Políticas públicas que promueven la recuperación del teatro independiente
APU dialogó con Gonzalo Pérez, presidente de la Asociación Argentina del Teatro Independiente (ARTEI) sobre el circuito “off” que vive un importante momento de crecimiento luego del deterioro sufrido en la pandemia, tanto en el número de salas como en el de espectadores.
Esta recuperación no es por arte de magia: cuenta con la asistencia del Estado por medio de la Ley Nacional de Teatro y, en el ámbito de la Ciudad, por la Ley 156 que creó ProTeatro. “Ambas leyes se demostraron eficaces al momento de fomentar, impulsar y sostener la actividad”, afirmó el presidente de ARTEI. Sin embargo, comenta que debido a que cada vez son más quienes utilizan la ayuda estatal, ésta se torna insuficiente.
La Ley Nacional del Teatro (N° 24.800) se creó en el año 1997 bajo la presidencia de Carlos Saúl Menem. Según esta norma, la actividad teatral es objeto de la promoción y apoyo del Estado Nacional debido a su contribución a la cultura. En su artículo 7 da nacimiento al Instituto Nacional del Teatro: un ente autárquico de alcance nacional que se erige como un organismo rector de la promoción y apoyo de la actividad teatral.
Subsidios, planes, becas, aportes a grupos, salas, artistas, eventos y proyectos, son sólo algunas de las posibles acciones que puede desarrollar la entidad. Su financiación es fruto de partidas presupuestarias del ENACOM y Lotería Nacional.
En el año 2020, con el advenimiento de la pandemia del COVID 19, estas asistencias se hicieron indispensables para que la actividad teatral independiente sobreviva. Cabe destacar que el circuito arrastraba ciertas dificultades previo a este momento. El presidente de ARTEI señaló que durante la gestión del gobierno de Mauricio Macri tuvieron un periodo de grandes tarifazos en los servicios, donde se hacía muy compleja la continuidad de muchas salas. Además, dijo que la situación económica que generaron esas mismas medidas del gobierno en la gente hizo que baje la cantidad de público que asiste a los teatros por falta de dinero.
“Fue bastante duro atravesar la pandemia para el Teatro Independiente, con todas las salas absolutamente cerradas, una tarea como es el teatro que necesita de la presencialidad. Al principio parecía que podía ser momentáneo y a medida que se fue extendiendo el cierre en la Argentina y en todo el mundo, se fue haciendo mucho más difícil”, remarca Gonzalo Pérez, presidente de la Asociación Argentina del Teatro Independiente (ARTEI).
Un informe publicado este año, en el sitio oficial del INT, da cuenta de la gestión 2020-2023 donde se detalla puntualmente cómo gestionó el organismo un momento tan extraordinario para toda la cultura independiente en la Argentina.
“El Instituto Nacional de Teatro se movió en forma bastante rápida y eficiente. Lanzaron el plan Podestá y Reactivar Escena, solo por mencionar algunos. Lamentablemente, tenemos que decir que el gobierno porteño no estuvo a la altura de las ayudas necesarias, siendo la ciudad más rica del país”, pondera Pérez. Según el funcionario, los montos de la asistencia fueron bajos y los plazos de entrega fueron lentos y demasiado espaciados en lo que respecta a CABA.
En el caso del plan Podestá, este fue lanzado oficialmente en marzo de 2020. Se entregaron un total de 3253 ayudas económicas destinadas a salas, grupos/espectáculos, publicaciones e intervenciones escénicas por un monto de 208.994.076 millones de pesos en todo el país. Para organizar las asistencias de forma equitativa y federal, el plan dividió el país en seis regiones: Región NOA, Región Centro, Región Centro Litoral, Región NEA y Región Nuevo Cuyo.
En el transcurso del año 2021 este programa fue relanzado con el nombre Ampliar Podestá. En este caso los espacios teatrales seleccionados recibieron un monto base de $100.000 cada uno y un suplementario de $40.000 para aquellos que eran alquilados. Según consta en el informe del INT, se invirtieron $65.832.000 para brindar apoyo a 516 salas y espacios teatrales de todo el país.
En paralelo a este relanzamiento salió el ReactivAR Escena (febrero 2021) que buscó brindar apoyo económico a espacios de música en vivo y salas de teatro independiente. El Ministerio de Cultura de la Nación, fortaleciendo esta iniciativa, destinó 200 millones de pesos para cubrir el 30% del aforo de 1000 espacios escénicos independientes de todo el territorio nacional.
En el caso de ReactivAR, solo en la Región Centro (por mencionar alguna), se benefició a 212 salas en las que se programaron más de 4000 funciones teatrales, con una inversión de $38.283.750 pesos. En la Ciudad de Buenos Aires, también fueron alcanzadas 115 salas con 2612 funciones programadas y una inversión de $19.755.000 pesos.
Pérez recalcó que estas ayudas no significaban ingresar en un laberinto burocrático sin sentido, sino que fueron eficaces en términos de necesidad y urgencia. “Realmente eran ayudas que eran bastante simples en cuanto a la burocracia para acceder con todas las reglas del caso porque obviamente es una ayuda del Estado que necesita su respaldo burocrático, por supuesto, pero que era bastante accesible”, afirma.
Más allá de la presencia del Estado y sus políticas existieron innumerables acciones solidarias entre actores de la escena independiente, que fortalecieron antiguos vínculos y forjaron otros nuevos. “Muchas de nuestras salas nos sumamos a una iniciativa que se llamó Artistas Solidarios. Me acuerdo ahora de Mosquito Sancineto, que fue uno de los que más trabajó en eso, y que juntaba alimentos no perecederos para otros artistas que los necesitaran. Nuestros espacios, nuestras salas, fueron muchas de ellas sedes de esa acción, juntando y repartiendo esos alimentos”, recuerda.
Ya más cercano en el tiempo y en forma de balance, el funcionario destaca que, a pesar del crecimiento del sector, todavía hay que seguir trabajando en el aumento del público en sala y en la recuperación de producciones. “Es difícil producir en lo independiente. Han disminuido mucho las propuestas de producciones, pero la vitalidad histórica de nuestro teatro, la fuerza y la lucha siguen en pie”, concluye.