Adiós a Celeste Lepratti: la llama viva en todas las luchas
Ayer, jueves 29 de diciembre, falleció Celeste Lepratti, incansable luchadora, a causa de una reciente enfermedad terminal, según informaron sus familiares. La hermana de Claudio “Pocho” Lepratti, militante asesinado durante la represión de diciembre de 2001, tenía 45 años y su última aparición pública había sido justamente el pasado 21, en un acto para conmemorar a las víctimas de aquellas jornadas.
Nacida en 1977 en Colonia Los Ceibos, Entre Ríos, Celeste se había radicado hace más de dos décadas en la ciudad de Rosario tras el asesinato de su hermano. Inició entonces su militancia por justicia para Pocho, como parte de la Asamblea del 19 y 20 de diciembre -que nuclea familiares y amistades de las víctimas- pero también por las infancias, las mujeres, la violencia institucional y, sobre todo, la gente de los barrios con sus necesidades más básicas insatisfechas.
Su lucha se tradujo, a su vez, en participación política institucional como concejala de Rosario por el Frente Social y Popular entre 2015 y 2019. Era docente y había sido candidata el año pasado nuevamente. Celeste le abrió las puertas del Concejo Deliberante a los barrios, dado que la militancia y la política deben ser de cara y para el pueblo.
En la última entrevista con AGENCIA PACO URONDO, Lepratti seguía denunciando la impunidad de los responsables de las jornadas represivas de diciembre de 2001 en Santa Fe, provincia donde se produjo la mayor cantidad de asesinatos en relación a la cantidad de habitantes. “Los responsables políticos de la masacre jamás fueron alcanzados”, repetía y, al mismo tiempo, también lamentaba cómo algunas “expresiones de resistencia y organización” de aquel tiempo “fueron diluyéndose”.
Celeste Lepratti, incansable luchadora por los derechos humanos, remarcaba siempre la salida colectiva. “En la medida en que con sinceridad y autocrítica podamos pensar y encontrarnos habrá oportunidad de seguir caminando para conseguir todo lo que hace falta para vivir con dignidad como nos merecemos”. Sinceridad, autocrítica y nunca dejar de luchar.