Denuncian torturas a Milagro Sala y a otras detenidas en Jujuy
Por Nicolás Adet Larcher
“Milagro se quebró y contó que tanto ella como las internas sufrieron torturas de parte de la vicedirectora del penal, que se llama Patricia Balcarce” contó Catalano. Según el relato, hubo actos de “tortura, aislamientos, patadas y maltratos verbales” contra las mujeres detenidas dentro del penal.
En la cuenta de Facebook de Balcarce, figura una presentación como oficial en el servicio penitenciario de la provincia de Jujuy dentro de su información personal. En 2012, Balcarce había compartido una imagen en su cuenta que decía “Yo no quiero mi provincia gobernada por una patotera. Basta de Milagro Sala”.
En julio del año pasado el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, había creado por decreto la Comisión de Igualdad y Equidad de Género de las Fuerzas de Seguridad de la provincia. Bajo la firma de Morales, fue designada como presidenta honorífica la jueza Nilda Laura Lamas, mujer cercana al gobernador, que asumió como jueza del Superior Tribunal de Justicia en diciembre, unos días después de que Morales asumiera. Dentro de la comisión de Igualdad y Equidad de Género, en el artículo 3º del decreto, una de las integrantes fue Patricia Balcarce.
Sala, en su conversación con Catalano, relató que una de las detenidas golpeadas incluso estaba quebrada y que ya había denunciado el maltrato dentro del establecimiento. Por las noches, se escuchan los gritos de las mujeres siendo golpeadas por el personal del servicio penitenciario. Por estas situaciones, Balcarce fue desplazada de su puesto y fue por este motivo que Sala decidió hacer público el hecho.
La información, además, también se mantuvo en reserva para proteger a las demás presas, “ella protegió todo lo que pudo a las internas, protegió a sus familias, pero creyó que es momento de transmitirlo porque de esta manera las iba a ayudar más” dijo Catalano. En enero, en una de las tantas visitas que recibió la dirigente social en los últimos meses, le preguntaron a Sala si la habían torturado dentro de la prisión jujeña. En ese momento, la dirigente respondió que no podía decirlo por el riesgo a represalias.
En diciembre pasado, desde el servicio penitenciario ya habían cortado cualquier comunicación directa de Sala con los medios cuando el periodista Gustavo Sylvestre había intentado comunicarse con ella para una entrevista. En esa ocasión, la “oficial Domínguez, de la Unidad 3” le quitó el teléfono y dijo que Sala no podía hablar porque “no se encuentra autorizada por el juez”. Al aire, cortaron la llamada.
Luego de esa situación, Sala no volvió a tener declaraciones públicas a través de los medios, pero sí lo hizo a través de algunos intermediarios. Ese hecho de la llamada telefónica derivó en múltiples castigos hacia Sala durante varios días y, en febrero, en estado de angustia, intentó suicidarse.
Lo mencionado por Catalano, sale a la luz mientras el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU todavía se encuentra en el país. El grupo ya ratificó que el pedido de libertad de la dirigente social es de carácter “inapelable”. Los abogados defensores de Sala ya se reunieron con la comitiva de la ONU y les comentaron sobre las condiciones irregulares de detención en las que se encuentra desde enero de 2016.