Walüng: música electrónica y compromiso ecológico

Por Gito Minore

¿Son compatibles un festival de música electrónica con una caminata al aire libre? ¿Es posible concientizar acerca de los recursos naturales mientras se disfruta de un Dj set? ¿Existen vínculos entre el compromiso ecológico y un estilo de música nacida en los clubes nocturnos? Sí.

Leandro Fresco, uno de los artistas con mayor trayectoria dentro de la electrónica nacional, junto con algunos socios, entre ellos Oliverio, Dj y colaborador de Hernán Cattaneo, están organizando el Festival Walüng. El mismo tendrá lugar el sábado 8 de febrero a partir de las 17:00h en la cancha de polo ubicada en “EI Desafío Mountain Resort" a pocos kilómetros del casco urbano de la ciudad patagónica de San Martín de los Andes.

Walüng, que en mapudungún significa “verano”, intenta instalarse como un nuevo concepto dentro de los festivales de este tipo de música. Su primera edición fue llevada a cabo el 14 de febrero de 2019. Si bien, tuvo una convocatoria reducida, y no contó con un número artístico internacional, cumplió con el primer objetivo: dar inicio al sueño de sus productores de lograr hacer un evento diurno y al aire libre.

Ahora sí, para esta segunda oportunidad, la apuesta se redobla: además de la presencia de los Djs patagónicos Darío Arcas, Maxi Fernández y el propio Fresco, se suman a la grilla Soundexile (el actual dúo de Oliverio) y el británico Nick Warren. En cuanto al criterio de selección de los músicos, el deseo de Fresco, según sus propias palabras, es “ofrecer al público un line up de artistas que sean referentes dentro del universo de la música electrónica. Pueden ser artistas emergentes como consagrados. La idea es convocar artistas argentinos y locales, como también internacionales, ya que esto hace atractivo al evento para gente no sólo de Argentina, sino de países limítrofes, incluso de lugares más lejanos”.

Pero el festival, que ya superó en expectativas a la edición anterior, no busca convertirse en una fecha más dentro del calendario de shows del género. En tal sentido, Leandro es puntual: “no consideramos a Walüng como un festival de música electrónica, queremos alejarnos un poco de esa idea. Más que nada se trata de un evento donde confluyen diferentes ramas del arte, haciendo hincapié en la música y en la participación de Djs. Nos gusta pensar en Walüng como un evento en el cual invitamos a la gente a bailar y divertirse en forma sana. No se trata de un festival para venir a consumir sustancias tóxicas, queremos que quede muy clara esta distinción. No somos una discoteca tradicional al aire libre, estamos abiertos a la idea de ir incorporando otras expresiones artísticas con el tiempo.”

Sin embargo, la característica principal de esta propuesta, más allá de lo meramente artístico, está en la forma que proponen llevar adelante el encuentro. Una manera interesante y hasta ahora, poco común para este tipo de festivales. Sobre este tópico, Leandro Fresco se explaya, convencido que “el compromiso ecológico es fundamental para nosotros, en el sentido de que somos conscientes de que estamos realizando este encuentro en el medio de la naturaleza y queremos disfrutar de ella, pero respetándola, sin agredirla, y minimizando el impacto ambiental al máximo. Tenemos que lograr que al retirarnos del lugar, fuera como si nada hubiera sucedido, pasar al otro día por el mismo sitio y notar que todo está ahí tal como lo encontramos. Queremos que la gente comprenda esta idea y se una a nosotros en pos de este objetivo. Tenemos por delante la tarea de educar y acercar información sobre la necesidad de considerar seriamente el uso de energías renovables, el tema de minimizar la generación de residuos es fundamental”.

Un dato más para resaltar, es que el festival tiene proyectada una actividad previa, a modo de integración con la comunidad de San Martín de los Andes. Para ello van a invitar a los vecinos a sumarse, de manera libre y voluntaria, una semana antes del evento a una caminata de 3k recolectando basura irresponsablemente abandonada en la naturaleza. Partiendo desde la orilla del lago Lacar en la ciudad, y finalizando en la entrada de la playa Catritre.