15 años del 2001: las Madres en la Plaza
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Por Santiago Asorey y Juan Manuel Ciucci
APU: Se cumplen 15 años, ¿qué recuerda de las jornadas de diciembre del 2001?
Hebe: Uy, dios mío... Mira ese 20 de diciembre nosotros habíamos decidido, a raíz de un decreto de De la Rua, hacer una nota para decir que no queríamos el estado de sitio. Íbamos a ir a la mañana tipo 10 y media para que la gente la firme. A las nueve de la mañana, vimos en la televisión que la policía agarra de los pelos a una mujer embarazada sin ningún motivo y se la lleva del otro de la reja. “Ah no, mirá lo que son estos tipos”dije, “la gente protesta, pero no veo más a la piba, vamos para allá”. Y nos mandamos Beba y yo. Me meto detrás de la reja a pelearme con el comisario. De ahí es la imagen que todos ven. Empezamos a pelear. Después llegaron las Madres, nos robaron la mesa y el megáfono. Nos robaron todo, la cosa venía muy pesada. Como no habíamos llevado cartel, ni nada, nos tomamos del brazo cada una, y como la cana se puso delante de nosotros empezamos a gritar “hijos de puta”. ¿Qué les vas gritar? No te queda otra. Lo que no pensamos que nos iban atacar desde adelante y de atrás como lo hicieron. Cuando la gente vio por la televisión, vino a la plaza. Cristina siempre cuenta que estaba en el Parlamento y que dicen “le están pegando a las Madres” y se largaron todos a la plaza. Nos dieron una flor de paliza.
Pero estaba todo muy organizado por De la Rua. Hubo Madres que perdieron todas las uñas de los pies por los pisotones de los caballos. Hubo Madres que tuvieron en los senos moretones grandes de las balas de goma. A mí me surcaron el vientre y la espalda con la soga que tenían. Teníamos muchas marcas, pero ningún hospital, ni la Cruz Roja nos quiso acreditar las lesiones. Estaba prohibido que las Madres contaran que les habían pegado. No levantaron ningún acta. Beba fue a la Cruz Roja y tampoco le dejaron. La tragedia es que mataron tantos pibes y nunca vamos a saber cuántos. Nosotros la seguimos, al otro día volvimos. Eso quedo impune, hace poco fui a declarar por esa causa y estaban todos los funcionarios del Gobierno de De la Rua con un descaro terrible. Entre y dije: “Buenos días, pero no para todos.”
APU: Mencionaba lo de muchos viendo por Tv cómo les pegaban y yendo para la Plaza, ¿cómo piensan ese lugar que ustedes ocupan?
HB: Nosotros ocupamos el lugar de nunca haber abandonado la lucha. Pensá que cuarenta años sin haber faltado un jueves a la Plaza, no lo hizo nadie en ningún lugar del mundo. Para nosotros es un encuentro con los hijos. No lo podemos dejar. Es un encuentro tácito, hay muchos compañeros nuevos que ahora son nuestros hijos. El mundo también nos dio un lugar, tenemos muchos premios pero nosotros no contamos. Tengo 36 honoris causa, pero no es una cosa para publicitar. Yo agradezco haber sido recibida por tantos presidente y amigos increíbles.
APU: ¿Qué significado cree que tiene entonces el 2001?
HB: Fue un antes y un después. Muy duro, muy triste. Ese pibe que mataron porque dijo le están pegando a Hebe y después no volvió. No era un pibe militante, me conocía de verme. Lo mataron como un perro. No tenemos que pagar un precio tan alto. Por eso me da miedo lo que hace Pérsico, que dice que es calmar los ánimos a la gente. Pero no le va dar a toda la gente que necesite. Estuve hablando con Francisco el otro día, y tiene que decir algo porque el tema es la gente que no la va a calmar Pérsico, porque el negocia para un pequeño grupo. Pero hay muchas organizaciones que están haciendo cortes, que no las aplacaron.
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