Sobre Abelardo dramaturgo: “No creo que haya alguien equiparable”
Por Boris Katunaric
APU: En 2013 estrenaste El otro Judas, en ese momento habías trabajado con él sobre el texto. ¿Cómo fue primero hacer esa obra y cómo fue trabajar con él?
Mariano Dossena: La obra me llegó por casualidad, la encontré una vez en una librería. Conocía a Abelardo, Conocía su obra pero más ligada a los cuentos. El otro Judas me llamó mucho la atención por ese Judas tan distinto, humanizado, que dudaba, casi como si fuera una tragedia griega, con un lenguaje muy elevado, poético, con una disquisición filosófica muy fuerte. Es un personaje que duda antes de traicionar. Además de que Abelardo se considere ateo, la obra habla de una gran fe. No parece una obra argentina.
APU: Tiene una cosa de universalidad si se quiere.
MD: Totalmente, muy volada, los textos muy progresivos. Me hace acordar mucho a la escritura de Marechal. Es un grande, no creo que haya alguien equiparable en esa tesitura. Un maestro.
A partir de ahí la trabajé como para presentar un proyecto para el Centro Cultural de la Cooperación (CCC). Resultó que Juano Villafañe, el director, lo conocía a Abelardo y pudo hacernos el puente. Abelardo fue muy generoso en aceptar la propuesta, no puso ningún condicionamiento, con total generosidad.
Tuvimos muchos encuentros, hablamos mucho de la obra, él la escribió de muy jovencito, aportó mucho al proyecto, vino al estreno y le encantó.
APU: Abelardo es alguien que marcó bastante la literatura argentina desde mitad del siglo XX hasta acá ¿Cómo ves el Abelardo dramaturgo?
MD: Y ha sido un gran dramaturgo porque además de El otro Judas escribió otras obras, Israfel, que la interpretó Alfredo Alcón. Se ha movido en todos los géneros.
APU: ¿Cómo fue el diálogo al momento de preparar la obra, te hizo alguna sugerencia, algo que te haya llamado la atención?
MD: No, nos dio completa libertad, no recuerdo ninguna bajada de línea “hay que hacerla así o de esta manera”. Simplemente disfrutó del encuentro. También tuvo un diálogo muy lindo con Walter Quiroz, que fue el protagonista y lo recibió muy bien.