“Operación Mate Amargo”: última novela de Ana María Ramb
Por Emiliano Ramos | Foto: Emiliano Ramos
Claro que no voy a trazar líneas con aires ensayísticos sobre la última novela de Ana Maria Ramb, Operación Mate Amargo. Dax y sus agentes secretos en B.A., publicada por Bitácora Ediciones (2021). Ya es, en sí misma, acontecedora, no solo porque se enmarca en un acontecimiento enorme, nada conocido hasta ahora, sino también, porque vislumbra. Esta historia es la de Dax y sus agentes secretos que organizaban sabotajes contra la estructura de abastecimiento militar del Tercer Reich en una Argentina convulsionada por la turbulencia de la Segunda Guerra, pero además, por el crecimiento de las fuerzas movilizadas de un pueblo que se fortalecía en la lucha contra la oligarquía terrateniente, el imperialismo norteamericano que se iba imponiendo y el nazi-fascismo localizado.
Toda esa tarea ante las fuerzas del poder real, que amenazantes y castigadoras, aprisionaban, mediatizaban la militancia como enemigo, titubeaban una posición contra el Eje y maltrataban con la miseria y la humillación a grandes sectores de la sociedad, que se sostenían, inquebrantables, sobre la infamia de las bestias.
Esta novela histórica se traza en páginas que ponen luz a una tarea enorme que llevaron adelante un grupo de militantes, jóvenes quizás, vinculados o del PCA, con verdadero heroísmo. En estas páginas, que transcurren en pleno mapa de guerra, se narra la cotidiana labor militante, inaudita y abnegada, de un grupo dirigido por Dax para sabotear planes del enemigo concreto más grande que haya conocido la humanidad. La tarea era simple, pero tremendamente peligrosa: un grupito contra todo el aparato subterráneo del nazismo y sus séquitos locales.
En eso cada personaje vive su quehacer y hacer entre ambientes de bases militantes y sus discusiones sobre situación política, encuentros entre grandes de la literatura y del arte y el Fervor de Buenos Aires, que concentraba todo el momento regional con notable protagonismo. “Y sentí Buenos Aires”, delineaba en aquel verso Borges, que seguro era el pensar del grupo de Mate Amargo al darlo todo en esa tarea precisa, en el puerto habitado del Río de la Plata. Entre notables acontecimientos acontecía la Operación que no fue conocida hasta el presente siglo. Quizás el más importante que aparece en lo narrado es la aparición que comenzaba a tener Perón y su crecimiento político que se acompañaba cada vez más con la fuerza del movimiento obrero. Y por ello el poder real y la Embajada yanqui estaban con los nervios tensos.
Aquí es donde Ana María muestra un cuidadoso trabajo con la historia que empapa estas líneas con sutiles toques mágicos, como es propio de la literatura: los códigos entre los personajes, el sentir cosquilleante de sus vidas, su pensar vigoroso, los pasajes recreados de penetrable veracidad que al mismo tiempo exploran las versatilidades de los hechos con la narrativa de lo posible. En esta narrativa de lo inquietante se merodea lo histórico con el aire tangible de lo mágico, en el sentido de lo extraordinario sin margen cotidiano, porque sí, al leer la novela, pueden no creerse semejantes hazañas: nadie piensa que tal cosa fuese posible, que tales tareas se llevaran adelante, tan así, entre lo común de la vida diaria.
Con una estructura similar a la de su anterior novela, Vendrá la muerte y tendrá tus ojos, Ana María atraviesa ese margen y nos narra con su simplicidad y tranquilidad manifiesta, es decir, sin lucir erudiciones del lenguaje, un pedazo de historia del internacionalismo solidario de los pueblos, se puede decir, sin exageración alguna. Como cuando en “Reunión”, Cortázar nos contrae las pupilas con lo extraordinario narrando otro pedacito de historia. Y no va a faltar, seguramente, que se diga que hay en esa novela exageraciones de la historia que, seguro también, lo dirán quienes la escribieron de manual. Cortázar dice en el Libro de Manuel, que es casi decir sobre lo dicho, que “los propugnadores de la realidad en la literatura lo van a encontrar más bien fantástico mientras que los encaramados en la literatura de ficción deplorarán su deliberado contubernio con la historia de nuestros días”.
Consta que el trabajo de Ramb tiene una ardua tentativa: poner a trabajar la literatura poniendo la historia en su punto más alto. Quizás un poco como la tentativa de Gioconda Belli con La mujer habitada. Estas novelas comparten la línea de la historia traída al presente con el aire mágico de un acontecimiento narrado. Ramb escribe sobre el heroísmo revolucionario de una tarea colectiva motivada por un espíritu antinazifascista de una época militarizada por “los heraldos negros”, como nombrara el poeta peruano de la vida misteriosa como su misma poesía, que dejaron feas páginas pero que, con Operación Mate Amargo, la escritora que llegó a la Casa de las Américas, trata de agregarle los mejores esfuerzos de lucha, incansable y esperanzadora, ante tanta negritud de muerte.
Novela histórica que hace justicia y que alienta, sin dudas, al traernos la mejor tradición antifascista, al antifascismo de hoy que enfrenta un auge escabroso de neofascismos camuflados, a veces, con las más diversas expresiones. Y quizás un libro que se interesa en esa juventud que va tomando con más decisión una posición ante los resabios peligrosos del nationalsozialismus. Solo quien encuentre la historia enterrada debe dejarla, al sacarla a luz, llena de tierra. Las verdades no se limpian. Es cosa, entonces, de preparar un mate, amargo por supuesto, y sentarse a leerla con su humedad en las manos. Así se lee, quien dice, la literatura.