“Más respeto que soy tu madre”: lo primero es la familia
Allá por 2001, desde Barcelona, España, un entonces ignoto escritor llamado Hernán Casciari creó y a la vez se puso en la piel de Mirta Bertotti, una cincuentona ama de casa que a través de un blog contaba las peripecias socioeconómicas que atravesó su familia en un contexto cuando no difícil del país. Aquella bitácora de desgracias y humor a prueba de crisis tuvo tanta repercusión entre los cibernautas que le permitió a Casciari en 2005 pasar de la computadora al papel trasformando los relatos de Mirta en su primera novela: Más respecto que soy tu madre. Años más tarde el propio Antonio Gasalla haría su propia adaptación teatral teniendo un éxito absoluto de convocatoria durante años y en 2022 de la mano de Marcos Carnevale (El espejo de los otros (2015), Inseparables (2016 ) y Granizo (2022) llega la versión cinematográfica con Florencia Peña y Diego Peretti como protagonistas.
El film se centra en una familia tipo oriunda de Mercedes, provincia de Buenos Aires, que cuenta en sus filas a un marido desempleado y algo desprolijo, tres hijos entre la adolescencia y la adultez, llenos de traumas e inseguridades, un nono rockero y rebelde (Peretti) empotrado en la mítica pizzería heredada de su padre y convertida por el paso del tiempo y la debacle financiera en un aguantadero para unos pocos viejos habitúes y una ama de casa (Peña) intentando sostener en pie a todo el clan al calor del verano post-menemista y a unos pocos días de llegar al año 2000. Los Bertotti saben que son la manzana podrida del pueblo, pero por esas cosas del orgullo y la tradición ante un posible viaje al mas allá de su querido abuelo, se unen todos para poner en valor nuevamente la pizzería, mientras que Mirta comienza a escribir, a modo de catarsis, sus desventuras en su propio blog.
La película va fluctuando entre la emoción, la empatía, el fracaso y la carcajada en un marco sabiamente popular, como la vida misma, de cualquier familia.
De este modo, Carnevale nos presenta una postal costumbrista de fin de milenio de una familia visiblemente reconocible para cualquier espectador de clase media caída al piso en más de una oportunidad, con un guion a cargo de Christian Basilis, editor de la revista Orsai con la supervisión del propio Casciari, que intenta ser lo más fiel a los recortes del libro y desarrolla características y situaciones clásicas entre el costumbrismo, el grotesco y la argentinidad. Peña y Peretti sostienen el argumento abriendo el juego a otros personajes, algunos más atractivos que otros, pero siempre dejando un mensaje de esperanza en lo trágico y lo ridículo que, a veces, resulta ser la vida misma.
Resulta inevitable la comparación con el consagrado grotesco nacional de Esperando la carroza (1985) de Alejandro Doria, ya que nos lleva de la sonrisa al llanto centrándose en un drama familiar. Sin embargo, Más respecto que soy tu madre no intenta ser una actualización de los usos y costumbres de aquella familia, sino que busca crear su propio universo dándole lugar a la comunidad, en este caso de Mercedes, para enriquecer la sátira a base de pequeños grandes momentos llenos de honestidad brutal y vergüenza ajena.
Se respira un aire de idiosincrasia nacional todo el tiempo, hasta en pequeños detalles: una remera de los Redondos, una mención a los Ramones, una música que hace recordar a aquellas viejas películas familiares, el peso en relación al dólar y esa extraña habilidad para poder salir adelante, a pesar de todo.
La película va fluctuando entre la emoción, la empatía, el fracaso y la carcajada en un marco sabiamente popular, como la vida misma, de cualquier familia.