Novela “Todos todo el tiempo”: ¿existe el azar?

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Novela “Todos todo el tiempo”: ¿existe el azar?

19 Diciembre 2021

Por Dani Mundo

Nazareno Petrone acaba de publicar, Todos todo el tiempo, por editorial Qeja. Aunque sea su primera novela, tiene el estilo y la consistencia de un escritor experimentado. Los sentimientos del lector basculan entre cagarse de risa o morirse de angustia, pero sin perder nunca la gracia. APU lo entrevistó para descubrir sus secretos.

AGENCIA PACO URONDO: La novela me atrapó de entrada. Los primeros capítulos me hicieron acordar a la novela de Hugo Correa Luna, La pura realidad, porque tiene la lentitud propia de las personas “fumadas”. Una ralentización del tiempo. Una armonía cósmica, una comunicación íntima con las cosas. ¿Tuviste en cuenta esa “velocidad” cuando la escribiste? ¿Advertís lo que te digo o solo es una apreciación mía?

Nazareno Petrone: Sí, traté de jugar con ciertos ritmos y ciertas velocidades, dependiendo del personaje que llevaba adelante el relato o la acción. Quise que el contenido, por momentos, también se encuentre en la forma. Por lo general me sale una narración rápida, que avanza. Entonces me propuse, en algunos momentos en particular, aminorar ese ritmo, estirar la acción, buscar el detalle antes de que la trama volviese a tomar velocidad. Cuando le mostré la novela a Carlos Busqued me dijo: “La angustia de escribir una historia ya la pasaste, ahora te queda disfrutar”. Creo que me pasó un poco eso, después de largar todo la retrabajé tres veces para encontrarle el ritmo que quería.

APU: En la primera parte narrás desde la perspectiva de distintos personajes. Vas hilando las historias como en una cadena, y el que es un personaje secundario en un capítulo, se vuelve el protagonista del otro. ¿Te pasa como a Flaubert y sos todos los personajes, o sentís predilección por alguno? Sin espolear, Saúl de alguna manera es el que abre y cierra la trama, ¿no?

N.P.: Más de una vez pensé en eso y siento que soy un poco todos, que puedo ser cada personaje, ya sea desde los pensamientos, los miedos, la forma de ver la vida o desde sus acciones o inacciones. Creo que el título me cerró también por eso: podemos ser todos todo el tiempo. Y a la vez está claro que no soy ninguno. Nunca pensé en partir desde tal o cual, fui armando la trama y las personalidades tratando de que no se peguen de más, que cada uno tenga su impronta. No sé si Saúl es el principal, es verdad que abre y cierra la trama, sí creo que junto a Elisabet y a Vicente son los más importantes.

APU: En la novela hay historias de amor hermosas, tragedias más o menos irrecuperables, azares maravillosos, un realismo copado, lo que no encuentro es maldad. ¿No hay maldad en este universo argento?

N.P.: Puede ser que la novela tenga momentos de amor y de tragedia y que todo, en su conjunto, peque de naif. Pero a su vez sí creo que hay maldad, como en todos lados, aunque está muy bien escondida, nadie la muestra en primer plano. Los personajes parecen jugársela por el otro, pero también son mezquinos.

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Si alguien está haciendo la pilita de libros que va a leer este verano, desde ya les recomiendo Todos todo el tiempo (TTT), una novela que parece liviana pero que a medida que avanza se va densificando hasta que termina explotando por los aires. Cada capítulo está narrado desde el punto de vista de un personaje diferente. Las historias se van conectando por hechos fortuitos que el lector no sabe si atribuir al destino o al azar, aunque en la novela resultan lógicos y atrayentes. Ansioso, ya quisiera tener entre mis manos la segunda novela de Petrone.