Familiar de víctima de la represión del 2001: “Carrió es un insulto permanente para todo el pueblo argentino”
Por Fernando Latrille
La diputada nacional de Cambiemos, Elisa "Lilita" Carrió, visitó el programa de Joaquín Morales Solá que se transmite por TN donde buscó graficar a su manera el momento que estamos viviendo. En este marco, Carrió brindó una polémica interpretación relativa a la represión de la protesta social del 19 y 29 de diciembre del 2001. “Ustedes ponen muertos muchachos”, apuntó Carrió con su dedo índice señalando a la cámara y hablándole al peronismo. “Yo lo vi en el 2001. Cuando se armó el golpe a De la Rúa…”, señaló la legisladora sin interrupción definiendo golpe a lo que fue una evidente represión policial que tuvo víctimas fatales. Añadió luego de explicar que estuvo ahí, que declaró como testigo, que “…después vino la sangre hasta que asumió Duhalde y después paró la sangre. Miren, pusieron los muertos”, dijo.
María Arena, pareja de Gastón Riva, una de las víctimas fatales de la represión policial en diciembre del 2001, dialogó con Agencia Paco Urondo y cuestionó las declaraciones de la diputada macrista. “Carrió es un insulto permanente para todo el pueblo Argentino. Me cuesta mucho entender el voto de la ciudadanía en Capital Federal que votó a esta señora que está desquiciada”, sostuvo
Gastón, de 30 años, trabajaba con su moto en una mensajería durante el día y realizaba delivery de pizza por las noches. Papá de los tres hijos de María con quien había formado una familia. Sus hijos tenían por entonces las edades de 2, 3 y 8 años. Por su trabajo en la calle Gastón fue testigo de las movilizaciones del 19 de diciembre de 2001 y por ello regresó a las inmediaciones de Plaza de Mayo al día siguiente en su moto CG 125 Honda Titan para hacer rugir su enfado contra el gobierno. En este contexto, fue mortalmente baleado por la policía cuando transitaba por avenida de Mayo entre Bernardo de Irigoyen y Tacuarí.
María Arena lo vio muerto por televisión, desde ahí no paró en exigir justicia. “Dice que el peronismo plantó los muertos cuando en realidad hubo un Tribunal que declaró culpable a Enrique Mathov, ex Secretario de Seguridad Interior y a Rubén Santos, ex jefe de Policía Federal Argentina. Quedó comprobado que Mathov dio las órdenes, quedó demostrado por testimonios de los mismos policías y subordinados que dejaron bien en claro que las órdenes las daba él personalmente”, recordó.
Además, añadió: “Esto fue una orden premeditada y al declarar el Estado de sitio De la Rúa y al haber pedido que se despeje la plaza fue un vale todo y los que estaban debajo de él tomaron sus órdenes y esta señora que fue parte de ese gobierno no debería ni abrir la boca. Lo mejor que puede hacer es callarse y respetar la memoria de nuestros compañeros”. Por otro lado, señaló tambien “nos faltó De la Rúa, se lo citó a declarar solamente como testigo cuando en realidad tendría que haber declarado en carácter de imputado y haberse sentado en el banquillo de los acusados como primer responsable de la represión desatada el 19 y 20 de diciembre del 2001”.
Para María Arena queda claro que se trata de la misma persona que “certifica su historia con sus actitudes. Ella acompaña las políticas de este gobierno como acompañó en 2001 las mismas políticas de De la Rúa”. Fue en abril de 2016 cuando el Tribunal Oral Federal (TOF) Nº 6 dio a conocer el fallo por la represión policial del 20 de diciembre de 2001 que ocasionó cinco muertes y decenas de heridos en la ciudad de Buenos Aires. Por los homicidios de Gastón Riva, Carlos Almirón y Diego Lamagna el TOF 6 condenó al ex secretario de Seguridad Interior, Enrique Mathov, a 4 años y 9 meses de prisión e inhabilitación especial para ejercer cargos públicos por 9 años y medio por el delito de homicidio y lesiones culposas.
También, fueron condenados Rubén Santos, ex jefe de la Policía Federal Argentina (PFA) a 4 años de prisión e inhabilitación especial para ejercer cargos públicos durante 8 años. Raúl Andreozzi, ex superintendente de Seguridad Metropolitana de la PFA, a 3 años de prisión en suspenso e inhabilitación especial para ejercer cargos públicos por 6 años y Norberto Edgardo Gaudiero, comisario mayor a cargo de la Dirección General de Operaciones, a 3 años y medio de prisión e inhabilitación especial para ejercer cargos públicos por 7 años. Es decir, no se trató de “poner muertos”, fue como se demostró en el juicio una brutal represión que terminó con el asesinato de quienes ejercían la protesta social.
Cabe recordar que el expresidente De la Rúa, quien tomó las decisiones que dieron lugar a la brutal represión declarando el Estado de sitio, fue sobreseído en instancias previas a ese juicio. Fue por ese motivo que en noviembre de 2015 el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) que representó a familiares de la víctimas presentó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos una denuncia buscando que el sistema interamericano aborde los límites de la declaración e implementación del estado de sitio en los términos de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y fije estándares sobre el uso de la fuerza en las protestas y manifestaciones.
El asesinato de Diego Lamagna
Diego Lamagna era un joven deportista de 27 años que realizaba acrobacias en bicicleta Vivía en Sarandí y llegó al centro de Buenos Aires poco antes de las 16:30 de aquel 20 de diciembre de 2001 movilizado por la indignación por el difícil momento que atravesaba su familia fue que decidió sumarse a aquella protesta social. Fue asesinado por la misma represión que mató a Gastón Riva en Maipú y Avenida de Mayo. La gente en busca de socorro lo llevó en andas hasta Hipólito Yrigoyen y Bernardo de Yrigoyen donde quedó registrado por el fotógrafo del diario Clarín y se transformó en la portada del día 21.
Su hermana Karina dialogó con Agencia Paco Urondo y ofreció sus impresiones ante los dichos de la legisladora. “Ella utiliza un término peyorativo que genera angustia, dolor, impotencia, que es esto de ‘le tiraron los muertos’. Mi hermano no se tiró arriba de un plomo, ninguno de los 38 muertos que lo acompañaron en esas jornadas se tiró arriba de un plomo. El plomo fue por parte del Estado del que ella era parte y parte de la responsabilidad de los muertos y heridos la tiene ella”, expresó y añadió “siento que me dieran el mismo tiro que le dieran en el pecho a mi hermano. Es volver a matarlo la falta de respeto de ella. Es muy difícil encontrarle una palabra al estado que me provoca sus dichos. Lo considero una falta de respeto muy grave”, afirmó sin disimular su enojo. “Ella instala, afirma, una creencia personal conveniente a los intereses a los cuales responde, siendo mendaz y ofensiva”, sinetizó. Por último, Karina Lamagna recordó la última conversación que tuvo con su hermano. “Era sobre ese sentimiento de desolación por lo que vivíamos igual que hoy. Él no tenía militancia, pero sí tenía una responsabilidad cívica, se fue cuando vio que los caballos pisaban a las Madres y no volvió más”, señaló.