Victoria Lescano: “La moda siempre fue muy importante para muchas bandas y artistas del rock argentino”

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Victoria Lescano: “La moda siempre fue muy importante para muchas bandas y artistas del rock argentino”

17 Julio 2022

Por Mariano Nieva / Foto: Alejandra López

Victoria Lescano, periodista especializada en indumentaria, curadora y autora de los libros Followers of fashion. Falso diccionario de la moda (2004) y Pret -á- Rocker. Moda y Rock en la Argentina (2010), entrevistada por AGENCIA PACO URONDO analizó la trascendencia que tuvieron espacios como el bar Bolivia y la galería Bond Street para la moda de vanguardia y lo importante que siempre fueron el vestuario y la imagen en la historia de muchas figuras del rock argentino. Como Charly García, Fito Páez, Gustavo Cerati, Babasónicos y Los Brujos entre otros. “Para el disco Como conseguir chicas (1989) por ejemplo, Charly le pidió a su por entonces vestuarista Adriana San Román que vistiera con ropa de lycra de mujer a Fabián von Quintiero, Fernando Samalea, el negro García López y Fernando Lupano, quienes junto a Hilda Lizarazu conformaban Los Enfermeros, la banda que acompañaba en aquella etapa a García”, expresó.

AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo se da tu interés por la moda y el rock?

Victoria Lezcano: Cuando siendo muy jovencita pasé de un pueblo de la provincia de Buenos Aires a vivir en Australia a causa de un intercambio estudiantil. Y estando allí fue que descubrí el punk, la new wave, empecé a ver conciertos y gracias a esa nueva estética me corté el pelo y descubrí todo un movimiento que no solo incluía a los ya consagrados Ac/Dc, banda que por otra parte, tenía mucho que ver con todos los ingleses que se habían radicado en el país. Después ya de regreso en Argentina, empecé a ver que aquí ya se había conformado toda una escena que incluía La Bienal del Arte Joven y el Bar Bolivia, donde había moda independiente, underground y contracultural.

APU: ¿Esas experiencias que empezaste a ver de regreso en Buenos Aires fueron las que te motivaron a empezar a escribir sobre diseño y moda?

V.L.: Sí porque en ese contexto fui conociendo gente que me propuso tener mis columnas por ejemplo en el Suple Sí del diario Clarín que se llamaron en un principio “Diccionario arbitrario de la moda” y luego “Enciclopedia arbitraria de la moda”. Fijate lo pretencioso de los nombres (risas). Una cantidad de escritos que iban desde la historia del bikini hasta los looks que utilizaban The Beatles y The Rolling Stones y que con el tiempo terminaron siendo la parte central de Followers of fashion. Falso diccionario de la moda (2004) título tomado del estribillo de una canción del grupo británico The Kinks, que satiriza a las víctimas de la moda.

APU: Mencionaste al pasar el bar Bolivia. Un espacio que junto con la galería Bond Street ponían en un lugar de mucha importancia los circuitos por donde pasaban los vestuarios de avanzada para la época.

V.L: Claramente los circuitos son fundamentales como vínculo con la moda. Mencionaste a la Bond Street, que fue un lugar súper importante para el vestuario indie. Allí estaba por ejemplo la diseñadora Muiki Madelaire dueña de Parafernalia, una tienda que estaba ubicada en el subsuelo de la galería. Ruth Infarinato, quien llegó a ser una de las más destacadas VJ (Video Jockey) de MTV (Music Television) Latinoamérica, también allí vendía sus propios diseños de ropa. Y Lee Chi, exmiembro de Los Brujos que tenía su local de remeras.

APU: ¿Cuánto sabías y qué conocimientos del tema tenías hasta entonces?

V.L.: Hasta ese momento conocía la historia y el trabajo del diseñador y fotógrafo Juan Oreste Gatti autor entre otros, de la singular tapa del álbum Artaud (1973) de Pescado Rabioso, a quien tuve la fortuna de conocer en uno de esos viajes a Buenos Aires que hace cada tanto desde España, país donde reside actualmente. Por tener una amiga en común Felisa Pinto, una gran cronista cultural que escribió en La Opinión y Primera Plana de música, arte y vanguardias. Y si bien ella no viene del rock escribió la letra de “Soy moderno no fumo” junto a Federico Moura y Roberto Jacoby. Canción que salió editada en Wadu Wadu (1981) el disco debut de Virus. Felisa además, fue muy amiga de Federico quien en un momento tuvo su propia tienda de ropa. Y que era un hombre al que mirabas y te fascinaba por su belleza y elegancia.

APU: Luego en 2010 aparecerá Pret -á- Rocker. Moda y Rock en la Argentina, un libro en donde ya decididamente te metés con el vestuario de los rockeros locales.

V.L.: Exactamente, un libro muy extenuante en donde no quise contar la historia de la moda en el rock y que con la serie de entrevistas que realicé le puse un cierre a una etapa de cómo trabajar. Recuerdo que cuando lo escribí estaba viviendo en San Telmo y me la pasaba mirando la cantidad de diseños de mochilas tuneadas que se paseaban y encontrabas únicamente por las calles de este barrio del sur de la ciudad de Buenos Aires. Un trabajo que me costó unos cuatro años terminar, que contó con la inestimable ayuda de periodistas de rock compartiendo sus agendas, como las de mi amigo Gustavo Álvarez Núñez quien fuera editor de la revista Inrokuptibles además de poeta, músico y escritor. Fue la versión adulta de las secciones que escribí para el Suple Si! que te mencioné antes. Y que además, en algún período de mi vida me ayudó mucho en tiempos en que no tenía trabajo. Recibiendo invitaciones para dar charlas y talleres que me hizo conocer otro fascinante mundo.

APU: ¿Cuáles sentís que fueron algunos de los reportajes más logrados que hiciste en cuanto a datos e información que pudiste recabar y que enriquecieron el texto?

V.L.: Michel Peyronel contó por ejemplo que Pappo al principio no estaba tan de acuerdo con el cuero negro que el baterista proponía como estética para Riff. Porque pensaba que todos vestidos de esa manera en la Argentina de aquellos años corrían peligro de que los maten (risas). Lo que sucedía era que Michel había traído todo un background de información sobre el punk europeo y la new wave muy de avanzada que experimentó en Francia con una banda que tuvo llamada Extrabelle donde usaba unas túnicas increíbles llamadas “caftanes”, por lo cual al llegar a nuestro país quiso imponer ese tipo de vestuario en el rock local. Después, Richard Coleman quien tiene en su historia la firma de maquillaje de su madre, fue otro gran interlocutor de lo que significaba lo visual para las bandas de los ´80. Y Emmanuel Horvilleur que cuando me recibió en su casa me mostró las telas que el mismo compraba para hacer sus ropas con una modista que contrataba. Emma sabe mucho de imagen y diseño también porque su padrastro es fotógrafo de moda.

APU: Dentro de ese grupo de entrevistas que realizaste se destaca también una de las últimas que dio Gabriel “Gabo” Manelli, bajista y miembro fundador de Babasónicos, fallecido en 2008.

V.L.: Es verdad esto que decís, aunque debo confesar que en un principio mi intención fue entrevistar a Adrián Dárgelos simplemente por ser el frontman y el más experimental en cuanto a vestuario de Babasónicos. Pero no podía dar con ellos porque me habían respondido un mail donde me explicaban de buena manera que no eran de hablar demasiado públicamente para respetar ese halo de misterio que era también una característica de la banda. Hasta que conocí a Victoria Egurza en aquel momento pareja de Gabo y actualmente fotógrafa de la agencia Télam quien fue la que me lo presentó. Un tipo muy agradable y encantador que lamentablemente ya estaba atravesando su enfermedad terminal. Y como yo no quería “arrancarle” una entrevista como se dice en la jerga periodística esperé a que el mismo me diera la oportunidad que generosamente me concedió cuando me dejó un mensaje en mi contestador telefónico diciéndome de juntarnos a charlar para Pret -á- Rocker. Así que nos reunimos, hablamos y reímos mucho de los looks con Manelli una persona muy prolija en el sentido estético y súper virtuoso como músico.

APU: Siguiendo con Gabo, hay que decir que antes de formar Babasónicos fue miembro de Los Brujos. Otra banda muy importante en lo que refiere a puesta en escena y vestuario.

V.L.: Totalmente, conocí a Ricky Rúa cantante original de Los Brujos por medio de su mujer diseñadora Veronica Ivaldi, quien una vez usó parte del vestuario de la banda para su tesis de la carrera de diseño que cursó en la Universidad de Buenos Aires (UBA), y que presentó con un original desfile en Cemento. Recuerdo también que Ricky sabía mucho de moda e innovación y por eso colaboraba con Vero en su agencia musicalizando los eventos para cada colección por ejemplo. Te agrego más, Vivaldi en una época les daba clases de matemáticas a algunos de los músicos de Los Brujos que además eran sus amigos. Y una tarde, jugando con el cabello largo de uno de ellos le terminó haciendo una especie de tocado en punta que con el tiempo terminó siendo una marca registrada en la indumentaria del grupo con esos sombreros de forma cónica que usan hasta la actualidad.

APU: En el tema “Raros peinados nuevos” del disco Piano Bar (1984), Charly García advertía sobre los cambios en la estética que empezaba a atravesar el rock local. ¿Qué nos podés contar acerca de este artista tan brillante como camaleónico?

V.L.: A Charly lamentablemente no pude entrevistarlo porque en esa época yo estaba atravesando un delicado momento familiar que me tenía muy sensible y sin ánimo de ir en busca de la noche en la que se movía García. Sí pude conversar con Adriana San Román su vestuarista, donde recordó especialmente el trabajo que hizo para el disco Como conseguir chicas (1989) cuando a pedido del propio músico tuvo que vestir con ropa de lycra de mujer a Fabián von Quintiero, Fernando Samalea, el negro García López y Fernando Lupano. Quienes junto a Hilda Lizarazu conformaban Los Enfermeros, la banda que acompañaba en aquella etapa a Charly. Yo era muy fan del bicolor y siempre recuerdo que cuando vine a vivir por primera vez a Buenos Aires, me alojé cerca de su casa y lo veía pasar muy seguido con su guitarra caminando. Hasta que lo pude conocer gracias a la admirada periodista y amiga Laura Ramos, con quien además trabajé haciendo una pasantía en la revista El Periodista y que conocí en la época que estaba escribiendo Corazones en llamas. Historias del rock argentino en los ’80 (1991) ese libro maravilloso que hizo junto a Cynthia Lejbowickz. Y te digo más, muchas de esas historias y entrevistas que aparecen en el texto ocurrieron en mi casa.

APU: ¿Qué importancia tuvo un vestuarista como Pablo Ramírez, para la imagen de otros dos de los más destacados músicos de nuestro rock como son Gustavo Cerati y Fito Páez?

V.L.: Muchísima, y lo pude comprobar la vez que estuve en el estudio que tiene en su casa Pablo Ramírez cuando Gustavo fue a hacerse la prueba de vestuario para el disco en vivo 11 episodios sinfónicos (2001). Un traje inspirado en un tapado que usaba el general José de San Martín y que Pablo había confeccionado para una muestra llamada “Patria” que Cerati fue a ver y le encantó. En cuanto a Fito, creo que a partir de su romance con la actriz Cecilia Roth fue que descubrió el mundo de la moda. Por otro lado, me acuerdo de la época en que Páez se empezó a hacer los rulos para pasar de ese chico flaco y desgarbado a ese personaje hermoso y muy elegante que construyó. Es más, Pablo Ramírez le hizo su primera producción para la presentación del álbum Naturaleza sangre (2003) en donde Fito salió vestido totalmente de rojo. Una puesta visual increíble.