"Podría jurar que escucho el silencio por primera vez en mucho tiempo’’

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"Podría jurar que escucho el silencio por primera vez en mucho tiempo’’

05 Julio 2020

Por Araceli Lacore | Foto: Julia Russo Martínez

 

¿Cuáles son los lugares en donde fuimos felices? ¿En qué parte de la casa dejamos presos a los recuerdos?

"Nosotros vamos juntos por la vida como abanderados tímidos en el medio del salón de actos’’, dice Yuste en "Lejos de toda perfección’’. "Ilusos nos gusta creer que estamos hechos del mismo material’’. "Esa heladera vieja aún sirve para conservar la temperatura’’. Aparecen los lugares cotidianos como una búsqueda de aquellos momentos en donde la felicidad parece haber sido posible. Yuste recorre también, espacios de la vida cotidiana: el desayuno, la siesta, un viaje y todo el tránsito del tiempo en medio de las cosas más sencillas y que parecen superficiales.

"Podría jurar que escucho el silencio por primera vez en mucho tiempo’’, sentencia en "Ucronía", poema en el que observamos cómo la voz del protagonista relata los fantasmas de la soledad, en el espacio que habitamos, y con uno mismo. El duelo después de una relación, los olvidos, los libros que se leen y los que no se terminan nunca, la fantasía de la vuelta. "Cualquier profundidad que veas en mi es tan solo una ilusión’’, afirma en ‘’Efectos especiales’’.

La felicidad no es un lugar es un recorrido exquisito por los lugares cotidianos donde nunca vamos a permanecer, por lo menos físicamente. Y si algo nos hace quedarnos, la nostalgia nos toma y ya no volvemos a ser los mismos. Los lugares donde fuimos felices, las personas con quienes fuimos felices, deberían formar parte del pasado, como un recuerdo, que ya no duele.

Ucronía


Pienso, otra vez, en nosotros.
Después de todo,
no es fácil cambiar de tema
cuando uno no siente
que lo exprimió hasta el final.
En esta ucronía
que te tiene de protagonista,
cualquier final posible
es mejor que dar vueltas en el living
sin poder dormir.
Afuera casi no pasan autos
y podría jurar que escucho el silencio
por primera vez en mucho tiempo.
El insomnio no es algo tan extraordinario
ahora que lo tengo cerca:
ya me considero un especialista
en girar sobre mí mismo
sin lograr nada.