Unipersonal “Olvidate del matadero”, para interpelar a Echeverría
Por Analía Ávila
La cita es un viernes a las 22:30 h en el histórico Teatro del Pueblo ubicado desde el 2018 en Lavalle 3636, barrio del Abasto. Una placa en la puerta recuerda a su fundador Leónidas Barletta; este teatro inaugurado en 1930 fue el impulsor del movimiento teatral independiente en la Argentina. Es el mejor contexto para presenciar Olvidate del matadero, obra protagonizada por Pablo Finamore y dirigida por Claudio Martínez Bel, con la supervisión dramatúrgica del maestro Mauricio Kartun.
“Vamos a dar sala”, se escucha. Después de la pausa impuesta por la pandemia estas palabras emocionan a quienes estamos en la fila, se nota en las miradas expectantes por sobre los barbijos. La ceremonia única del teatro está por comenzar, con protocolos sí, pero al fin todos y todas presentes.
En el escenario se destaca un solo elemento, un objeto que es una “escultura escenográfica” ideado por Adriana Estol que ofrece múltiples posibilidades que el protagonista despliega a lo largo de la obra. La iluminación de Agnese Lozupone es un gran acierto con la creación de distintos climas, así como el vestuario de época del actor, también de Estol.
Es para destacar el compromiso corporal de Finamore, con los gestos repetitivos con un dedo ensangrentado que permanece durante toda la obra, como una señal. Las onomatopeyas y sonidos que provocan carcajadas, pero también es una risa que se transforma en mueca y emoción a medida que avanza la obra.
Finamore interpreta su monólogo con la virtud de transportar al público al siglo XIX, con una reconstrucción narrada del contexto histórico y social de la época. El actor se pone en la piel de Misky, el arquetipo del opa, el loco del pueblo, hijo de la criada del escritor Esteban Echeverría, autor de “El matadero”, escrito en 1840 durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas y considerado el primer cuento de la literatura argentina.
El título de la obra, en imperativo, es la orden que le da Echeverría a Misky al descubrir que encontró y leyó un manuscrito de “El matadero”: “Olvidate del matadero”, le dice. Esto también es una interpelación al público para olvidar lo narrado desde la mirada del escritor que demoniza al rosismo para abrirse a una nueva interpretación, la de Misky, un narrador testigo de los hechos y con una visión sin partidismo, ingenua, asombrada, que también apela al humor, la poesía y la locura.
Misky tiene compulsión por la lectura, aprendió a leer en esa casa llena de libros y lee todo lo que encuentra, pero tiene dificultades para comprender, no entiende lo que lee. Pero al leer el texto de Echeverría se da cuenta que él fue testigo de los hechos narrados, estuvo en el matadero y sabe que las cosas no fueron así. Para él es la posibilidad de entender y también la imposibilidad de olvidar. Olvidate del matadero habla de esa dialéctica extraña entre la realidad y la ficción, la historia y las historias.
Ficha técnico artística
Actúan: Pablo Finamore
Vestuario: Adriana Estol
Escenografía: Adriana Estol
Iluminación: Agnese Lozupone
Realización escenográfica: Richard Forcada
Redes sociales: Pablito Lancone
Realización de vestuario: Adriana Estol
Diseño gráfico: Paco Fernández
Asistencia: Adriana Yasky
Prensa: Daniel Franco
Producción: Adriana Yasky
Supervisión dramatúrgica: Mauricio Kartun
Dirección: Claudio Martinez Bel
Duración: 60 minutos
Olvidate del matadero se presenta todos los viernes a las 22:30 h en el Teatro del Pueblo, Lavalle 3636, CABA.
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