"Nos espera el mar": nuevo libro de Santiago Garat

Si miramos el Monumento a la Bandera con vista de pájaro, descubriremos que tiene la forma de un barco colosal. Construido sobre las barrancas del río Paraná, en la ciudad de Rosario, “la obra en su conjunto simboliza la nave de la Patria surcando las aguas del mar de la eternidad en procura de un destino glorioso” -leemos en Wikipedia -. Nuestra gesta es más modesta. Lo nuestro es un barco de carga de gran calado que transporta el monumento por un río de aguas mansas. Hermosísima la ilustración de tapa del artista rosarino Tomás D’Espósito (el Tomi), hincha de Rosario Central, al igual que el periodista y escritor Santiago Garat, autor de Nos espera el mar.

El título está tomado del final de "Fui", texto que podemos leer como poema o como narración y que lleva como epígrafe un verso de Perdida, del músico de rock Coki Debernardi: “Y el río te lleva hasta el mar”. ¿El mar es el morir?, ¿el mar es la inmensidad, lo desconocido, la aventura?, ¿el mar es la mar de posibilidades?... El mar es un destino compartido y es en esa comunidad donde reside el consuelo o la esperanza. Del yo al nosotros, del encierro en sí mismo a la apertura, de la fragilidad a la fortaleza de soportar la noche eterna, soportable porque no estamos solos en esta travesía.

FUI

                                                                   Y el río te lleva hasta el mar (Coki Debernardi)

Dejé de salir y me fui haciendo parte de la casa

Fui mueble, fui living, fui mancha en la pared.

Fui mosca rebotando en la ventana, fui telaraña agazapada en un rincón.

Fui hoja seca bailando en remolinos, en el patio, hoja que no

recuerda de qué árbol se desprendió.

El baldazo me arrastró a la rejilla y desembocamos en el río,

con cadáveres de hormigas, patas de cucarachas y un blíster de Clonazepam.

El consuelo, en esta noche eterna, es que nos espera el mar.

Pablo Bilsky, en su prólogo certero, lo dice así: (…) “Nos espera el mar, ya desde su título, marca un nosotros, un sujeto colectivo. Construye memoria colectiva, memoria histórica, a través de una memoria personal, íntima, que nunca es meramente individual. (…) En el mundo ficcional donde se mueven los personajes del libro se es con otros, en relación con otros y a través del diálogo, el juego, el intercambio con otros.” (…)

Este segundo libro de Garat (el primero es El sol era la pelota, 2018) está dedicado a Juane, gran amigo y compañero de ruta en la lucha por la memoria, la verdad y la justicia. Juan Emilio Basso Feresín, “Juane”, nacido en cautiverio y de padre desaparecido, fue un militante por los derechos humanos y un referente de la agrupación H.I.J.O.S. de Rosario. Periodista, cofundador del periódico El Eslabón y de la Cooperativa de Prensa La Masa, Juane murió de un infarto la noche del 3 de marzo de 2021, mientras jugaba un partido de fútbol (en su sección DDHH, este medio publicó una nota de Daniel Dussex al día siguiente de su muerte).

Salvo el equipo de fútbol (Santiago es canalla y Juane era de Newell’s), ambos tenían muchas cosas en común: la actividad periodística, el trabajo compartido en la Cooperativa La Masa, la lucha por los derechos humanos, la militancia en H.I.J.O.S. de Rosario, el padre desaparecido.

Justamente, Nos espera el mar se cierra con un poema que el abogado Eduardo Héctor Garat, padre de Santiago, desaparecido el 13 de abril de 1978, escribió en la cárcel en 1974:

Hay una sola forma

en que la prisión 

no duela tanto, 

que el preso y sus amigos

sigan

aún con más entusiasmo,

en la misma senda de su pueblo

trabajando, amando

y luchando.

Es interesante la estructura circular de Nos espera el mar: los epígrafes que lo abren (fragmentos de canciones de tres referentes del rock nacional: Charly García, Fito Páez y el Indio Solari), están en relación muy estrecha con el poema que lo cierra. Los versos del Indio, tomados de Pabellón Séptimo (Relato de Horacio), se resignifican cuando leemos el nombre del autor del último texto de este libro: “Nadie es capaz / (¡no pueden borrar / mis recuerdos!) / Nadie es capaz de matarte / en mi alma”, pareciera una confesión de Santiago a su padre. Por otra parte, si asumimos la lectura como un viaje (y tanto el título de este libro como la ilustración de tapa nos invitan a hacerlo), cuesta olvidar la estructura circular del viaje de Odiseo, que parte de la isla de Ítaca y allí regresa, después de un largo periplo. Tras años de batallas, aventuras y experiencias, Odiseo retorna a su patria y Santiago retorna a su padre.

Hay dos cuentos en los que ser hijo o hija de padre o de padre y madre desaparecidos es el tema: "Encuentro cercano" y "La Zanellita marrón". En "Encuentro cercano", dos jóvenes se conocen en Capilla del Monte, en un campamento, y el resultado de ese encuentro apasionado se llamará Luna. Cuarenta años después, Luna se pregunta “qué carajo pasó con su viejo, militante peronista y montonero, que fue visto por última vez con vida en un fogón en Capilla del Monte”. En "La Zanellita marrón", una familia perseguida huye de Rosario y se refugia en el campo de unos primos donde los hermanitos juegan y se divierten. Después de unos meses regresan a la ciudad y, cuenta el chico, “se llevaron a mis viejos y terminé con esta gente que no sé quiénes son”. 

Una situación apacible de pronto se vuelve extraña, inquietante, se transforma en otra cosa. Lo siniestro se presenta así, de repente; no hay una lenta transición ni demasiados detalles. De una manera minimalista, con pocas pinceladas (no se necesitan más), se describe todo el cuadro, se dice lo que se quiere decir. El fútbol, que no es el eje temático predominante en este libro (como sí lo fue en el anterior), se cuela en "Encuentro cercano" para marcar una fecha precisa y un hecho histórico determinado: “Luna nació en junio del 78, el mismo día que Argentina le metió 6 a Perú”. Ya con ese dato sabemos que Luna nació el 21 de junio de 1978, que ese partido que clasificó a Argentina en su Grupo se jugó en Rosario, etc. Un simple dato nos ubica en el Mundial de Fútbol del 78 y en todo lo terrible que ocurrió en nuestro país mientras se jugaba ese campeonato.

Pero el fútbol también se cuela porque sí, porque es un tema de conversación corriente entre, por ejemplo, dos jóvenes que discuten si Maradona o Messi durante todo el relato, pero al final, recién en la última oración, la historia pega un giro brusco y nos enfrenta a una realidad distinta: se trata de dos pibes que hacen malabares en la calle mientras el tránsito está detenido por la luz roja (Semáforo). El fútbol puede ser un tema de preocupación para un padre de familia con una moral rígida: qué variables tienen que darse para que su equipo gane el Metropolitano; sin embargo, lo que importa es otra cosa y se devela al final: el tipo es un torturador (Cuando me entrés a fallar). En su nota para Rosario/12, Beatriz Vignoli escribió que la especialidad de Garat son los remates, los giros sorpresivos en el final. Y es cierto. Ese giro inesperado resignifica el relato.

Los cuentos alternan con poemas, pero tanto unos como otros son breves, precisos. El minimalismo se lleva al extremo en Noche, excelente descripción de la violencia que vivimos cotidianamente:

NOCHE

Frío

buzo capucha

señora que se come que la voy a afanar.

Cruza.

Moto en contramano

gorrita

me como que me van a chorear.

Cruzo.

Patrullero con las luces apagadas

gorra

me como que me van a verduguear.

Cruzo.

Paran

me verduguean

aparezco al otro día

flotando en el río.

Buzo capucha

frío.

Cuesta encasillar esta obra en un género determinado. Son textos muy breves, con alternancia de cuentos y poemas, pero hay narraciones donde el lirismo es fuerte (La soga del toldo) y poemas donde prima lo descriptivo (Lo peor). Lo cierto es que, más allá de la forma que elija, la sencillez con la que Santiago narra y la cercanía con los temas y personajes que elige, dan al libro una estructura pareja y un valor agregado. Difícil no sentirse tocado. Al leerlo, podemos experimentar distintos sentimientos, pero nunca indiferencia (los lectores de Santiago Garat seguramente no somos como aquella maestra del cuento ¿Nicasio o Nicéforo?, preocupada por el significado de la N en el nombre de la escuela “Leandro N. Alem” mientras en Malvinas se están muriendo muchachos maltratados por sus propios superiores)

Publicado por Cooperativa La Masa y con la edición al cuidado del periodista Facundo Paredes, Nos espera el mar “se botó” el 16 de diciembre de 2021 en el Complejo Cultural Atlas, en Rosario (Santa Fe). Luego, echados a andar, en el 2022 recalaron con las presentaciones en varias ciudades de la provincia de Buenos Aires (Lincoln, Junín, Sarandí, San Nicolás de los Arroyos) y en Córdoba. También en las presentaciones está la idea del viaje, de lo itinerante.

En Sarandí, adonde estuvimos nosotros, la reunión se hizo el sábado 2 de julio en el restobar Vilita (Avda. Belgrano 3088), un lugar muy cálido que vale la pena visitar. Manolo Robles, uno de los fundadores y referentes de Cooperativa La Masa, habló del trabajo que lleva adelante esta “fábrica de comunicación autogestiva” desde su fundación, en el 2008. También se refirió especial y sentidamente a Juane Basso. En Nos espera el mar, Manolo escribió el texto de solapa, donde leemos que en este segundo libro de Garat “la canción sigue siendo la misma; vale escucharla una vez más para confirmar que suena, que el amor es posible y es invencible porque así son los libros de la buena memoria y del futuro inmenso que nos sostiene”. La presentación estuvo a cargo de Claudio Gómez, periodista y escritor, autor de Maten al rugbier (2015) y El partido rojo (2017), -dos grandes trabajos de investigación, en el eje “deporte y dictadura”-, e integrante, al igual que Santiago, de la Coordinadora de Derechos Humanos del Fútbol Argentino. Santiago Garat contó alguna historia, respondió algunas preguntas y, fundamental, leyó cuentos y poemas. La mesa estuvo coordinada por el periodista Facundo Paredes, compañero de Santiago en La Masa, El Eslabón y Redacción Rosario.

A todos Nos espera el mar. Con la proa apuntando al porvenir y sin perder de vista el horizonte, un placer navegar por las páginas y sumergirse en la lectura de este libro.

Sobre el autor

Santiago Ernesto Garat nació en Rosario el 29 de abril de 1974. En 1998 se recibió de Periodista Deportivo en el Instituto Superior de Educación Física (ISEF) Nro. 11 “Abanderado Mariano Grandoli”. Es integrante de la Cooperativa La Masa desde su fundación y tiene a su cargo la corrección y la edición del semanario El Eslabón.

En 2009 realizó informes periodísticos para Agenda Pública, programa producido por la Dirección de Comunicación Multimedial de la Universidad de Rosario, que se emitía por el canal 4 de Cablehogar y por Televisión Regional (TVR).

Entre el 2010 y mayo del 2022 fue conductor del programa informativo Poné la pava (Radio Rebelde Rosario, 99.3).

En 2012 estuvo a cargo de la corrección de Texto constitucional, proyecto hegemónico y realidad histórica, libro que recopila los escritos en los que su padre, el abogado Eduardo Héctor Garat, analiza minuciosamente la Constitución de 1949.

Desde 2013 hasta 2019 condujo su programa de rock La Bola (Red TL FM Rosario 105,5)

Es integrante de la agrupación H.I.J.O.S de Rosario y de la Coordinadora de DDHH del Fútbol Argentino.

Publicó, hasta ahora, dos libros de ficciones, ambos editados por Cooperativa La Masa: El sol era la pelota (2018) y Nos espera el mar (2021)

Sobre Cooperativa La Masa

En la solapa de Nos espera el mar, Manolo Robles escribe “La Masa, ésta que se amasa sin usar de harina a los demás”.

Autodefinida como “fábrica de comunicación autogestionada”, la Cooperativa de Prensa La Masa comenzó su actividad en la ciudad de Rosario en octubre de 2008. Produce el periódico semanal El Eslabón, el diario digital Redacción Rosario y el programa de radio Noticias Piratas (los sábados de 13:00 a 15:00 por Radio UNR). Conducido por Ernesto Ávila, Alfredo Montenegro y Pablo Bilsky, se trata de un programa de información, opinión, análisis internacional y debates políticos, económicos, históricos y culturales, con más de 15 años en el aire. Además de estos productos propios, La Masa presta también servicios de prensa y comunicación.

Cooperativa La Masa forma parte de la Federación Asociativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República Argentina (FADICCRA), integrante de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT); y de la Federación ACTRA (Autogestión, Cooperativismo y Trabajo).

Dónde/cómo conseguir Nos espera el mar

Quienes anden por Rosario (provincia de Santa Fe), pueden encontrarlo en las librerías Argonautas (Rioja 725), Paradoxa (Mendoza 923), Homo Sapiens (Sarmiento 829), Buchín Libros (Entre Ríos 735) y El juguete rabioso (Mendoza 784) y también en las oficinas del diario Redacción Rosario (Viamonte 33, depto. 1)

Pueden, además, solicitarlo en las redes de los medios Redacción Rosario y/o El Eslabón

Otra posibilidad es solicitarlo a través de las redes sociales del autor: Facebook (https://www.facebook.com/santiago.garat); Instagram (https://www.instagram.com/s_e_garat/) o Twitter (https://twitter.com/segarat)