Muero de ti: la idiotez al servicio de lo lúdico

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Muero de ti: la idiotez al servicio de lo lúdico

16 Agosto 2012

“No es que muera de amor, muero de ti. Muero de ti, amor, de amor de ti”. Así comienza el poema del poeta mexicano Jaime Sabines. Poema homónimo a la obra y que Genes retoma para hablar del amor en términos de muerte. Lupe, la protagonista, no muere de amor, muere de un “ti” negado, de un “él” que se escapa y huye con otra. Un “él” que ella desearía poder matar, extirpar, pero que revive y renace a diario. Un muerto vivo, un muerto que puede matarla y socavar todos sus planes.
Inspirada también en el cuento de Edgar Allan Poe “El entierro prematuro”, la pieza teatral, sin embargo, provoca esa clase de malestar sin apelar a lo trágico. Envuelta en situaciones ridículas y absurdas, la obra está escrita y actuada en clave grotesca. “Only you”, “Jeepers creepers” “Pata-pata” son temas que conviven entre sí pero sin generar interrogantes.

Definida por su autor y director como un “Juguete Fúnebre”, la obra pone el acento en la muerte pero recuperando esa dimensión incómoda, inhóspita de lo lúdico. “En Muero de ti, los personajes son idiotamente lúdicos, y eso potencia todo, la idiotez al servicio de lo lúdico”. Así define Genes a Lupe, Mauro, Lore, la Vecina, Brizuela los protagonistas de esta historia y a la relación esquizoide sostenida entre ellos.

Pero más allá de “Muero de Ti”, para Genes resulta fundamental encarar desde el teatro este aspecto, “hagamos un drama o una comedia, lo lúdico está presente en todos mis trabajos, ya sean como autor o como director. Lo que busco es que pasen cosas, que no sean sólo palabras, alejarme de la literatura y de los sentidos verbales de las palabras, alejarme de ese teatro muerto y frio donde no pasa nada, de ese teatro para impotentes”. Esa clase de teatro sería aquel que explora el universo de la psicología o se sumerge en la búsqueda de un sentido cerrado lógico y racional.

Es que Genes retoma además algunas de las ideas presentes en el ensayo “Juego y Compromiso” del dramaturgo Javier Daulte, donde se entreteje esta relación del teatro con lo lúdico en términos de compromiso. En lugar de comprometerse con lo “políticamente correcto o culturalmente aceptable”, el teatro debería comprometerse con las reglas del juego, porque el compromiso parte de involucrarse con el juego de modo tal que éste pueda jugarse del mejor modo posible. Atenerse a las reglas del TEG más allá de los vínculos: enojarse con los dados, revolear fichas, establecer alianzas, destruir al equipo rojo o al compañero de la derecha. Jugar al TEG como debe jugarse al TEG y disfrutar ese momento. Así juegan Lupe, Mauro, Lore, la Vecina y Brizuela al amor, desamor y muerte.

Apéndice

A modo de complemento, incluimos el intercambio mantenido con Alejandro. Sus palabras, su estilo, su versificación establecen otras reglas de juego y generan una entrevista totalmente desestructurada. Una entrevista al servicio de una dimensión lúdica del lenguaje.

APU: ¿Qué es lo que vos deseas transmitir con tus obras?

Me es difícil hablar con la prensa sobre mis obras,
justamente porque no las hago tratando de dar un sentido,
ninguna de ellas tiene un sentido cerrado,
y ni yo sé bien cuál es,
creo que lo rico del teatro es que cada uno le pueda dar el sentido que quiera,
según su edad, conocimiento, salud, animo, etc.
La obra es lo que cada uno quiere que sea.

A esto se le suma que no soy una persona creadora de sentido,
me parece una estupidez,
no hago las cosas buscando una lógica,
ni racionalidad,
y mucho menos psicológicamente.
Creo que el peor mal del teatro fue la invención de la psicología.

APU: ¿Por qué caracterizas a la pieza teatral como "juguete fúnebre"?

Juguete Fúnebre,
es claramente alusivo a lo lúdico,
creo que es fundamental encarar el teatro desde este aspecto.
Y Fúnebre, por el tinte de humor negro.

APU: ¿Cuál es tu compromiso como autor-director?

Mi compromiso es con el arte,
y aquí traigo a colación una frase de cabecera del gran TADEUSZ KANTOR:

"No tengo ningún canon estético,
no me siento sujeto a los tiempos pasados,
no los conozco y no me interesan.
Solo me siento comprometido con
esta época en que vivo y con la gente que vive a mi lado.
Creo que un todo puede contener al mismo tiempo
barbarie y sutileza, tragedia y risotada,
que un todo nace de contrastes
y cuanto más importantes son esos contrastes,
mas ese todo es palpable,
concreto,
vivo."

Y para cerrar,
te dejo un extracto del monologo de TREPLEV de La Gaviota:

"Si, cada vez me convenzo mas y mas de que no es cuestión de formas nuevas ni viejas,
sino que el hombre escribe sin pensar en ninguna forma,
escribe porque eso fluye libremente de su alma"