Sexo y erotismo en la vejez
Por Gabriel Katz
La película empieza con una cámara muy cuidada. Miradas cómplices, risas, manos que se se desabrochan las ropas con urgencia y bocas que se deshacen de placer. “Nunca es tarde para Amar”, la película alemana dirigida por Andreas Dresen elige un su primera escena el sexo, la pasión, el deseo, el encuentro con otro.
Pero esta escena no es una más. Pasaría inadvertida y sería otro de los intentos que el cine realiza por representar el acto sexual y amatorio, si los protagonistas fueran dignos de ser tapas de revistas, actores reconocidos o porno capaces de encarnar escándalos en maratónicos programas de chimentos. Pero no, los protagonistas de esta escena son una mujer de 65 años y un hombre que pasó los 70. Son cuerpos que no responden a los modelos amatorios y sexuales conocidos y representados por los medios masivos de comunicación.
El ritual del cine, luz apagada, pantalla grande, butaca, ruidosos pochoclos, en el peor de los casos, invita a la provocación: esta vez, a contramano de la historia hacen el amor dos personas adultas mayores, dos jubilados, dos abuelos, dos ancianos, dos viejos o como más nos guste llamarlos. Hay que decirlo, lo hacen bien o mejor que cualquiera de nosotros, se divierten, se agradecen y se despiden con la risa cómplice y el tácito pacto de que lo volverán a hacer.
Esta película rompe con las representaciones acostumbradas de la vejez, y deja aparecer unos cuerpos verdaderos en tanto que presentes.
“Nunca es tarde para amar” narra una historia de amor y sexo en la vejez. Andreas Dresen, su director, ha elegido para contar esta historia un tono realista que no esconde ni las arrugas, ni la depresión. Y allí mismo donde el cuerpo parece decaer, es donde se hace más sensual y más potente. El film interpela sobre el deseo en singular y en plural.
Una buena definición es que un viejo es aquel que tiene todas las edades, en este sentido es urgente pensar en nuevas representaciones desde los medios de comunicación que puedan enfocar en la experiencia de los mayores en temas como la sexualidad y el erotismo. Es interesante la apuesta que con la digitalización de la tv en nuestro país propone ACUA Mayor, el primer canal público y digital de televisión de América Latina en donde los protagonistas son los adultos mayores. Una herramienta comunicacional para desmontar mitos y prejuicios y proponer una nueva representación de los adultos mayores desde los medios. El programa “El club del Deseo” que narra los devenires de un grupo de adultos mayores que asiste a un taller de sexo y erotismo es un desafío para todos aquellos que al menos estén dispuestos a interpelar en nuestras propias y falsas creencias. Imágenes y escenas nuevas sobre los viejos que ojalá sacudan lo más profundo de nuestras ya desteñidas representaciones.