros tienen la vitalidad de resistir ante los cambios, característica de la vida donde todo se va moviendo y transformando, por lo que se me ocurre que eso nos permite entrar al contacto de elementos más esenciales para que el género no deje de ser, digamos en el caso de la cumbia hasta donde y cuanto para que no pierda su fuerza.

APU: ¿Cómo ves el presente del género femenino en el rock, qué es lo que falta todavía para lograr igualdad, o es una utopía en medio de un mundo lleno de bolas tristes?

GS: Como mujer cantora compositora y gestora me siento luchando todo el tiempo, nadie nos da un manual para enfrentarnos a las cosas fuertes de la vida; estamos activando espacios de consciencia para generar unidad, fortaleza y transformaciones, porque es muy feo andar sola caminando siempre. Espero que el amor nos siga manteniendo vivos.

APU: ¿Conoces la ley de la música y el INAMU? ¿Qué pensás al respecto de la autogestión musical y artística?

GS: El papel de INAMU y otras instituciones relacionadas con los derechos de los laburantes de la música es esencial. Es también obligación nuestra adentrarnos y saber con qué contamos en nuestro país.

APU: En algunas canciones Walichera muestra un costado combativo que recupera la historia de mujeres luchadoras e incita al pueblo a defender sus derechos ¿De dónde proviene esa postura y qué sentís en esta coyuntura donde la derecha volvió a ser la que maneja los hilos de los pueblos?

GS: Sí, claro que las letras de Walichera son para generar-nos empoderamiento; como decía antes, es difícil andar solo. Parte del caminar en unidad es el amor propio, el amor empodera y el empoderamiento no es violencia, es determinación, saber que seremos las madres de los hombres y mujeres con otra consciencia.

APU: ¿Cómo ves la realidad argentina en la era Macri en cada lugar a la que vas a tocar, y cómo pensás que el pueblo puede volver empoderarse?

GS: La era Macri es una era conocida en nuestro país y no voy a condenar a la Argentina, porque es la historia del humano errar y es triste vernos tan silenciados. Sin embargo sé que en nuestra cepa esencial está la lucha, nuestra Latinoamérica está siempre organizándose para levantarse.

APU: ¿Proyectos?

GS: Será un 2017 de muchas participaciones en otros proyectos y otros tipos de géneros para conocer otros paisajes; aunque debo asumir que la raíz profunda en mi vida siempre está muy vinculada a la cumbia y Walichera es mi lugar de creación y la materia prima de mis alegrías.

APU: ¿Cantores/as de lxs cuales te agarrás para hacer música?

GS: Ahorita no estoy tomando referencias netamente musicales, más bien todo me resulta materia prima para componer y decir, apoyar y reformular también. Justamente hoy los pilares son más bien las búsquedas de mejorar como ser, ese es el pilar de mi música, el camino del intento constante.

APU: ¿Con qué se va a encontrar el público el 31 en el kónex?

GS: Una noche fuera de lo común, fuera del diccionario, fuera de lo conocido y mágicamente parrandera, donde podrán encontrarse las personalidades más jacarandosas, alocadas, emocionantes, turbadoras, escalofriantes y conmovedoramente fiesteras que existen alrededor del globo.

Acordate, el próximo 31 de marzo “No te pierdas el Parrandazo: para mover los pies al compás latinoamericano, hasta que se te acalambre el hipotálamo”.

Escuchá Walichera acá:

https://www.youtube.com/watch?v=rYqWEUs0cIg

https://www.youtube.com/watch?v=-v1siswWu4c

https://soundcloud.com/la-walichera