Cuando los subversivos eran tres niños
Emilio Fermín Mignone escribió el 4 de Septiembre de 1981 lo siguiente: “Desde las 22 hs del 3 de septiembre de 1976, hasta la madrugada del 4, fuerzas conjuntas realizaron un brutal operativo en la casa en la que vivían en San Isidro. La salvaje patota del Campito (el CCDyE de Campo de Mayo), descargó cientos de balas de ametralladora y usó incluso un mortero. El comunicado oficial, reproducido en Clarín, La Nación y La Prensa, informó de 5 delincuentes subversivos muertos. En realidad se trataba de Amelia Miranda y Roberto Lanuscou -militantes de la JP y montoneros- de 28 y 26 años; los otros "subversivos" eran Robertito (5 años), Bárbara (4 años) y Matilde, de 6 meses. La familia entera desapareció. En 1984, a pedido de Abuelas, se exhumaron unos restos NN encontrados en el cementerio de Boulogne y se pudo identificar a la pareja y a los 2 hijitos mayores, pero el cuerpo de la bebé Matilde no estaba. En su ataúd sólo había 1 manta, 1 osito y 1 chupete. Así se descubrió que se había simulado su muerte y que Matilde fue apropiada. Todavía seguimos buscándola”.
La vivienda se encontraba situada en la esquina de Asunción y Catamarca, de la localidad de San Isidro y como dice Mignone, se utilizaron todo tipo de armas, para destruirla.
Cuando se exhumaron los cuerpos en el año 1984, todos presentaban un disparo en la sien, señal de que el operativo había sido un fraude , de los que no tenia acostumbrado el Proceso Militar en esa época. O sea, las valientes Fuerzas Armadas, habían disparado contra una casa vacia, en la cual, yacían los cuerpos ya sin vida de sus ocupantes.
Las imágenes de la Revista “La Semana”, reproducen parte del comunicado militar, omitiendo, obviamente que Matilde, pasó a engrosar la lista de los menores apropiados por las Fuerzas Armadas, que Abuelas de Plaza de Mayo, aún siguen buscando.
El comentario viene a cuento, para compararlo con el repudiable video publicado por el Poder Ejecutivo Nacional, titulado “Memoria Completa”, muy similar al editado a mediados de 1983 por el Proceso de Reorganización Militar, intentando buscar una amnistía general para todos los represores, en vista de la cercanía de la democracia que se instauraría definitivamente en octubre del mismo año.
Sin vergüenza alguna, protagonizado en gran medida, por ese oscuro personaje, que dice tener innumerables datos sobre la represión, como es el “Tata” Yobre, del negacionismo se pasó brutalmente al reivindicacionismo del Golde de Estado del 24 de Marzo de 1976.
Intencionalmente, se omitió señalar, que en el señalado fenómeno, no sólo desaparecieron personas sino también desaparecieron industrias, grandes y pequeñas, libertades de prensa y libertades gremiales, leyes de protección al trabajo y a las personas, la justicia y el derecho, la renta acumulada por el trabajo y el valor de la educación basada en la ciencia. El “proceso” transfirió brutalmente la riqueza de la mayor parte de la población argentina a manos de unos pocos y endeudó al país por largos años, atrasando su crecimiento integral, con efectos que aún perduran, creando un impresionante vacío generacional, al barrer de raíz a todo un sector social opuesto a este proyecto. El programa económico, anunciado por el Ministro de Economía , José Alfredo Martínez de Hoz, el 2 de abril de 1976, fue el certificado de defunción de la industria nacional. Comparaciones aparte, todo se repite en la actualidad, sin necesidad de tanques o cañones.
Al advenimiento de aquella cruzada, cada argentino, adeudaba al exterior, trescientos veinte dólares. Cuando concluyó el Proceso, la deuda ascendía a mil quinientos dólares por cada nuevo ser que veía la luz en este suelo patrio, habiendo trepado el endeudamiento del país, desde ocho mil a cuarenta y cinco mil millones de dólares. La mayoría de esta deuda se originaba en el sector privado que había realizado suculentos negocios con el complejo militar. Siguiendo el axioma, de que las ganancias son “propiedad privada del capital” y las deudas se “socializan”, uno de los últimos ministros de Economía de este descabellado proyecto, estatizó la deuda privada, convirtiéndola en deuda pública. ¿Se repetirá esta historia?...Algo que dice que si.
El video “Memoria Completa” es uno de los fraudes más grandes cometidos por un Gobierno desde el advenimiento de la democracia, porque deja de lado, intencionalmente el abuso del Estado sobre los derechos de las personas, tal es así, que ese proceso de bautizó como “Terrorismo de Estado” y no por un gobierno, sino por nuestro Tribunal Superior de Justicia.
Fenómenos como el de 1976 y también el actual, se pueden sintetizar en las palabras del distinguido autor Luigi Ferrajoli, que en su libro “Derecho y Razón”,( Ed. Trotta, Madrid, 1989, página 936) dice: “La vida y la seguridad de los ciudadanos se encuentran en peligro hoy más que nunca, no sólo por la violencia y los poderes salvajes de los particulares, ni por desviaciones individuales o la ilegalidad de específicos poderes públicos, sino también y en medida mucho más notable y dramática, por los mismos Estados en cuanto tales:.. Si es cierto, como se dijo, que la historia de las penas, es más infamante para la humanidad que la historia de los delitos, una y otra juntas no igualan, en ferocidad y dimensiones, a la delincuencia de los Estados: baste pensar […] todas las variadas formas de violencia predominantemente ilegales, con que tantísimos estados autoritarios atormentan hoy a sus pueblos”.
A 48 años del comienzo del Proceso de Reorganización Nacional, mejor llamado dictadura cívico,empresial,eclesiástica y militar, la historia ideológica parece repetirse, pues como alguien dijo, a veces los grandes enemigos de la libertad, aparecen disfrazados como amantes de la libertad.